La agricultura de precisión presenta tres ventajas principales para las explotaciones: un ahorro de costes, una reducción de tiempo de trabajo en campo y mayor comodidad para el operador. Son ventajas que llevan a Agrícola Noroeste a estar convencida de que la agricultura de precisión se generalizará en Galicia, por lo que ha apostado por centrar en este área su reciente presencia en la feria Cimag – Gandagro (Silleda).
“Contamos con un departamento de 8 personas para dar soporte y optimizar la tecnología de la agricultura de precisión de nuestros clientes. En muchos casos, ya la han adquirido y nuestro apoyo se orienta a lograr el mayor provecho de las nuevas tecnologías”, explica Mario Pellitero, responsable de agrotech en Agrícola Noroeste.
Formación y precio, dos barreras que ya no lo son
“La agricultura de precisión está entrando poco a poco. Una de las barreras es la formación y el precio también es un condicionante, pero son factores que se están superando”, explica Mario Pellitero, responsable del departamento agrotech en Agrícola Noroeste.
“En formación, ofrecemos a nuestros clientes formación tanto en aula como en campo. Y en cuanto al precio, ahora mismo hemos lanzado un paquete atractivo con el que a partir de 3.000 euros pueden iniciarse en la agricultura de precisión”, señala Mario.
Guiado GPS
El primer paso en la agricultura de precisión consiste en el guiado GPS del tractor, que evita los solapamientos en los trabajos y aporta comodidad al operador.
Trabajo por secciones: abonado variable
Un segundo paso se sitúa en trabajar los terrenos por secciones, pues buena parte de las parcelas no son uniformes. De esta forma, se aplican dosis variables de abono y semilla en función de los rendimientos de cada parte.
“Toda la información que se capta en campo se envía a una nube de John Deere, que es el centro de operaciones, donde entra nuestro trabajo de apoyo”, explica Óscar Solís, uno de los técnicos de agricultura de precisión de Agrícola Noroeste en Galicia.
“La información más importante es un mapa de rendimientos de la última cosecha. Podemos añadirle un análisis de suelo, incluso vuelos de dron, y muy importante, la propia opinión personal del propietario, que es el que mejor conoce su terreno. Sobre esa base, podemos diseñar por ejemplo un abonado variable, para optimizar el gasto de abono y lograr un mayor rendimiento”, destaca Óscar Solís.