Los mastines son los mejores animales para proteger el ganado frente al lobo. Con la finalidad de conocer cuáles son las características de estos perros y aprender sobre la labor que ejercen, Sara Bermúdez ha realizado el Trabajo de Fin de Grado ‘Caracterización morfológica del mastín de trabajo en Galicia’.
La recién graduada ha obtenido un 9,6 de nota con este trabajo y en esta entrevista explica cómo ha desarrollado la investigación, cuáles son las características morfológicas de estos animales y también aborda la polémica sobre la peligrosidad de los perros para las personas.
– ¿Qué la ha llevado a focalizarse en esta temática?
Decidí realizar mi Trabajo de Fin de Grado sobre los mastines de trabajo por varios motivos. Se trataba de una investigación de modalidad experimental que me permitía estar en contacto directo con los perros, aprender sobre la labor que ejercen los mastines, conocer más el sector rural, con el que previamente no estaba muy familiarizada, y recorrer la comunidad autónoma descubriendo lugares nuevos. Además, apenas hay estudios sobre estos perros en España y mi trabajo me parecía una oportunidad para dar a conocer su morfología y cómo afecta a su función.
– ¿Cómo ha desarrollado la investigación?
Primero, realicé una búsqueda bibliográfica para contextualizar el tema. Posteriormente, analicé qué medidas corporales habían empleado otras investigaciones y podían resultar relevantes para mi trabajo. Me sirvieron bastante de guía los estudios de Mariano Herrera y Manuel Luque sobre el Mastín Español, así como los criterios morfológicos del estándar oficial para ver cuánto se ajustaba mi población de estudio.
Finalmente, elaboré una ficha biométrica de carácter individual dividida en diferentes apartados para poder recopilar toda la información necesaria de los mastines. Para acceder a las ganaderías elaboré un mensaje de difusión en el cual explicaba el procedimiento de la visita y se difundió por diferentes grupos de Whatsapp de ganaderías extensiva en Galicia.
La investigación se realizó en 73 mastines localizados en 28 rebaños de 20 ayuntamientos diferentes de Galicia
– Para llevar a cabo el proyecto, ¿ha sido necesario observar cómo trabajan estos animales?
Era necesario conocer si realmente se trataban de perros protectores de ganado. Al llegar a las explotaciones, observaba si el perro estaba junto al rebaño o en la puerta de casa, estos últimos quedaban descartados del estudio. Previamente a la toma de medidas realizaba un cuestionario al ganadero acerca del comportamiento del mastín que me permitía saber si trabajaba adecuadamente y tenía un vínculo fuerte con el ganado. Por falta de tiempo no he podido observarles trabajando todo lo que me gustaría, ya que tenía que medir bastantes perros de zonas cercanas en un mismo día.
– ¿Con qué rebaños y en qué zonas ha realizado la investigación?
La investigación se realizó en 73 mastines localizados en 28 rebaños de 20 ayuntamientos diferentes, 6 en A Coruña (A Capela, As Pontes de García Rodríguez, Carral, Monfero, Porto do Son y Narón), 9 en Lugo (Becerreá, Cervantes, Cospeito, Friol, Guitiriz, Irixoa, Meira, Pastoriza y Riotorto) 2 en Ourense (Vilariño de Conso y Viana do Bolo) y 4 en Pontevedra (Cotobade, Dozón, Lousame y Mondariz).
– ¿Cuáles son esas características morfológicas que determinan que es perro de trabajo en Galicia?
En mi estudio no se ha encontrado un patrón morfológico específico para los mastines de trabajo debido a la gran variabilidad morfológica. A grandes rasgos podríamos decir que se tratan de perros mesocefálicos, de aproximadamente 70 cm de altura, con estructura mediolínea y 55 kg de peso. No obstante, los resultados de mi trabajo reflejaron una importante variabilidad genética.
– Los mastines que no cumplen con esas características, ¿se descartan para el pastoreo?
No, dado que como he comentado anteriormente, hay bastante variedad morfológica y no por ello son menos aptos para el trabajo. Es importante valorar la morfoestructura, pero también su comportamiento con el rebaño, ya que es muy importante que como perro de guarda y defensa manifieste una aptitud de máxima fidelidad hacia el rebaño que protege y no descartarle sólo por no cumplir una morfología concreta.
Los mastines normalmente dejan de trabajar cuando alcanzan la etapa senior, en razas grandes se alcanza alrededor de los 8-10 años
– ¿A qué edad empiezan a trabajar los mastines? ¿Y hasta qué edad son buenos para el pastoreo?
Lo más aconsejable sería obtener descendencia de mastines de trabajo con buenas cualidades conductuales y con una morfoestructura saludable, así evitamos reproducir caracteres que afecten a su progenie.
Desde su nacimiento hasta aproximadamente los 3 meses suelen estar en la cuadra con las crías del ganado para que desde el día uno esté en contacto directo con el rebaño, de esta manera fortalecemos el vínculo afectivo entre ambas especies. A los 3 meses comienza el plan de desparasitación y vacunación de los cachorros, por lo que a partir de este momento podrán salir de la cuadra en compañía de otros mastines de trabajo que servirán de guía a los cachorros. Durante los primeros meses es muy importante prestarles atención y realizar una buena educación para evitar y corregir cuanto antes ciertas alteraciones de la conducta.
Normalmente dejan de trabajar cuando alcanzan la etapa senior, en razas grandes se alcanza alrededor de los 8-10 años. Este envejecimiento conlleva algunos trastornos degenerativos y orgánicos asociados a la edad, reduciendo su rendimiento de trabajo.
– Al estar en contacto permanente con ganado, ¿cogen más enfermedades?
Los perros rurales presentan más riesgo de contraer enfermedades que los perros urbanos, ya que permanecen al aire libre la mayor parte del día y están más expuestos a enfermedades transmitidas por vectores como pulgas, garrapatas, mosquitos, ácaros, flebótomos, etc. A su vez también están en contacto con el ganado y otras especies silvestres, favoreciendo la propagación de ciertas enfermedades. Por esta razón, es fundamental llevar a cabo una buena desparasitación externa, interna y tener al día la cartilla de vacunación de todos los animales.
También es importante revisar frecuentemente el estado de la piel y pelaje de los perros y mantener un buen estado externo e interno con visitas regulares al veterinario para garantizar que se encuentra en un buen estado de salud. Es importante prestar atención a esta cuestión ya que nuestra especie no se exime de padecer algunas de estas enfermedades.
– ¿Cuáles son las principales conclusiones que ha obtenido de la investigación?
Se determinaron varias conclusiones. En primer lugar, se observó que la mayor parte de los mastines de trabajo de mi estudio se encuentran en ganaderías de tipo extensivo y en rebaños de hasta 150 animales, en los que predomina la especie ovina.
En relación con la caracterización morfológica, destacó un marcado dimorfismo sexual, principalmente en el peso, el cual fue un 12 % mayor en machos que en hembras. También se halló una amplia variabilidad de las medidas corporales, con 10 posibles patrones morfológicos diferentes.
Los coeficientes de correlación de las variables de las medidas morfológicas reflejaron un modelo morfoestructural medianamente armónico de raza, es decir, más adaptado a las condiciones de campo donde trabaja.
Finalmente, los mastines de trabajo de Galicia no se ajustaron a la mayoría de las proporciones corporales establecidos por el estándar, por lo que se manifiesta la necesidad de una revisión o adaptación de este.
Si los ganaderos o personas responsables realizan una buena educación y cuidados no tienen por qué ser peligrosos
– En el mundo del mastín de trabajo hay una polémica constante sobre el tamaño, el peso, la cantidad de piel, … en global, la morfología para que protejan mejor al ganado del lobo y del oso. ¿Qué piensas que ha aportado tu trabajo a este debate?
A lo largo de mi investigación he sido consciente de lo importante que es la presencia de una persona especialista en salud animal (veterinario o biólogo) con los conocimientos necesarios de la temática en cuestión para tomar decisiones razonables, con criterios saludables y funcionales para los animales. De este modo evitaremos reproducir características morfológicas o fanerópticas basadas en una preferencia estética determinadas por intereses personales sin fundamento científico detrás y que resultan perjudiciales para su salud.
– Los mastines son el método natural más eficaz para luchar contra el lobo, pero en algunas zonas donde hay turismo también suponen un “peligro” para los viandantes. ¿Son un peligro real? ¿Cómo habría que actuar al encontrarse con perros que protegen al ganado?
Los mastines de trabajo son perros que por su apariencia física y comportamiento protector resultan amenazantes. Si los ganaderos o personas responsables realizan una buena educación y cuidados no tienen por qué ser peligrosos. Existen manuales que sirven de guía a los ganaderos para ayudarles durante este proceso. No obstante, hace falta realizar más estudios para seguir investigando el comportamiento de estos perros y poder transmitir esta información a los ganaderos y a la población en general, y así evitar situaciones de riesgo.
Ante este tipo de escenarios habría que actuar con normalidad evitando interrumpir su trabajo, es decir, evitar; gritarles, hacer gestos bruscos, mirarlos fijamente, dirigirnos rápidamente hacia el ganado, llevar a nuestros perros sueltos, en definitiva, no molestarles, pasar tranquilamente para que ellos no nos perciban como una amenaza.
Una medida que podría ayudar es la colocación de carteles antes de llegar a las zonas donde habitan perros de protección de ganado para alertar a las personas que anden cerca y así evitar los comportamientos que mencioné anteriormente.
– Hace unos meses hubo polémica en Zamora por un ataque mortal a una persona por parte de perros que protegían al ganado. ¿Cómo se podrían reducir estos incidentes?
Como he mencionado anteriormente, los ganaderos o personas responsables de perros de trabajo deben realizar un buen cuidado y manejo de estos. Es muy importante conocer cómo se comporta cada raza de perro para así poder cubrir las necesidades específicas raciales. Si se tienen diferentes razas de perros de trabajo, la mejor opción es mantenerlos en espacios diferentes. Los perros de Carea (leoneses) y los mastines protectores del ganado necesitan una educación y adiestramiento diferente, dado que las tareas que realizan son distintas.
Como he comentado, si realizamos un buen trabajo con ellos desde su nacimiento no tienen por qué desencadenarse estos comportamientos hacia los transeúntes, ellos saben diferenciar qué situaciones son un peligro real para el ganado y cuáles no.
Me gusta mucho el artículo del Mastín ganadero, realizado por Sara Bermúdez.