Tras casi dos años y medio fuera del cargo, y con dos presidentes de por medio, José Luis García Pando volvió el pasado mes de julio a ser elegido presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valdeorras.
Este viticultor y bodeguero -con otros socios posee la bodega “O Casal”- ya ocupó el cargo entre los años 2006 y 2015. Su negativa a retirarle los expedientes sancionadores a más de 150 viticultores que se sobrepasaran en los límites de producción fijados en el reglamento, lo llevó a presentar su dimisión.
Ahora vuelve al cargo con el apoyo de los vocales de la Asociación de Empresarios Bodegueros de Valdeorras, el Sindicato Labrego Galego y Viticultores Independientes de Valdeorras.
¿Cómo se presenta esta vendimia 2017 en la Denominación de Origen Valdeorras?
Es una vendimia complicada por diversos motivos: porque lleva mucho adelanto con respecto a un año normal, complicada por las heladas de abril, porque hubo una sequía bastante considerable, que no está solucionada porque no llovió lo suficiente. Y también porque el granizo de finales de agosto también afectó a algunas partes de la Denominación de Origen y eso obligó a vendimiar rápido para evitar problemas.
Es muy aventurado hacer previsiones de cosecha porque es muy desigual en las distintas zonas. Así, se pueden encontrar zonas donde el viñedo fue quemado por la helada y viñas perfectas y con una producción considerable. Este año si no fuera por la helada sería un año de récord de producción porque en los sitios donde no afectó hay mucha cantidad y calidad.
¿Cómo valoras las medidas de apoyo a los viticultores puestas en marcha por la Consellería de Medio Rural para paliar los daños de las heladas y del granizo?
El gobierno de la Xunta de momento en Valdeorras no ha hecho absolutamente nada para apoyar a los viticultores ante las inclemencias meteorológicas. Cuando granizó el año pasado aquí, no le dieron un duro a los viticultores, pero en la Ribeira Sacra sí, a pesar de que afectó menos. Y lo mismo este año cuando heló y granizó, cuando parece que en el Ribeiro sí que van a dar ayudas en los ayuntamientos de Cenlle y de Castrelo de Miño.
“La Administración no se preocupó de buscar fórmulas para ayudar a los viticultores afectados por las heladas y el granizo”
La Administración no se preocupó de buscar fórmulas para ayudar a los viticultores ante una situación muy grave para un número muy importante de productores. Desde que se creó la Denominación de Origen de Valdeorras nunca recibimos una ayuda por un percance meteorológico, cuando el año pasado se pidió la declaración de zona catastrófica y este año también.
¿Te sorprendió tu elección como presidente de la Denominación de Origen?
El presidente del Consejo Regulador no es una figura presidencialista que manda a su antojo, sino que fui elegido por la mayoría de los vocales del Consejo Regulador, y representando a un proyecto y a un programa para la Denominación de Origen. Se barajaron distintas personas y en este caso la mayoría del pleno consideró que fuese yo quien represente al conjunto del grupo.
¿Cuáles son los objetivos que te marcas para tu mandato?
Los objetivos son claros, potenciar la marca Valdeorras, que se conozca en los más sitios posibles, sobre todo en los mercados potenciales para nuestro vino y seguir con la senda de promoción.
Además, una DO es un organismo de control de la producción, de forma que el vino que se elabore aquí y tenga la contraetiqueta del Consejo Regulador sea elaborado únicamente con uvas procedentes de viñas inscritas en la DO. Control del origen, trazabilidad y realizar todo el labor promoción que se poda hacer son los objetivos principales.
“Es imprescindible lograr la acreditación ENAC”
El otro gran reto es lograr la acreditación de ENAC, que quedó pendiente del anterior mandato y es imprescindible que la consigamos. Haremos todo el posible para que nos acrediten según esa norma de calidad y podamos tener así una seguridad jurídica.
Es una norma de calidad a la que nos obliga Europa y la legislación vigente y parece que algunos no se quieren enterar de esta realidad. Hasta ahora las administración no tomaron medidas contra las Denominaciones de Origen sin acreditación ENAC y es evidente que a las pocas que no lo hagan algo les va a pasar. En Valdeorras no queremos estar en ese grupo, que nos puede suponer que incluso nos retiren la capacidad de elaborar vino bajo el amparo de la Denominación de Origen.
Su dimisión como presidente del Consejo Regulador en el año 2015 vino motivada por su decisión de no retirar las sanciones a un grupo de viticultores que se habían excedido en el límite de producción fijado en el reglamento. El siguiente equipo directivo de Francisco García consiguió elevar estos rendimientos autorizados. ¿Piensa modificar este cambio en el reglamento?
Cuando estuvimos gobernando, entre el año 2006 y el 2015, elaboramos un reglamento vigente hasta ahora, con producciones más limitadas. Sin embargo, sí tuvimos la salvaguarda de poder aumentar de forma excepcional en un año de gran cosecha un 25% los rendimientos máximos autorizados, que son las cantidades que aumentó de forma generalizada la anterior directiva.
Creo que en la anterior etapa si se hubiera obrado con cabeza las limitaciones de producción no deberían ser problemáticas y cuando las campañas fuesen buenas en producción se podrían aumentar ese 25% los rendimientos. El problema es que se empezó a utilizar esa excepción de forma arbitraria y a discreción, y ahí comenzaron los problemas.
“Aumentar el límite de rendimientos del viñedo no es bueno a largo plazo”
En estos temas de limitación de los rendimientos debemos estar de acuerdo la inmensa mayoría, por que lo que no vamos a hacer es andar cambiando según quien gobierne. Si no hay ese amplio consenso es mejor dejar las cosas como están hasta que lo tengamos todos claro.
Creo que los aumentos de producción no son buenos a la larga. Es cierto que en un momento puntual pueden suponer aumento de ingresos, pero si aumentamos demasiado la oferta bajan los precios.
¿Cuales deberían ser los límites de rendimiento para los viñedos en Valdeorras?
El programa con el que nos presentamos a las elecciones tenía un punto muy claro: queremos que el kilo de uva Godello se pague por encima de 1,2 euros y el de Mencía por encima de 1 euro.
Esto es clave porque de esta forma sabemos que para el viticultor le es rentable trabajar el viñedo. Queremos que un productor con una superficie relativamente pequeña le sea rentable trabajarla e incluso pueda vivir de ello. También que los precios no suban de forma excesiva pues provocarían que las bodegas tengan dificultades para comercializar el vino.
“Queremos que la uva Godello se pague por encima de 1,2 euros el kilo y de 1 euro en el caso de la Mencía”
En definitiva, que haya una proporcionalidad en el precio. Eso es un punto clave de nuestro programa y buscaremos un consenso, pero ante todo cumpliremos el programa con el que nos presentamos a las elecciones.
En estos tres últimos años, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valdeorras vivió una situación convulsa, con nada menos que tres presidentes. ¿Cuáles son las razones de fondo de las discrepancias en el seno del Consejo Regulador?
Por una parte debido a intereses sindicales y políticos, pero también a visiones encontradas de lo que es la viticultura y una Denominación de Origen.
Es decir, hay un sector que piensa que todos somos buenos, que no hay que expedientar a nadie, y otros que pensamos que todos somos buenos pero cuando se demuestra que alguien hace las cosas mal hay que pararlo, porque eso nos perjudica a todos. Si no perjudicara a nadie sí que podríamos ser magnánimos.
“Hay un sector en el Consejo Regulador que no es partidario de expedientar. Yo sí, porque el que hace mal las cosas nos perjudica a todos”
¿Comparte la opinión de algunos bodegueros y viticultores que defienden que los vinos de la zona del Bibei tengan una mayor diferenciación dentro de la DO Valdeorras?
La zona del Bibei tiene un enorme potencial y en los últimos años se recuperaron muchos bancales por parte de bodegas que vieron la calidad que se produce en esos terrenos.
En cuanto a diferenciar más los vinos de las distintas zonas de Valdeorras, es un debate al que le veo ventajas e inconvenientes y estoy abierto a abordarlo. Pero también hay que recordar que el reglamento del Consejo Regulador ya permite elaborar 6 tipos de vinos. Y la dificultad que se nos presenta al Consejo Regulador es poder controlar eso para ofrecerle al cliente las máximas garantías. Por eso, creo que si abrimos el abanico a subzonas, eso debe ser siempre controlable y controlado.
“Podemos abrir el abanico a subzonas pero siempre que sea controlable”
También quiero recordar que en Valdeorras tenemos una enorme riqueza de suelos, con variaciones importantes incluso cada 200 metros, y eso es algo que se traslada a las uvas y a los vinos. Es decir, en esta comarca tenemos la riqueza de tener suelos graníticos, de pizarra, calizos, de arrastre fluvial y arcillosos. Y la mezcla de uvas producidas en esos distintos tipos de suelos son la clave para la riqueza y la complejidad de los vinos de Valdeorras.
Valdeorras está concitando en los últimos años el interés de bodegas de fuera de Galicia que se quieren asentar en esta DO. ¿Puede adelantarnos algún proyecto de implantación de nuevas bodegas?
Sí hay bodegas interesadas pero prefiero no hablar mientras no se concreten en la realidad, porque normalmente estos procesos llevan años, hasta que las bodegas deciden comprar viñedos y poner en marcha su propio proyecto.
La realidad es que si vinieron empresarios de fuera a interesarse por Valdeorras es porque vieron que los viticultores y los bodegueros de esta D.O ya llevaban años elaborando unos vinazos, haciendo las cosas bien y demostrando que podemos competir con cualquiera.
En todo caso, que vengan proyectos de fuera siempre es positivo porque en algunos casos trajeron nuevas formas de elaborar y a veces suelen tener mayor capacidad comercializadora.