Inleit comunica a los ganaderos una bajada de 4 céntimos en el precio de la leche de este mes de marzo

La industria afincada en Teixeiro dio libertad a los productores para cambiar de empresa y algunos ya se marcharon a Río. Larsa y Entrepinares no mueven ficha por el momento de cara a la renovación de contratos

Inleit estandar

Camiones descargando en la planta de Teixeiro, que procesa leche procedente de 200 ganaderías y de otras industrias

Se acerca el momento de renovación de la mayoría de los contratos de entrega de la leche en Galicia con todo en el aire y con las empresas mirándose de reojo. Se esperan movimentos en los próximos días pero la primera en tirar la piedra ha sido Inleit, que comunicó a las 200 granjas que suministran a la planta de Teixeiro una bajada de 4 céntimos para el mes de marzo.

La industria había aplicado una subida en el mes de diciembre que duró poco. En enero ya bajó dos céntimos, dejando el precio base en 57,50 céntimos, más prima por volumen más doble A en calidad higiénico-sanitaria, lo que incrementaría el precio a las explotaciones más grandes hasta los 59 céntimos. Ese mismo precio se mantiene para febrero pero con la bajada de 4 céntimos para marzo el precio base quedaría en 53,50 céntimos, llegando a 55 céntimos en el mejor de los casos.

Los precios de Inleit en las granjas de más producción se situaban hasta ahora en el nivel de Entrepinares, Lactalis o Celta

Esos valores quedarían sensiblemente por debajo de lo que están pagando el resto de industrias a día de hoy en Galicia. Entrepinares, por ejemplo, pagó en enero a 58 céntimos más calidades (5 euros por tonelada a partir de 3,80% de grasa y 7 euros a partir de 3,20% de proteína). No se sabe aún cuál será el precio de febrero de la quesería de Vilalba, aunque no se esperan grandes diferencias con enero. Es un precio similar al que están pagando también Lactalis o Celta.

Río recupera el terreno perdido

El anuncio de bajada de precio de Inleit ha provocado ya la marcha de productores hacia otras empresas, como Celta, Reny Picot o Río, favorecido por la actitud de la propia empresa de Teixeiro, que dio cierta libertad a los ganaderos para cambiar de industria.

Desde Leche Río prefieren no confirmar estos movimientos, que se circunscribirían únicamente a unas pocas granjas para completar alguna de las rutas de recogida, e insisten en que la intención de la empresa es seguir en la misma línea de trabajo mantenida desde la llegada de Carmen Lence, intentando mantener y fidelizar a sus granjas proveedoras de leche.

Leche Río había sido la industria más perjudicada por la llegada de Inleit a Galicia en el año 2020, con una pérdida de un centenar de ganaderías

El aterrizaje de Inleit en Galicia en el año 2020 había provocado una fuga masiva de ganaderos de Leche Río hacia la nueva industria, comprometiendo el suministro a las plantas del Grupo Lence en Lugo y Arteixo y obligando a la empresa gallega a buscar nuevas granjas suministradoras. Por eso, el movimiento de Inleit hacia Río tiene una parte de devolución del golpe recibido en su día.

De buenos precios a una cierta decepción

No es la primera vez que Inleit aplica una bajada unilateral en el precio de la leche a sus ganaderos. El pasado 29 de enero comunicaba una bajada de dos céntimos en el precio a pagar por la leche ya recogida en ese mes y en junio del año 2020 enviaba una comunicación a los 146 ganaderos que le entregaban la leche en aquel momento con un descenso de entre 2 y 3 céntimos a causa de los efectos de la covid-19 y los retrasos en la entrada en funcionamiento de la planta de Teixeiro.

Aquella decisión provocó que algunos de los ganaderos perjudicados decidiesen llevar a la empresa a los tribunales, que dieron la razón a los productores que recurrieron en el juzgado el incumplimiento de contrato por parte de la industria.

La AICA multó la Inleit con 9.000 euros por prácticas abusivas frente a los ganaderos

Sin embargo, en esta ocasión la situación es diferente, ya que Inleit sigue con el contrato en vigor de abril de 2022, aplicando las subidas de los últimos meses en primas fuera de las establecidas en el contrato, lo que según la empresa legitimaría una bajada unilateral.

El proyecto de Inleit, que recibió el apoyo explícito de la Xunta para su implantación en Galicia, fue acogido en su momento con esperanza por parte del sector productor. Sin embargo, muchos de los ganaderos que se pasaron a la nueva industria se sienten ahora “decepcionados», sobre todo «por las formas y la poca seriedad». De hecho, la AICA acaba de sancionar recientemente a la empresa por estas prácticas con una multa de 9.000 euros, tras una denuncia del sindicato Unións Agrarias.

Gran dependencia de los mercados internacionales

Inleit es el resultado de la unión en 2017 de Lácteos Industriales Agrupados (LIASA), con planta en Guadalajara, y Richs Products Corporation, multinacional norteamericana con sede en Búfalo (Nueva York).

El grupo ha invertido en Teixeiro 130 millones de euros en una moderna factoría de 12.700 metros cuadrados que tiene capacidad para procesar 700.000 litros diarios con los que obtener distintos productos derivados en base a la proteína láctea.

La planta de Teixeiro fue dimensionada para más volumen del que está trabajando en este momento

La planta tiene capacidad para tratar el 9% de la producción láctea total de Galicia. Con todo, funciona en la actualidad a menos del 50% de su capacidad, con una previsión para el año 2022 de procesar 320 millones de litros de leche.

Además de la leche que recoge directamente en más de 200 granjas, en cierta medida Inleit funciona también como regulador del mercado interno de la leche en Galicia, absorbiendo los excedentes de otras empresas y cooperativas.

Inleit ha perdido clientes en China y mantiene un importante stock de producto almacenado en su planta de Teixeiro

Inleit está centrada en la elaboración de productos industriales y también por eso está más expuesta a la volatilidad de los mercados internacionales, con precios de la leche en polvo o la mantequilla que llegaron a máximos históricos en la primavera pasada pero que comenzaron a bajar desde entonces, manteniendo en estos momentos niveles más moderados.

La empresa de capital español y americano exporta sus productos a 40 países. Dos tercios de las ventas se realizan tanto en la UE como en Asia, África, América y Oriente Medio. La situación de mercado sería delicada en estos momentos para Inleit, puesto que a la bajada de las cotizaciones internacionales se añadiría la pérdida de clientes en mercados clave como el chino, lo que habría provocado un importante stock de producto.

¿Punta de lanza de una bajada generalizada?

Entre el sector productor de leche en Galicia preocupa notablemente el movimiento efectuado por Inleit, ante el temor a que arrastre a otras industrias que estaban esperando algún tipo de movimiento entre las empresas que compran leche en la comunidad para llevar a cabo una corrección genrralizada de los precios a la baja.

Al igual que la decisión de Entrepinares en el pasado mes de septiembre de subir 6 céntimos el precio de la leche en origen desencadenó la escalada de precios que se vivió hasta diciembre, se teme ahora que la decisión de bajada por parte de Inleit abra una fase de descensos cuando los costes de producción por parte de las granjas continúan siendo elevados.

Las industrias quieren bajar el precio y estaban esperando a que alguna diese el primer paso

La palabra más repetida en este momento desde el ámbito industrial es “incertidumbre” a respecto ya no solo de lo que va a suceder a medio y largo plazo, sino incluso en lo más inmediato, a uno o dos meses vista. Esto está provocando que a estas alturas, a menos de un mes para la renovación de la mayoría de los contratos, no haya aún ofertas en firme ni se haya iniciado formalmente la negociación entre industrias y ganaderos.

Los precios de febrero, aún en el aire

Ninguna empresa quiere hablar del mes de abril y las ofertas de última hora, con contratos a muy corto plazo, están siendo la tónica general para la renovación de la compra de leche en Galicia esta primavera.

En esta situación de máxima incertidumbre y después de precios históricos pagados en el campo en los últimos meses, a día de hoy muchos ganaderos no saben ni siquiera a que precio van a cobrar la leche entregada en el mes de febrero.

Las ofertas de última hora con contratos a muy corto plazo están siendo la tónica general para la renovación de la compra de leche en Galicia esta primavera

Las granjas que entregan la Larsa, Lactalis o Entrepinares finalizan contrato a finales de marzo, mientras que las de Celta lo hacen a finales de abril. Lactalis hizo una primera oferta a 57,50 céntimos pero en el caso de Larsa, Celta, Entrepinares o Leche Río nada se sabe.

Cooperativas como Aira o Clun van a rebufo en las subidas, pero también en las bajadas. El compromiso de la cooperativa surgida de la unión de Feiraco, Clun y Melisanto con sus socios es pagar por encima de la media del Observatorio Lácteo de Galicia, con estratos diferentes en función del consumo de productos y servicios a la cooperativa.

Las industrias buscan efectuar bajadas sin perder proveedores para asegurarse el aprovisionamiento

La intención generalizada de las industrias de cara a la renovación de contratos en abril es aplicar una corrección a la baja en los precios pero buscan hacerlo sin correr el riesgo de perder aprovisionamiento en un momento en el que la producción no ha logrado aún recuperarse.

Ofertas en el último día de contrato

A pesar de que el Paquete Lácteo y la Ley de la Cadena Alimentaria, con las sucesivas reformas aprobadas para proteger los intereses de los productores, fijan un mínimo de dos meses para la presentación de las ofertas de renovación por parte de las industrias, este plazo no está siendo cumplido por prácticamente ninguna de las empresas que recogen leche en Galicia.

Algunas, como Reny Picot, incluso están haciendo llegar el precio de renovación a los productores el mismo día que vence el contrato. Fue lo que les sucedió ayer a granjas de la provincia de Lugo que suministran a la empresa asturiana.

La regulación aprobada en los últimos años no está sirviendo para proteger de manera efectiva los intereses de los productores

“Hoy era el último día de contrato y fue cuando nos comunicaron la oferta de renovación. Antes te enterabas del precio cuando te llegaba el talón para cobrar la leche del mes, ahora te enteras un poco antes, el primer día que te llevan la leche”, se quejaba ayer el ganadero.

La oferta de renovación de Reny Picot es solo por un mes y baja un céntimo el precio de la leche para marzo (60 céntimos) respecto de febrero (61 céntimos). En el caso de contratos a tres meses, la rebaja es de dos céntimos (precio base de 59 céntimos).

La alimentación del ganado, más cara en 2023 que en el 2022

En la negociación que está a punto de abrirse, la intención de los ganaderos es mantener dentro de lo posible los precios de finales de año, que incrementaron notablemente la rentabilidad de las granjas, con el argumento de que los costes de producción siguen altos.

Los ganaderos argumentan así que, puesto que los costes de producción no han bajado, tampoco lo debe hacer la leche. La soja y el maíz, los dos productos de referencia que marcan la tendencia del resto de oleaginosas y cereales empleados en la fabricación de piensos, se mueven en este momento por encima de los 600 euros la tonelada en el caso de la soja y de los 350€ en el caso del maíz. En los forrajes, la alfalfa está en 400€.

A esto, habría que añadir los costes de la propia alimentación producida por las explotaciones. Las ganaderías están consumiendo en este momento los silos de hierba y maíz recogidos el año pasado, cuando la subida de los combustibles y los fertilizantes supuso un incremento de 5 a 6 céntimos en el kilo de forraje, un sobrecoste que las granjas no notaron en el 2022 en la alimentación del ganado, pues esa parte de la ración procedía de los ensilados del año 2021.

Lo que parecía una recuperación de la producción en países como Francia está siendo un espejismo

Por eso, desde las organizaciones agrarias insisten en que “no hay razones para bajar el precio de la leche en este momento”, debido entre otros factores a que la producción aun no ha acabado de recuperarse tras el descenso del año pasado.

Además, se muestran críticos con la actitud que está manteniendo la Xunta, a la que acusan de estar haciendo “el trabajo sucio a las industrias” con declaraciones como las que este martes realizó en Lugo el director general de Ganadería, José Balseiros, en las jornadas organizadas por Africor.

“La Xunta insiste en que el 2022 fue un año histórico para el sector, echando mano de los datos de un informe que dice que los precios de la leche subieron un 65% y los costes un 11% pero que no tiene en cuenta el incremento de costes del año anterior. El triunfalismo de la Xunta no está ayudando y está siendo utilizado por la industria”, insisten desde las organizaciones que aglutinan a los productores.

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