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Avícola de Galicia, una empresa del grupo Vall Companys que es una de las principales integradoras de pollos de Galicia, tiene a una parte de sus granjas descontentas. El motivo del conflicto radica en el sistema de penalizaciones puesto en marcha por la empresa hace alrededor de año y medio. Este sistema, que valora cuestiones relacionadas con la higiene y el bienestar animal, derivó desde su puesta en marcha en penalizaciones importantes para parte de las granjas, que los afectados cifran en una depreciación del entorno del 20%.
Las granjas que se declaran afectadas no están en contra del sistema en sí, sino de la supuesta aleatoriedad con la que Avícola de Galicia aplica las bonificaciones o penalizaciones. «Por ejemplo, si de una nave salen 10 camiones de pollos, pueden ponerte en un parámetro la máxima puntuación en nueve camiones y quitarte puntuación en un camión, con lo cual ya te descuentan por el conjunto de la nave. Son cuestiones que nos parecen aleatorias, ya que nosotros hacemos todas las producciones igual», explica uno de los afectados, que se puso en contacto con ‘Campo Galego’.
«Otras veces el descuento se debe a motivos atribuibles a la propia integradora, que en ocasiones retrasa la recogida de pollos más de lo debido, generando problemas en las naves», añade. Tras haber dialogado en el último año con Avícola de Galicia en busca de soluciones, parte de los afectados están en conversaciones para valorar medidas de presión. «Tenemos inversiones muy importantes y una granja media de 30.000 pollos puede estar dejando de ganar hasta 6.000 euros por cada ciclo debido a las penalizaciones que nos están aplicando», critican.
Tecnología y manejo
Las ganaderías también cuestionan inversiones tecnológicas a las que fueron obligadas, como sondas medidoras de CO2 y amoniaco, «pues no funcionan y gastamos en ellas mucho dinero», señalan. Un último punto de descontento radica en la retirada de los pollos y vaciado de las naves, pues es una tarea en la que Avícola de Galicia emplea un mínimo de cuatro noches por nave -explican los ganaderos-, «cuando lo normal en el sector es hacer esa retirada en una noche o en dos, a fin de evitarle estrés a los animales», destacan.
‘Campo Galego’ se puso en contacto la pasada semana con Avícola de Galicia para conocer su versión de la situación, pero la empresa por el momento no ofreció ninguna contestación.
