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Galicia es una de las zonas del mundo con mayor variabilidad en sus viñedos. Es decir, con mayores diferencias de rendimiento y calidad de la uva dentro de una misma parcela debido a las diferencias de fertilidad y profundidad del suelo y condiciones orográficas y climatológicas.
Una de las vías para reducir las pérdidas económicas que provocan estas diferencias es la llamada viticultura de precisión, consisten en la utilización de las nuevas tecnologías (fundamentalmente sensores en la viña, estaciones meteorológicas e imágenes por satélite o por drones) para hacer una radiografía de esas diferencias y realizar tratamientos selectivos para cada zona de la parcela.
Para conocer los últimos avances en viticultura de precisión y las posibilidades de aplicación en Galicia se celebró ayer en Monforte de Lemos la “Xornada sobre Viticultura de Precisión: Na procura do equilibrio entre Solo, Clima e Planta”. Organizada por la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (EVEGA), congregó a expertos y a más de cien asistentes en el Centro de Formación e Experimentación Agroforestal.
La jornada comenzó con la ponencia de José Antonio Rubio Cano, jefe de la unidad de Cultivos de Leñosas y Hortícolas de la Junta de Castilla y León, una de las comunidades con más implantación de la viticultura de precisión.
José Antonio Rubio resumió la nueva técnica en “utilizar las nuevas tecnologías para tratar diferente lo que es diferente dentro de la viña, lo que permite ahorrar costes en fertilizantes y tratamientos y elaborar la uva de manera distinta en función de cada parte de la finca”.
“Cuando más grande sea la parcela más se abarata la aplicación de la viticultura de precisión”
El representante de la Junta de Castilla y León reconoció que “cuanto más grande sea la parcela más se abarata la instalación de sistemas de sensores y de teledetección”.
“El objetivo es hacer más rentable la viña mediante el ahorro de costes, de hasta 4 céntimos por quilo, y quitándole el mayor beneficio a la uva que se produce a través de una diferenciación”, subrayó.
“Avanzamos mucho en enotecnia y comercialización pero poco en técnicas de cultivo”
Por su parte, el profesor de la Universidad de Vigo, José Manuel García Queijeiro, centró su ponencia en las potencialidades y los problemas detectados de la aplicación de la viticultura de precisión en Galicia.
Queijeiro recordó que “el buen vino se hace en la viña”. En este sentido, lamento que mientras el sector gallego del vino realizó un gran avance en los últimos treinta años en modernización de las bodegas -enotecnia- y en comercialización, sin embargo la viticultura, las prácticas culturales (poda, fertilización, sistemas de conducción, manejo de la vegetación…etc) del cultivo de la viña, siguen siendo una asignatura pendiente.
A este respecto, el profesor de la Universidad de Vigo recordó que la viticultura de precisión surgió a comienzos de los años 80 en las grandes plantaciones de viñedos en Australia para optimizar los rendimientos y llegó a Galicia en el año 2008, a través de un proyecto en la DO Rías Baixas financiado por la Xunta.
“La aplicación en Galicia se limitará a los grandes viñedos”
En cuanto al potencial de aplicación de la viticultura de precisión en Galicia, José Manuel García Queijeiro destacó que “estamos ante una de las zonas con más variabilidad” de la viña pero pronosticó que la aplicación de esta nuevas tecnologías se limitará a las grandes plantaciones.
Imagen de la jornada
“En los viñedos pequeños los viticultores conocen bien la variabilidad y no necesitan estas tecnologías. Donde más mercado puede tener la viticultura de precisión es en las nuevas plantaciones, con viñedos de mayor tamaño que, en bastantes casos antes eran monte”, aseguró.
Además pronosticó que los servicios de viticultura de precisión tendrán cada vez precios más asequibles por la competencia del mercado.
Experiencias de viticultura de precisión en Galicia
La jornada concluyó con una mesa redonda de técnicos de distintas bodegas de Galicia: Martín Códax, Viña Costeira, Viña Godeval y Vía Romana. Algunas de ellas ya utilizan esta técnica y todas cuentan con viñedos de tamaño mediano o grande.
José Luis, de la Oficina Comarcal de O Barco y asesor técnico de Viña Godeval, señaló que “en los viñedos pequeños veo difícil aplicar a corto plazo los sistemas de sensores y estaciones meteorológicas de la viticultura de precisión”.
Por el contrario, Martín Códax es una de las bodegas gallegas con mayor implantación de los sistemas informáticos de esta nueva técnica, en concreto, de vuelos tripulados antes del envero para obtener fotografías con los distintos estados de maduración y vigor de los viñedos. Miguel Tobío, técnico de la cooperativa, explicó que lo están aplicando tanto en las más de 100 hectáreas de viñedos propios que tienen en Rías Baixas y en Monterrei, con viñedos grandes de nueva plantación, como en las más de 400 hectáreas de viñedos de los socios, en ese caso pequeñas parcelas diseminadas.
Martín Códax: “Nuestros enólogos están encantados con la viticultura de precisión”
“Estamos más volcados en la clasificación de los viñedos para la vendimia a través de viticultura de precisión y con resultados muy satisfactorios, sobre todo para los enólogos, ya que les permite separar la uva de una misma parcela que presenta variabilidad de suelo y vigor de la planta”, destacó Miguel Tobío.
“Nos permite diferenciar la uva y elaborar vinos de más calidad”, concluyó.
Susana, técnica de Viña Costeira, señaló que también están aplicando los sistemas de viticultura de precisión, en este caso mediante sensores y estaciones meteorológicas en las 50 hectáreas de viñedos propios que plantó la cooperativa de O Ribeiro. También comenzaron este año a contratar vuelos con drones en la época del envero para determinar el vigor de la viña. “Y toda esta información es costosa”, subrayó
Por último, Óscar, técnico de Vía Romana, una bodega de la Ribeira Sacra que cuenta con 14 hectáreas propias y 70 de viticultores socios, avanzó que están en proyecto para instalar 4 estaciones meteorológicas, dos en Vía Romana y otras dos en Terriña, otra bodega del grupo.
Reconoció que en el Ribeira Sacra existe una gran variabilidad en los viñedos, pero que de momento sus prioridades se centran en convencer a los viticultores para realizar podas en verde y en reducir y optimizar los tratamientos fitosanitarios.
Vía Romana: “De momento nuestros esfuerzos se concentran en realizar podas en verde y reducir tratamientos”
Como innovación, destacó la realización este año, a modo experimental, de ataques fúngicos a la vid para conseguir más potencial fenólico, una experiencia con resultados “de momento, muy positivos”.
Mapa de vigor del viñedo de Martín Códax en Monterrei. Autor: Martín Códax
La importancia de realizar análisis previos del suelo de plantación
En el turno de preguntas, varios asistentes llamaron la atención sobre el hecho de que para reducir la variabilidad, y antes de ponerse a instalar los sistemas tecnológicos de la viticultura de precisión, se debería realizar una completa analítica del suelo de la parcela en el que se va a plantar o replantar el viñedo para conocer las variaciones de fertilización, profundidad, exposición al sol…etc y así poder elegir los portainjertos y las variedades más adecuadas.
Asimismo, reclamaron que los plazos de las ayudas de la administración para plantar viñedos se reajusten para permitir realizar estas analíticas.
Por último, entre los asistentes se encontraban alumnos de Formación Profesional en Vitivinicultura que hicieron un llamamiento a las bodegas a que contraten técnicos para profesionalizar el sector.
Últimos avance tecnológicos en Galicia
En la jornada, también participaron representantes de dos entidades gallegas que están liderando la extensión de la viticultura de precisión en Galicia: Jorge Seoane Brandariz, de la Fundación Instituto Tecnolóxico de Galicia (ITG), y Eugenia Comesaña y Débora Franco, de la empresa Monet Viticultura.
Brandariz explicó que la solución más extendida a día de hoy son las redes de sensores inalámbricos WSN, de fácil instalación, que permiten un acceso remoto a la información del estado de la viña desde el móvil y cuyo coste cada vez es más asequible.
“La última innovación son drones y robots terrestres con sensores”
En cuanto a los aparatos que se emplean para detectar y predecir enfermedades fúngicas, y el estado de la viña en general, el representante del ITG citó los biosensores, nanosensores, cámaras hiperespectrales. La última innovación son drones y robots terrestres que embarcan a los sensores para monitorear el estado del viñedo.
Por su parte, desde Monet Viticultura expusieron la oferta de productos de su empresa, la primera gallega especializada en viticultura de precisión ,y resumieron el objetivo de esta nueva técnica en “obtener más uva sana”. Para ello, a través de las nuevas tecnologías consiguen y procesan un gran volumen de información sobre el estado de la parcela que permite automatizar y mejorar la toma de decisiones.
Los servicios a sus clientes incluyen una aplicación informática que posibilita desde prever las principales enfermedades fúngicas (mildiu, botritis, oidio y black rot), para lo que establece un código de colores con una previsión de 4 días, hasta la gestión del cuaderno de explotación.
