Crece la preocupación entre los productores de patata de A Limia ante la incertidumbre provocada como consecuencia de las lluvias, que están complicando la recogida de la producción.
«El año agrícola empezó mal y puede rematar peor. Las lluvias de la primavera retrasaron la siembra del cultivo de las patatas, por lo que el ciclo de cultivo también se retrasó para poder recoger las fincas cultivadas», explica el responsable del Sindicato Labrego Galego en la comarca de A Limia, Anxo Pérez Rúa.
La lluvias persistentes del otoño están dificultando la recogida de las patatas con maquinaria pesada, en unos casos porque el avance de la maquinaria es mucho más lento de lo habitual y, en otros casos, porque la excesiva humedad de las fincas hace muy compleja la entrada de maquinaria pesada en las mismas, por lo que imposibilita la recogida.
«Se nota ansiedad en la comarca porque la climatología no da tregua y los gastos que están invertidos en la tierra se establecen entre 6.000 y 8.000 euros por hectárea. Se estima que en la comarca de A Limia a día de hoy aún quedan más del 60% de las fincas de patatas sin recoger de las casi qué 5.000 hectáreas cultivadas habitualmente. Si no se dan recogido estas patatas las pérdidas en la comarca van a ser astronómicas», advierte Pérez Rúa.
«Luego de un año desastroso en la cosecha del cereal, en el que no se cubrieron costes de producción, quedaba la esperanza de que el cultivo de patata diese por lo menos salvado la campaña de la comarca, pero según van pasando los días a situación no hace más que agravarse», añade.
Ante esta situación, desde el Sindicato Labrego Galego-Comisións Labregas (SLG-CCLL) instan a la Consellería de Medio Rural a que «tome cartas en el asunto y, junto con el sector, empiece a trabajar en medidas que corrijan las enormes pérdidas económicas que va a suponer esta situación para una de las principales comarcas agrícolas de Galicia».