Granxa A Ciruxana, la apuesta de un joven por dar valor a la oveja gallega

Xoán González Alonso comenzó de cero cuando tenía 21 años comprando animales de razas más industriales pero se dio cuenta de que tenía “mucho trabajo y poco retorno”. Hoy es un firme defensor de las razas autóctonas y cuenta con un rebaño de 500 madres

Xoán, no medio das súas ovellas en Ardexarxe (Viana do Bolo)

Xoán, en medio de sus ovejas en Ardexarxe (Viana do Bolo)

Xoán González Alonso es un joven natural de Vilariño de Conso que ha enfocado su futuro hacia la vida en el rural. Cuando acabó el Bachillerato en el instituto de Viana do Bolo le decían que estudiara Historia, otra de sus grandes pasiones, pero prefirió formarse para incorporarse a la actividad ganadera en una comarca, la del Macizo Central ourensano, necesitada de relevo generacional.

Con 21 años puso en marcha Granxa A Ciruxana, una explotación de ovino ubicada en la aldea de Ardexarxe, en Viana do Bolo, y poco a poco se fue decantando por la oveja gallega por ser una raza más adaptada a las condiciones de esta zona. “Es un ganado que destaca por la rusticidad y por ser animales pequeños que son capaces de engordar con consumo de forraje de peor calidad”, valora.

En el Macizo Central ourensano abunda la tierra abandonada y escasean los jóvenes que quieran dedicarse a la ganadería

Xoán tiene las ovejas fuera todo el año, alimentadas a base de lo que ellas mismas pacen. “Tener otro tipo de raza con este sistema de manejo sería complicado, porque tendría más bajas y no podría tener el número de animales que tengo hoy porque necesitaría dedicarles más tiempo”, dice.

El verano pasado, que fue duro porque hubo mucha sequía, sus ovejas de raza gallega se aguantaron bien. «Si fuese otra raza tendría que haber dado mucho pienso y se me habrían disparado los gastos”, compara. El uso de concentrado en esta explotación se limita únicamente a suplementar la alimentación de algún cordero que no engorda lo suficiente a pasto cuando llega el final del verano o en los partos de invierno. “Pueden suponer un 20% de los animales los que llevan algo de suplemento con concentrados, el resto van exclusivamente a pasto y leche”, detalla.

Xoán apuesta por la venta directa, sin intermediarios, como manera de defender su producto y ver valorado su trabajo

Este joven, que se incorporó hace ya 9 años, se define como “ganadero por vocación”. Xoán no tenía ganado en casa, las últimas vacas se habían vendido en el año 92, el mismo año que él nació, pero aún se acuerda de cuando de pequeño iba con su abuelo a regar unos prados que tenía en Vilariño. “Ya los pacía otra gente, pero yo siempre le iba a ayudar y siempre me gustó mucho esto”, cuenta.

Por eso, decidió estudiar el Ciclo Superior de Gestión de Empresa Agropecuaria en Sergude con la idea de dedicarse a algo relacionado con el sector agroganadero. “No sabía muy bien qué quería hacer pero me fui metiendo en el mundo de las ovejas por ser más sencillo y necesitar de menos inversión que las vacas y me fue gustando”, explica.

Transición hacia la oveja gallega

Granxa A Ciruxana (Viana do Bolo) ovella galega cordeiro

Xoán siempre contó con el apoyo de su familia para retomar la actividad ganadera con la que no había seguido su padre, que es administrativo, y comenzó por comprar unas ovejas de razas castellana e Inra 401 cuando hizo la solicitud de incorporación.

“Mi idea era acabar teniendo todo Inra y una producción super intensiva, con más corderos por animal. Yo en aquel momento no creía en la oveja gallega, pensaba que todo era producción y que había razas industriales mejores. También era lo que me inculcaban en el ciclo”, dice.

Primero aposté por razas más industriales pero me di cuenta que estaba gastando mucho y el retorno era pequeño

“En mitad de ese camino me fui encontrando con gente que trabaja con oveja gallega y me di cuenta de que yo estaba gastando mucho y que el retorno era pequeño y comencé a transformar todo el rebaño en oveja gallega”, explica.

También varió el sistema de manejo y la organización del trabajo. «Cuando comencé seguía un modelo tradicional: tenía las ovejas en la nave y las sacaba y las metía todos los días, y también hacía mucho pastoreo dirigido, pero tengo fincas muy lejos. Cuando cambié para oveja gallega comencé a dejarlas dormir fuera y ahora duermen todo el año fuera. Al final reduje mucha carga de trabajo y un montón de gastos y aumenté mucho la calidad de la carne. Hago venta directa y se nota muchísimo”, afirma.

Demanda para vida

La Asociación de Criadores de Raza Oveja Gallega (Asovega) cuenta hoy con 70 socios y unos 4.000 animales inscritos en el libro genealógico. “Está habiendo mucha demanda. Hay un chico aquí en Rubiá que se incorporó con oveja gallega y otro en Vilaboa, en Pontevedra”, explica.

Asovega cuenta hoy con 70 socios y 4.000 animales inscritos

A pesar de la demanda existente, Xoán no puede vender en este momento animales para vida porque ha vacunado contra paratuberculosis. “Esa es otra faena muy grande que nos hace la Xunta. Yo estoy en una ADSG y sangramos para tuberculosis. Tengo una incidencia de un 6%, que es muy poco pero había dos opciones: o matar ese ganado o vacunar. Yo opté por vacunar y eso conlleva 3 años de bloqueo para vida”, cuenta.

Es una contradicción, los que nos preocupamos de tener el ganado bien y vacunar contra la paratuberculosis somos los perjudicados porque no nos dejan mover el ganado en 3 años

Se queja de la contradicción que eso supone. “Si me borrarse de la ADSG, desaparecía inmediatamente el problema. La mayoría de los rebaños que hay no están en ADSG y no sangran, pueden tener un 100% de paratuberculosis que oficialmente el problema no existe y pueden seguir vendiendo para vida”, contrapone. “Tenía que ser al contrario, que bloqueasen a los que no están en ADSG y nos dejasen trabajar a los que nos preocupamos de tener el ganado bien. Que nos permitan mover los animales entre los que tenemos el ganado vacunado”, pide.

Producción ecológica y pastoreo regenerativo

Granxa A Ciruxana (Viana do Bolo) ovella galega pastoreo ovino

Los animales nunca están más de tres días en la misma parcela para que no coman el rebrote del pasto

La explotación de ovino de Xoán está certificada en ecológico y apuesta por el pastoreo regenerativo para fomentar el cuidado del suelo y el rebrote de la hierba. “Intentamos hacer siempre pastoreo diario o cada dos días como mucho, con cargas instantáneas muy altas en la misma parcela para que ellas vayan abonando. Tiene mucha importancia no tener el ganado más de tres días en el mismo sitio para que no coman el rebrote, sobre todo en primavera. La verdad es que desde que lo empezamos a hacer hace 2 o 3 años notamos que funciona”, dice.

En función del pasto existente, la parcela mínima por día para las 500 ovejas es de media hectárea

La mayor dificultad con la que él se encuentra para llevar a la práctica esta técnica es el minifundio. “Tenemos algunas parcelas muy pequeñas y tienes que andar cambiando mucho de finca, en ocasiones dos veces en el mismo día. Si fuesen parcelas grandes, de 10 hectáreas, en las que pudieses ir extendiendo cercas sería más fácil, porque en un día haces cercas para toda la semana, pero en fincas pendientes, pegadas al río, con curvas y malos accesos te da mucho más trabajo y te lleva mucho más tiempo”, explica.

Recuperando fincas del abandono

Queima controlada realizada este inverno para recuperar unha zona de matogueira para pasto para as ovellas

Quema controlada realizada este invierno para recuperar una zona de matorral para pasto para las ovejas

Xoán nació en el vecino ayuntamiento de Vilariño de Conso pero compró unos terrenos en Ardexarxe, en Viana do Bolo, donde tiene la explotación. “Son alrededor de unas 50 hectáreas y una nave que eran de un ganadero que había tenido primero vacas de leche y después de carne. Inicialmente le alquilé y hace dos años decidí hipotecarme y comprarle”, explica.

Ardexarxe está en una zona alta en el límite entre Viana do Bolo y Vilariño de Conso

A mayores, en Ardexarxe Xoán está recuperando terrenos que estaban abandonados y que le ceden los vecinos, al igual que en la aldea de al lado, Fornelos de Filloás. “De esta manera se va evitando que arda y que el fuego se acerque al lado de las casas”, dice.

Algunas de estas parcelas que están recuperando llevaban 20 o 30 años abandonadas. “Por aquí hubo muchísimo abandono. Lo que hacemos en esas fincas es desbrozarlas e ir haciendo praderas. Resembramos con especies que aguantan bien la sequía, como datilo, festuca y trébol”, detalla.

Echamos especies que funcionen bien en pastoreo y que aguanten la sequía

Este invierno, ayudado por la brigada de Laza, hicieron en Ardexarxe una quema controlada como una manera de eliminar el matorral para poder comenzar con la posterior regeneración de pastos para las ovejas. “Por parte de la administración debería promocionarse más esta forma de gestión, ya que si queremos evitar los grandes fuegos de nueva generación la única manera de hacerlo y rompiendo la continuidad del combustible”, defiende Xoán.

Centeno para pacer en invierno

Granxa A Ciruxana declara unas 70 hectáreas en la PAC, de las que 50 son en propiedad, tras comprarlas hace dos años. “A mayores aprovechamos otras fincas que pacemos pero que no se apuntan. Nosotros de tierra estamos bien y tratamos de hacer un aprovechamiento eficiente”, asegura.

La base de la alimentación es lo que comen ellas, pero el cambio climático lo estamos notando muchísimo

“La base de la alimentación es lo que comen ellas. Aquí el invierno no es duro porque no nieva mucho, como estamos tan al sur cuando llega una nevada llega ya muy deshecha, pueden caer unos copos y cuajar, pero al día siguiente ya desaparece. Aquí el problema más grande son los veranos, porque aquí la sequía aprieta mucho y el cambio climático lo estamos notando muchísimo, con períodos de mucha sequía y lluvias muy intensas que se marchan en escorrentía, con esas trombas el agua no infiltra en el terreno y los manantiales no se dan recuperado”, describe.

Intentamos labrar la tierra lo mínimo posible para no dañar la estructura del suelo y conservarlo

“Este último año lo hemos pasado mal, al igual que en 2017. Los peores meses aquí son agosto y septiembre. Yo como tengo bastante base territorial voy salvando, pero los viejos de 90 años no recuerdan una situación igual en esta zona. Yo hago algo de hierba seca, muy poca, unos 40 o 50 rollos, para un día que venga muy malo o se hay que ir la algún sitio, pero lo que intentamos es aprovechar todo a diente lo más posible”, explica.

Xoán emplea también el mismo sistema que otra explotación de la zona, la de Nieves Fernández, de sembrar centeno y pacerlo de invierno. “Nosotros lo echamos en 3 hectáreas y media. Procuramos labrar la tierra lo menos posible para no dañar la estructura del suelo, por eso no aramos, sino que gradamos, y en vez de darle 5 o 6 vueltas que es lo habitual, nosotros le damos solo dos, buscando el mínimo laboreo, y después sembramos por encima con la abonadora, porque para hacer siembra directa tendríamos que invertir mucho en maquinaria”.

El centeno primero lo pacemos con el ganado en los meses de noviembre y diciembre y después le cosechamos el grano en julio

Siembran en el mes de septiembre. “Se echa temprano para que con las primeras lluvias nazca y tener afelpa para pacer en invierno, en los meses de noviembre y diciembre, y luego ya se deja para grano para en el mes de julio poder cosecharlo. Ese grano lo usamos para suplementar en la explotación”, explica.

“Este año vamos a probar en esas tierras, en cuanto se levanten, meterles un altramuz para fijar nitrógeno. Ya había probado un año con el altramuz amarillo, que después se lo había dado al ganado y tiene bastante proteína”, cuenta.

Necesidad de parcelaria y accesos

Granxa A Ciruxana (Viana do Bolo) ovino

Las tierras donde labran el centeno llevaban 20 años sin sembrarse. Están en un alto y eran una zona donde tradicionalmente los vecinos echaban cereal para pan. “Juntamos tres hectáreas y media, pero igual son 40 parcelas que nos cedieron los vecinos, en las que fuimos buscando los marcos para no tirarlos con el tractor”, dice.

El minifundio existente dificulta enormemente su trabajo, por lo que demanda actuaciones de reestructuración de la propiedad y mejora de accesos. “Hay fincas en las que tengo que ir en el Patrol en primera corta y sufriendo averías continuas porque va saltando de piedra en piedra. Hoy en día no es normal trabajar así”, afirma.

Aquí tenemos mucho minifundio; hacer parcelarias de verdad debería ser algo urgente

Xoán compró un tractor que tuvo que estrechar, porque no cogía por muchos de los caminos, que siguen siendo caminos de carro. “Venía a 2,30 metros de anchura y tenía más estabilidad para trabajar en pendiente, pero no me entraba en la mitad de los sitios y lo dejé a 2 metros”, cuenta.

No depender de la compra de insumos

Desde que empezó, Xoán lleva invertido “mucho dinero” que “en otro sector tendría que estar dando unos rendimientos muy altos, pero que en la agricultura no se consiguen”, dice. “Cualquier economista te diría que no es un buen negocio porque la rentabilidad es baja, pero esto tiene una parte de romanticismo, de vocación y de amor por la tierra”, asegura.

La pérdida de la rentabilidad de las explotaciones hoy son los insumos y la oveja gallega te permite sobrevivir sin ellos

La inversión más grande fue la compra hace dos años de las tierras, el establo y unas casas viejas, que fueron en total 130.000€. A eso hay que añadirle el ganado y la maquinaria. En maquinaria dispone de la necesaria únicamente para el día a día de la explotación. Ha comprado tractor, segadora rotativa, hilerador y desbrozadora.

Protección contra el lobo

Granxa A Ciruxana ten 7 mastíns para defender o gando dos ataques do lobo

Granxa A Ciruxana tiene 7 mastines para defender al ganado de los ataques del lobo

Granxa A Ciruxana se encuentra en una zona con presencia tradicional del lobo y Xoán defiende la convivencia del ganado con la fauna salvaje. Tiene las ovejas cerradas con cercas móviles de malla electrificada y dispone de una finca de 10 ha cerrada con un cierre permanente que es donde cría a los corderos junto a las madres recién paridas. “Tiene vallado perimetral y está al lado de la carretera”, explica.

Esta es una zona con presencia del lobo pero yo defiendo la convivencia del ganado con la fauna salvaje

Para proteger a las ovejas Xoán tiene 7 mastines, para garantizar un mínimo de 2 perros con cada lote de ganado, y hasta ahora no ha tenido muchos ataques del lobo. “Hasta hace poco dentro del pastor eléctrico nunca me había entrado, había tenido algún ataque a alguna oveja que se quedaba extraviada del grupo en el monte o en algún camino a la hora de hacer los cambios de parcela, pero la última vez me entró y me mató tres ovejas y los corderos”, cuenta.

En la actualidad los corderos están todo el tiempo fuera con las madres. “Yo cuando comencé hacía el sistema tradicional de aquí: los corderos se quedaban en el establo y salían solo las ovejas por el día y por la noche volvían y había que andar apartando para que mamaran las crías pero era mucho trabajo”, afirma.

Los gastos de un mastín suben de los 1.500 euros al año

Por eso, decidió cambiar de sistema. “Ahora lo hago todo fuera. Tengo 10 hectáreas en una pieza en una finca muy buena y voy apartando para allí las ovejas que van pariendo con los corderos. Voy haciendo parcelas y como la mayoría paren en primavera cuando acaban de pacer por un lado ya hay comida por el otro y prácticamente los corderos los crio todos en esa finca”, dice.

Cierres fijos

Xoán emprega malla ovelleira electrificada e pediu un Plan de Mellora para facer 7 km de peches fixos en 9 fincas

Xoán emplea malla ovejera electrificada y ha pedido un Plan de Mejora para hacer 7 km de cercados fijos en 9 fincas

Además de tener los mastines, Xoán pidió en 2022 las ayudas de la Xunta para cierres y sufrió el problema de plazos de la última convocatoria. “Vino resuelta en diciembre, casi sin tiempo para comprar el material y ejecutar los trabajos. Hicimos dos cierres fijos con malla de metro y medio de altura y con hilos de corriente por arriba y por abajo. Yo para hacer eso dependía de que me concediesen la ayuda, sino con los precios que hay hoy no podía meterme a esa inversión, pero no es normal que una ayuda que normalmente resolvían en agosto se retrasase hasta final de año, cuando los días son pequeños y llueve todo el rato. No sé cuál fue el motivo pero eso es falta de previsión, porque es una subvención anual que puedes planificar de otro modo”, asegura.

Cuando tengo paridera las ovejas están en 2 o 3 grupos, pero el resto del año están en un único lote

A Ciruxana no se vió afectada por la reducción de las explotaciones beneficiarias de las ayudas agroambientales para producción ecológica de la última convocatoria por estar en zona de montaña. “En mi caso si no me hubiese venido aprobada tendría que haber pedido otro crédito o pedido el dinero para poder pagar las letras del crédito que pedí hace dos años para comprar las 50 ha de superficie que compré”, asegura.

En los últimos años compré derechos históricos para tener para todas las tierras pero ahora al desaparecer el pago verde pierden el 51% de su valor

Con la nueva PAC, se queja de la desaparición del pago verde. “Nosotros teníamos mucho invertido en comprar derechos de pago básico, pero al desaparecer el pago verde, que era el 51% del valor del derecho, todos los derechos que compramos en los últimos años, que ya habían perdido el 20% de su valor por el peaje, pierden ahora automáticamente la mitad de su valor”, explica.

Calidad de vida

El objetivo de Xoán es vivir en el rural pero poder tener calidad de vida. «Es uno de los factores que influyen en mi toma de decisiones», dice. “Ahora tendría la posibilidad de coger unas tierras más para tener vacas, pero no las cojo porque la carga de trabajo que me iba a suponer, al tratarse de dos tipos de ganado diferente y dos manejos distintos me iba a hacer perder mucha calidad de vida, por eso prefiero estar centrado solo en las ovejas para optimizarlo al máximo posible de manera que me permita más adelante poder diversificar, pero valorando siempre la calidad de vida, porque si por tener 20 vacas me va a suponer 3 horas más de trabajo todos los días y no poder marcharme un fin de semana a ningún lado igual no me compensa”, indica.

Tendría la posibilidad de coger más fincas y meter 15 vacas, pero no lo hago por ahora porque me supondría más carga de trabajo

Pasar al sistema extensivo le supuso por ejemplo reducir a la mitad las horas de trabajo y a través de un Plan de Mejora quiere acometer 7 km de longitud de cierres en 9 de las fincas que compró. Estas cercas fijas le permitirían marcharse de fin de semana o de vacaciones sabiendo que las ovejas no le van a escapar.

Xoán trata de aprovechar los saberes tradicionales pero modernizados y traídos a los tiempos de hoy. “Antes en una casa había 5, 6 o 7 personas. Ahora estoy yo solo y si voy con las ovejas toda la mañana no tengo quien me haga los trabajos”, dice.

La Xunta acaba de convocar ayudas para contratar pastores, pero solo dan para contratar a 5 personas en toda Galicia

Su compañera, Sara, que es médica, le ayuda cuando puede en ciertas tareas pero la falta de mano de obra es uno de los problemas con los que Xoán se encuentra. La Consellería de Medio Ambiente acaba de sacar una línea de ayudas para la contratación de pastores durante un año que cubre todos los gastos salariales, pero Xoán critica «la letra pequeña»: que el presupuesto asignado tan sólo permita contratar a 5 personas en toda Galicia.

Formación e intercambio de experiencias

Xoán, en Alerre (Huesca), xunto a Francisto Santolaria

Xoán, en Alerre (Huesca), junto a Francisto Santolaria en una explotación de 2.000 ovejas de raza aragonesa

Xoán se formó con distintos cursos y libros sobre pastoreo regenerativo y fue probando el sistema mediante la técnica del ensayo-error. “A veces tienes que dar pasos hacia atrás e ir cambiando cosas”, reconoce. “Uno tiene que estar abierto a un aprendizaje continuo”, dice.

Este año participó también en el programa Cultiva del Ministerio de Agricultura y estuvo cinco días en la granja de los hermanos Santolaria en Alerre (Huesca) para aprender de esta explotación con 2.000 ovejas de raza autóctona aragonesa.

Granxa A Ciruxana forma parte de la ADSG Acivo y cuenta con el apoyo y asesoramiento de veterinarios especializados en ganado ovino

Recientemente Granxa A Ciruxana también organizó junto a otras explotaciones ourensanas, el primer encuentro de ganaderías de oveja gallega, en el que participaron productores de toda Galicia, para tratar de fomentar el intercambio de experiencias entre las distintas granjas y mejorar aspectos de manejo del ganado.

Concentración de los partos

Dentro de su organización del trabajo, Granxa A Ciruxana procura concentrar los partos en dos épocas del año. “La mayoría de las ovejas paren a finales del mes de abril, les echo el macho para eso en noviembre, y luego les vuelvo a soltar el macho en mayo para intentar tener algunos partos para vender corderos en Navidades”, explica.

Al no usar hormonas, tener corderos para Navidades es difícil

“Es una época buena de ventas, sobre todo para hacer venta directa, pero en ecológico es difícil tener mucha producción para Navidades porque no empleamos hormonas y para sincronizar celos es difícil. En el último año con la sequía y el calor aún fue peor”, asegura.

Selección genética

Al tratarse de una raza en peligro de extinción, la selección genética no se hace por rendimiento cárnico, sino para intentar sentar las bases morfológicas de la raza. Asovega tiene en Fontefiz un rebaño de machos para cruzar con las ovejas existentes en las ganaderías. «Todos los animales son genotipados y los machos los introducimos evitando la consanguinidad», cuenta.

Tengo todo el rebaño genotipado y en los acoplamientos buscamos evitar la consanguinidad

“Estamos conservando un patrimonio genético y cultural muy antiguo, del tronco ovis aries celtibericus, por lo que seguramente cuando había aquí castreños ya teníamos oveja gallega. Es una raza muy bien adaptada aquí y que te permite evitar la compra de insumos”, destaca.

La subida de los costes de producción como consecuencia de la guerra en Ucrania le afectó menos a la explotación de Xoán que a otras. “Lo notamos como todos, porque el gasóleo subió y el poco pienso que damos también, pero no es que digas me va a hacer cerrar o me va a llevar a la ruina. Pierdes rentabilidad pero puedes sobrevivir”, razona.

La decisión de comprar las tierras fue también un poco por eso, dice, porque “la base territorial es un aspecto esencial para una explotación y yo llevo años buscando un sistema que me permita resistir en caso de una crisis muy grande, como la motivada por la pandemia y la guerra, para poder producir sin que te coman los gastos”, argumenta.

Apuesta por la venta directa

Fan os envíos de cordeiro a domicilio envasados ao baleiro e en transporte en frío

Hacen los envíos de cordero a domicilio envasados al vacío y en transporte refrigerado en frío

Le siguen dando salida a la mayor parte de la producción a través de mayoristas, pero su intención es seguir aumentando la venta directa, que en este momento representa para ellos unos 100 corderos al año. “La venta directa da mucho trabajo, porque hay que preparar los corderos, envasarlos y enviarlos. La diferencia de precio de vender a un tratante o a un particular no es mucha, pueden ser unos 30€ en cordero y hay que pagar el matadero y el transporte, pero es el orgullo de ver reconocido tu trabajo y valorado tu producto”, dice.

La venta directa da mucho trabajo, pero sirve para ver reconocido tu trabajo y valorado tu producto

Para promocionar su carne acuden a alguna feria, como Xantar en Ourense o la Semana Verde en Silleda, y disponen de página web y redes sociales. Pero lo que más les funciona sigue siendo el boca a boca y el facebook, a través del cual comenzaron a hacer envíos refrigerados mediante mensajería durante la pandemia.

“El tratante que nos llevaba los corderos nos había llamado y nos había dicho que no había salida para ellos y que teníamos que bajarles el precio, así que empezamos a movernos. Pero al tener tanta producción es muy difícil colocar todo en venta directa”, reconoce.

Venden también castañas que recogen en los sotos que pastorean con las ovejas y en los que hay castaños centenarios

Es partidario de que se intervengan los precios porque, dice, “no puede ser que se estén vendiendo los corderos a los precios de hace 30 años”. “Si cuentas la inflación un cordero tenía que valer 150€ para que esto fuera realmente rentable, pero estamos en la mitad”, indica.

Conseguir valorizar la lana

Granxa A Ciruxana (Viana do Bolo) esquilado

Otra de las intenciones de Xoán es conseguir sacar rendimiento a la lana de sus ovejas, que hasta hace poco era un simple desecho. Sin embargo, desde hace dos años sirve de materia prima para piezas de ropa y artesanía que elaboran diseñadoras como Lola García o Teté Mareque, que con el llamado proyecto Ardexarxe pretende aprovechar la lana de la explotación para que sea empleada por artesanos gallegos y de distintos países europeos.

Cada primavera, cuando vienen los esquiladores de la montaña de León a rapar las ovejas, Xoán y Teté escogen las ovejas por el color de su lana para una vez rapada llevarla al lavadero y darle una segunda vida.

“La Consellería de Medio Rural debería estar en el rural”

As ovellas de Xoán pastoreando unha zona de soutos centenarios

Las ovejas de Xoán pastoreando una zona de sotos centenarios

La acogida que los vecinos tuvieron con Xoán cuando decidió asentarse en la zona y crear su explotación fue muy buena. Le dieron todo tipo de facilidades y le cedieron las tierras. “En esta zona, aunque hay mucho abandono, la gente que queda sabe el valor del ganado, porque son gente mayor que hasta hace 15 o 20 años tuvieron ganado y valoran que las tierras estén limpias y trabajadas. Aquí no es como en otras zonas más pegadas a las ciudades, donde hay una desconexión de la población local mucho mayor y la gente que empieza allí tiene muchos más problemas y conflictos”, dice.

“El sector ovino tanto en Galicia como en el Estado español está a punto de desaparecer y tenía que tenerse más en cuenta porque hace una función muy importante a la hora de prevenir incendios, porque para que no haya fuegos lo que hacen falta realmente son ovejas y cabras, que son las que comen monte raso y superficies en las que las vacas no van a tener aprovechamiento”, defiende.

La gente aquí sabe el trabajo que da y los beneficios que aporta el ganado

“Tanto en Ardexarxe como en Fornelos de Filloás aunque venga un incendio de cuarta generación no van a arder las casas, porque hay ganado y hay alrededor mucho terreno limpio. Los pueblos de O Barco de Valdeorras que ardieron el año pasado si hubiese un rebaño como el nuestro no ardían”, afirma.

Para que no haya fuegos lo que hacen falta realmente son ovejas y cabras y, sin embargo, el sector ovino en Galicia está a punto de desaparecer

En las parcelas de prados y pastizales las ovejas pacen todo, pero en las de monte y pasto arbustivo “a veces cada segundo año hay que repasar pasando el tractor con la desbrozadora”, reconoce Xoán, aunque “con este sistema de pastoreo con cargas instantáneas altas seleccionan menos y el rechazo es mucho menor, porque cuando entran a una parcela con érica joven prácticamente la comen ellas todas”, dice.

Complemento con la venta de castaña

Entre las parcelas que cuida Granxa A Ciruxana hay zonas de sotos con castaños centenarios que pastorean con el ganado y después en otoño aprovechan la recogida de la castaña, aunque los últimos años fueron malos a causa de la avispilla y la sequía.

“En esta zona la castaña siempre fue un complemento muy importante”, dice. Trabajan variedades propias de la zona, como rapada, inxerta o porteliño y están haciendo alguna plantación nueva en sus fincas.

Están recuperando también las fuentes y las charcas de riego, que emplean además para beber el ganado. Mediante un sistema de sifón invertido o balancín, en función del terreno, hacen que se abran solas cuando están llenas y rieguen por manta el terreno circundante.

Necesidad de rejuvenecer el sector

Xoán se incorporó a la actividad agroganadera hace ya casi 9 años, con 21, y echa en falta medidas para fomentar el relevo generacional y la incorporación de gente joven. “En esta comarca las cuentas que yo echo es que dentro de 10 años, cuando se jubilen los ganaderos que hoy tienen 50 y pico años, con ganado vamos a quedar cuatro”.

Propone seguir el ejemplo de Escocia, “donde se hace un esfuerzo por dignificar el rural en los colegios, donde descentralizaron las universidades para llevarlas a los pueblos y donde crearon una especie de Erasmus agrario”, enumera.

A la gente joven hay que explicarle las oportunidades que hay y decirle que existen fórmulas para tener calidad de vida en el rural

“Aquí todo se lleva para Santiago cuando la Consellería de Medio Rural, por ejemplo, tenía que estar en el rural, pero en el rural de verdad, no me vale Maceda, que está a media hora de Ourense, ni Ordes, que está a media hora de Santiago. Tenía que estar por ejemplo aquí, para que los funcionarios tuviesen que vivir aquí y ver los problemas que hay en el rural”, dice.

Entre las medidas que propone están “fomentar las actividades agroganaderas en los colegios e institutos y movilizar la tierra de verdad. Todas las parcelas abandonadas tenían que ir por ley a un banco de tierras y a quién se negase aplicarle un impuesto”, dice.

“Los estudios agrarios en Galicia están fatal”

“En el instituto de Viana, que para ciertas cosas funciona muy bien, cuando son las charlas de orientación vienen militares e ingenieros de mil cosas, pero no viene un ingeniero agrario. Aquí en esta zona, que hay terreno abandonado y posibilidades para dedicarte a esto, no te traen un referente que te anime y te diga apuesta por eso, que vas a tener una salida digna y buena”, propone.

«A mí siempre me gustó mucho la historia y el orientador me decía haz Historia y después ya te dedicarás al ganado, pero yo dije, no, yo voy a estudiar para esto y si tengo tiempo después ya haré Historia. Yo tenía las cosas muy claras, sino lo más probable es que no hubiese acabado en esto, porque todos los elementos alrededor jugaban en contra”, asegura.

Al instituto de Viana cuando son las charlas de orientación vienen militares e ingenieros de todo tipo, pero nadie te anima a dedicarte a la ganadería

“Los estudios agrarios en Galicia están fatal”, dice. «En Sergude solo dimos producción intensiva de leche y de mala manera: el ciclo dura dos años pero ordeñar ordeñamos solo una vez y para inseminar fuimos en una ocasión con un papel al lado de una vaca y no le pudimos ni meter a mano, con el tractor anduvimos un par de veces en una explanada totalmente llana, y así todo; muy mal. No sé si hoy han mejorado algo, pero en aquel momento era así. Ese tipo de estudios te tienen que servir para abrirte los ojos de las distintas posibilidades que hay y si solo se centran en un tipo de explotación intensiva de leche y te enfocan hacia ahí no ves más allá», critica.

 

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