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La planta láctea de Tegestacín (Outeiro de Rei) afronta un 2022 con incertidumbres sobre su futuro. La empresa ya le ha trasladado al personal que procederá a una reducción del cuadro de trabajadores, que ronda las 70 personas. El motivo último de la decisión es la pérdida de contratos de suministro de leche líquida con cadenas de distribución, a lo que hay que unir problemas de liquidez y de aumento de costes.
Sobre la mesa están diversas opciones. Una es que la industria llegue a cerrar por completo dentro de unos meses, si bien también hay otras alternativas, como una posible recuperación de la actividad de la planta, ligada a nuevos contratos y/o grupos inversores.
La antigua planta de Pascual en Outeiro de Rei se enfrenta así a un futuro incierto. Después de fracasar el proyecto de Alimentos Lácteos, que había impulsado un grupo de cooperativas apoyado por la Xunta, Tegestacin había reflotado la factoría, orientándola a prestarle servicios a industrias lácteas -incluida Pascual-, y a la producción de marcas blancas dirigidas a la distribución. Ahora su futuro está en el alero de nuevo.
