La rinotraquis infecciosa bovina (IBR) está ampliamente extendida entre la cabaña ganadera. Esta enfermedad tiene gran relevancia en España y en concreto en Galicia, donde no se ve posible la erradicación a corto plazo. Ante esto, Galicia ha organizado recientemente una jornada internacional sobre esta enfermedad en la que han participado ponentes de Alemania e Irlanda, entre otros países.
En este reportaje, conoceremos la situación del país alemán, que ha sido declarado libre de IBR. Para explicar el caso alemán, el veterinario Karsten Donat, hace un repaso por los puntos principales de la normativa, así como por los errores comunes que se han cometido. Por su parte, María Guelbenzu, de Animal Health Ireland, explicará cómo han desarrollado el programa nacional, que está pendiente de aprobarse, por parte de un grupo de implementación, formado por entidades privadas y públicas.
IBR en Alemania
Sistemas de control
En Alemania disponen de dos estrategias de control de IBR en la normativa. Por un lado, a través de DIVA, que contempla la prueba gE-ELISA y la vacunación gE-marcada; es decir es una vacuna que permite diferenciar los animales vacunados de los infectados.
Por otro lado, está la prueba clásica, que abarca el virus completo o gB-ELISA. “Sin embargo, hay una diferencia: Con DIVA, en las grandes explotaciones se registraron muchos seropositivos, mientras que con la prueba clásica en las pequeñas explotaciones se presentaron pocos seropositivos”, indica el veterinario Karsten Donat.
En cuanto a los pros de DIVA, Donat indica que presenta síntomas clínicos bajos y seroprevalencia baja. Se trata de un concepto sencillo y coherente “y que tiene un alto nivel de aceptación entre los agricultores, algo muy positivo”. Es el mejor método para las grandes explotaciones y para la fase inicial de control, cuando tienen que convivir animales vacunados con infectados, antes de su reemplazo.
En cuanto a los inconvenientes, se necesita un testeo individual, si se busca tener un buen resultado. En el caso de los rebaños con más de un 10 % de nuevas infecciones en el último año, ahí sí que puede ser necesario tener una estrategia individualizada y especializada. Aún así, “creo que este sistema no es necesario en el caso de haya una prevalencia baja en las explotaciones”. Utilizan el sistema DIVA por dos motivos, primero para reducir las nuevas infecciones y luego para controlar el ganado joven con gE+, para poder sustituirlo por gE-.
Regulación nacional del BoHV1
Durante la exposición, ha concentrado los principales puntos de la regulación de 2005. Primeramente, se fijara que se realicen pruebas obligatorias para todos los rebaños (excepto los de engorde) y también definieran los conceptos “establecimiento libre de IBR” y “ganado libre de IBR”. Además, prohibieran la venta de animales que en las pruebas den seropositivo y era necesario contar con una certificación obligatoria en caso de querer mover ganado.
En cuanto a la vacunación, solo establecía la DIVA con inmunización primaria y refuerzo cada seis meses. “La autoridad competente podía prohibir o regular la vacunación”, indicó. En el caso de la legislación en relación con un brote, se alcanzó un acuerdo de que un seropositivo en una cabaña no era un brote. Se habla de más del 30 % de seropositivos en una cabaña.
Después de 20 años de actividades de control, los estados federados alemanes articularon unas normativas. En primer lugar, fue Baviera, luego Thuringia y luego el resto de estados federados. El último lo hizo en 2017. “Después de garantizar el estado libre de IBR, en 2018 pudimos ver que se mantuvo este estado con casos sospechosos, que bajaron con el paso de los años”, detalla el veterinario
Hay en ocasiones, que la aplicación de una estrategia de vacunación básica no previene eficazmente la infección
Thuringia y rebaños problemáticos
En 2008, en el estado de Thuringia, donde trabaja el profesional, registraron unas 275 cabañas de ganado positivas. Pero si se centran en cabañas de ganado con más de 30 cabezas positivas, el número se reduce a 56 cabañas. “De esta manera, estudiar lo que sucedía aquí era más fácil y se podía trabajar en lo que no funciona. Así, junto con nosotros y las autoridades realizamos los trabajos necesarios”. Así, en 2012 ya alcanzaron a una incidencia de 0. En ese mismo año, se estableció un sacrificio obligatorio de los últimos 800 sero+.
Un año más tarde, en 2014, se prohibió la vacunación contra la IBR en toda la región y también introducir ganado vacunado. A finales de año, realizaron 260.230 pruebas en las que se registraron 99 cabezas de ganado sero+, un porcentaje de prevalencia “extremadamente bajo”. “Así, se ha solicitado región libre de IBR en mayo de 2014 y este estatus se fijó en octubre”.
Estrategias de vacunación inadecuadas
Actualmente hay algunas medidas de bioseguridad que son deficientes, según explica el experto. Así, se realiza un comercio sin certificación oficial, se adquieren portadores silenciosos o se producen Infecciones durante el transporte (transporte no separado según estatus IBR). “En este caso, en Baviera era un estado que se declaró muy rápido libre de IBR y encontramos una asociación que lidiaba con los casos nuevos. Detectaron un problema de control específico que tiene que ver con la reactivación del virus”.
Hay en ocasiones, que la aplicación de una estrategia de vacunación básica no previene eficazmente la infección, por ejemplo: Uso de vacuna inactivada para la vacunación primaria, vacunación tardía en caso de alta presión infecciosa y otra infección o vacunación simultánea que dificulta una respuesta inmunitaria adecuada (por ejemplo, BVD, tricofitosis). También puede ser ineficaz con intervalos largos entre vacunaciones de refuerzo (rebaños de vacas nodrizas mantenidos en un sistema de pastoreo extensivo). “Es importante tener en cuenta estos factores, entre otros muchos”, puntualizó el profesional.
Necesidad de la normativa
“Desde mi perspectiva, es necesario disponer de una normativa nacional obligatoria. Es la única forma de garantizar el éxito según nuestra experiencia”, resaltó Donat y añadió que “hay que tener en mente el hecho de que es como un maratón, que puede durar dos décadas”.
El profesional destacó la importancia de tener una estrategia general, “pero siempre con la posibilidad de adaptarse a las distintas condiciones”. Para ello, considera importante disponer de toda la información necesaria y de todos los casos que hay en un Estado. También puntualiza la relevancia de los costes, puesto que rondan los 2-3 euros por cabeza y esto multiplicado por unos 15-20 añosb “un gasto considerable para los ganaderos”.
La flexibilidad de la estrategia es otro de los puntos clave en los que puso el foco el profesional, así como en la formación: “He descubierto las ADSG y me parecen que son muy importante para dar difusión y asesorar a los ganaderos sobre cómo actuar y qué normativas están vigentes. La formación e información son muy importantes”. Como último punto, puso el foco en motivar a las explotaciones para que alcancen el status de “libre”, “quizás se podrían plantear unos incentivos”.
El diseño del programa nacional de Irlanda cuenta con tres fases: reducción, erradicación y seguimiento
IBR en Irlanda
Propuesta pendiente de aprobación
Irlanda, al contrario de lo que sucede en Alemania, no cuenta con un plan nacional de control aún aprobado, pero en la actualidad está trabajando en una propuesta. Para presentar esa iniciativa, desde Animal Health Ireland realizaron un estudio donde se puede observar la prevalencia de la enfermedad por zonas y cómo afecta en los rebaños y en las cabañas ganaderas.
María Guelbenzu explicó que la los requisitos que se fijaron para llevar a cabo la propuesta. Por un lado, debe estar liderada por la industria “ya que es la encargada de elaborar las vacunas” y debe ofrecer un beneficio positivo. También tiene que estar alineada con los requisitos de la Ley de Sanidad Animal y facilitar las exportaciones a otras regiones con programas de IBR reconocidos por la UE o libres de IBR. Por otro lado, debe garantizar que los animales importados no representen un riesgo para el programa nacional y que, finalmente, logre la erradicación del IBR y el reconocimiento por la UE.
Fases del programa nacional
El diseño del programa nacional de Irlanda cuenta con tres fases que se deben seguir. Primeramente, hay una fase de reducción en la que se busca bajar la prevalencia usando vacuna en rebaños infectados e identificar rebaños libres de enfermedad “que se puedan exportar animales, mientras no se dispone del programa oficial”. La fase de erradicación se aplica una vez alcanzado el umbral de prevalencia del 10 % a nivel de rebaño y siempre alineada con la Ley de Sanidad Animal Europea. En este punto, ya se solicitará la probación del programa por parte de la UE. Finalmente, la fase de seguimiento en la que, una vez la UE reconozca a Irlanda como país libre de IBR, se hará un seguimiento de la enfermedad.
De esta manera, en la primera fase se realizará una investigación del estado de rebaño con muestras de granjas lecheras (leche de tanque) y granjas de carne (muestra de sangre de varios animales). En el caso de la leche de tanque, si el resultado es negativo (proporción estimada de vacas seropositivas en el rebaño de 0-15 %) se fija el rebaño con baja seroprevalencia. Mientras que si el resultado es positivo (proporción estimada de vacas seropositivas >15 %) rebaño de seroprevalencia media-alta.
El test se realizará a 30 animales seleccionados al azar, preferiblemente mayores de 9 meses “para evitar así que tengan anticuerpos maternos”. Se realizará IBR gE como marcador y ELISA para diferenciar entre vacunados e infectados. 0 o 1 positivo será de baja seroprevalencia y si tiene >2 positivos se determinará rebaño de seroprevalencia media-alta.
La vacunación de todo el rebaño ayuda a reducir el nivel de reactivación y nuevas infecciones en los rebaños infectados
Así, en la propuesta indican que para los rebaños de baja seroprevalencia se apliquen test individuales, se eliminen los animales seropositivos y que finalmente se monitorice anualmente el estado del rebaño. Para los rebaños de seroprevalencia media-alta, es obligatoria la vacunación de todo el rebaño y la monitorización en función de la prevalencia y el riesgo que tiene el rebaño. “Todo esto, siempre teniendo en cuenta las reglas de movimiento de animales que se establezcan en la UE y en los países a donde se exportan nuestros animales”, aclara.
Vacunas
La profesional ha recordado que las vacunas no evitan que los virus causen infecciones limitadas, pero que son útiles para reducir los signos clínicos de IBR y reducir la eliminación del virus tras la infección y reactivación. “La vacunación de todo el rebaño ayuda a reducir el nivel de reactivación y nuevas infecciones en los rebaños infectados y, en consecuencia, reducirá el número de animales positivos a IBR con el tiempo en un rebaño”, apunta María Guelbenzu.
En Irlanda solo cuentan con vacunas marcadas desde 2004, que carecen de la proteína gE. Además, para distinguir a los animales infectados de los vacunados han fijado la prueba DIVA (Differentiating Infected and Vaccinated Animals). “En el año 2023 se han puesto 3,16 millones de vacunas, una cifra inferior a otros por causas de comercialización. Estamos invirtiendo un montón de dinero en vacunas en Irlanda y podemos afirmar que vacunar a todo el rebaño es importante».
Riesgos y control del programa
Hay algunas actividades que suponen un mayor riesgo para el control de IBR en el ganado. La primera y más importante, según explica esta profesional, es la compra e introducción de ganado en el país. También mezclar el ganado local con otro ganado en pastos, ferias, mercados… Otro riesgo que destaca son los visitantes y el personal que sale fuera de la ganadería. “En una primera revisión, se ha concluido que cuanto mayores son las explotaciones, mayor es el riesgo.
Para realizar un control del programa han desarrollado un modelo matemático que denominaron Kerry Model. Se trata de un modelo adaptable en el que recogieron una representación realista de todo el sector ganadero irlandés (todo tipo de rebaños, características de gestión y ubicaciones reales) y también simularon todos los animales del rebaño. Así, de los 100.000 rebaños y unos 6,5 millones de vacas, recoge 5.000 rebaños y 350.000 vacas.
El sistema se basa en diferentes componentes: biología, manejo y movimientos y epidemiología. De esta manera, pueden observar como va evolucionando la situación. “Pero aun hay que mejorar el modelo ya que debe responder a preguntas como ‘¿cuántas dosis de vacuna serán necesarias? ¿Cuánto va a costar el programa? O ¿Cuántos test serológicos serán necesarios? Pero para ello seguiremos actualizando la información”.
Esta propuesta la están trabajando en el grupo de implementación de Animal Health Ireland, formado por representantes de las partes interesadas agrupadas en: organizaciones de agricultores, procesadores lácteos y de carne, agencias del gobierno, compañías de IA y servicios profesionales.
Cabe puntualizar que esta empresa público-privada funciona como una asociación sin ánimo de lucro, con una variedad de partes interesadas del sector privado provenientes de múltiples sectores y que trabajan en asociación con agencias gubernamentales y estatales. Así mismo, ser parte interesada conlleva una responsabilidad financiera para los miembros. De esta manera, el grupo que se encarga de estudiar el programa nacional de IBR ya cuenta con la propuesta, así como con diferentes iniciativas para complementarla y ampliarla. “Ahora solo queda que la estudien y la aprueben con los matices que consideren”.