Así es Novipro, el plan de recría de novillas de la cooperativa Clun

La cooperativa gallega lanza un plan para mejorar la recría entre sus ganaderías socias. Se trata del segundo capítulo de gasto de una granja y en el que existe mayor margen de mejora. Este miércoles se presentó ante unos 200 ganaderos en la planta de CLUN en Pontemaceira

Así es Novipro, el plan de recría de novillas de la cooperativa Clun

Presentación de NOVIPRO en la sede de CLUN en Pontemaceira

Unos 200 ganaderos se dieron cita este miércoles en la sede de Cooperativas Lácteas Unidas (CLUN) en Pontemaceira (Ames-A Coruña) para asistir a la presentación de NOVIPRO, el programa de mejora de la recría de novillas con el que la cooperativa pretende mejorar la rentabilidad de sus ganaderías socias.

Y es que, tal y como expusieron todos los ponentes, la recría es el área en la que a día de hoy existe un mayor margen de mejora en las ganaderías de vacuno de leche, un aspecto clave teniendo en cuenta que es el segundo capítulo de gasto de una granja, oscilando entre el 15 y el 20% del total. Otro dato ilustrativo de lo que se puede mejorar es que el porcentaje de eliminación de los animales que no superan la primera lactación puede llegar al 45% y de media ronda el 20%, penalizando de forma importante la rentabilidad de la granja.

En este sentido, el programa NOVIPRO, desarrollado por los técnicos de CLUN en colaboración con MSD Animal Helth, se marca como objetivo incrementar la producción vitalicia y la longevidad de las vacas, reducir la tasa de reposición, mejorar el estado de salud del rebaño y, en definitiva, incrementar la rentabilidad de las empresas ganaderas.

En la presentación de NOVIPRO, que el martes se realizó en la sede de CLUN en Ribadeo y este jueves en Melide, intervinieron el director general de la cooperativa, José Luis Antuña; Carolina Tejero, técnica de vacuno lechero de MSD Animal Health; Alfonso Goris, jefe de alimentación animal de CLUN y Juan Gómez-Vadillo, jefe de ventas agroganaderas de CLUN .

10 claves para mejorar la recría en vacuno de leche

A modo de resumen, las principales claves del programa NOVIPRO en las que incidieron los ponentes son:

1) Recogida de datos:

Uno de los problemas frecuentes que se encuentran es que el ganadero no tiene datos de cuanto le cuesta recriar una novilla -excepto si la externaliza en un centro de recría-, así como el porcentaje de mortalidad y de morbilidad; es decir, de terneras que enferman. Llevar un registro de los animales que enferman o mueren en los primeros meses de vida, así como pesarlos y medirlos tanto al nacer, como en las distintas fases de la recría es una medida que facilita mucho la identificación de problemas y la toma de decisiones adecuadas.

2) Marcarse objetivos:

-Técnicos y ganaderos deben marcar de forma acordada objetivos tanto a nivel de salud como de crecimiento de las terneras, adaptados a la realidad de cada explotación.

-A nivel de salud el objetivo debería ser que la tasa de mortalidad de las terneras sea de menos del 3% y del menos del 25% de morbilidad (correspondiendo el 15% a terneras que enferman por diarreas y el 10% a animales que padecen enfermidades respiratorias.

-A nivel de desarrollo, y dentro de un programa de alimentación intensiva con leche, los objetivos deben ser:

-Que a los 2 meses de vida las terneras doblen su peso al nacimiento.
-Que alcancen el 55% de su peso maduro en el momento de inseminarlas, marcándose como objetivo inseminar a los 13 meses.
-Que después del primer parto, a los 22 meses como objetivo, los animales alcancen el 85% del peso maduro.

El peso maduro se define como específico de cada granja y se mide como el peso medio de las vacas de más de 2 partos, con una condición corporal en torno a 3 y en torno a los 150 días en leche. Como promedio, si el peso maduro de una granja es de 675 kilos por animal las terneras deberían pesar 86 kilos a los 2 meses, 370 kg en el momento de inseminarlas y 610 kilos tras el primer parto.

3) Conformación de los lotes de recría:

-Los animales que entren en los lotes deben estar sanos, para evitar que propaguen enfermedades, y tener vigor y capacidad suficiente de succión, pues de lo contrario verán comprometido su desarrollo por los animales dominantes.

-Juntar a los animales más débiles en un lote a parte, pues está demostrado que al no sufrir la competencia de los más fuertes recuperan su desarrollo.

4) Inseminar temprano:

-Se aconseja un programa de alimentación intensiva en leche para que las novillas alcancen antes su madurez y desarrollo y puedan ser inseminadas y parir antes. “Las razones son exclusivamente económicas: los animales van dar leche antes, se reducen los costes de alimentación y hace falta menos recría en el rebaño. Pero para inseminar antes, a los 13 meses, la ternera debe estar desarrollada y estar en ese 55% de su peso adulto”, destaca Alfonso Goris.

“Si la recría se ha hecho bien las primerizas en su pico de lactación deben producir en torno al 75% de la leche de la media de las vacas adultas. Si produce menos es que hemos tenido un problema en la recría y se produce más, puede que tengamos un problema en las vacas adultas”, añade.

En caso de que inseminemos a las terneras sin que hayan llegado a estos objetivos de madurez, tras el parto dedicarán más reservas de energía a completar su retraso de desarrollo, en detrimento de la producción de leche.

5) Mejora de la higiene:

-Durante el parto, las vacas y las terneras deben pasar el menor tiempo posible en las parideras comunes y pasar a un espacio seco y desinfectado lo antes posible. Las primeras horas de vida es cuando se registran la mayor parte de las enfermedades infecciosas. “Debemos tener protocolos específicos para las terneras más débiles, porque muchos animales se pueden salvar simplemente aplicándoles calor media lámparas u otro sistema de calefacción”, destaca Carolina Tejero.

-Si se utilizan cubos -más fáciles de limpiar- para alimentar a los terneros se debe seguir un protocolo semanal de limpieza, que aún deberá ser más exigente si empleamos biberones o cubos con tetinas, pues estas acumulan más patógenos y son más difíciles de desinfectar. “Con los cubos, tetinas o biberones debemos seguir el mismo protocolo de limpieza que en la sala de ordeño, pues también estamos trabajando con leche y podemos transmitir muchos patógenos y diseminar enfermedades entre las terneras”, advirtió Carolina Tejero.

6) Agua:

-Se debe colocar un recipiente desinfectado con agua limpia y fresca desde los primeros días de vida. En la fase de transición el consumo de agua está directamente relacionado con el consumo de pienso, por lo que debemos garantizar que esté disponible en cantidad y en calidad, especialmente en verano.

-La temperatura del agua puede ser limitante del crecimiento durante el invierno. En este sentido, se ha comprobado que las terneras a las que se les administra agua templada en invierno crecen más.

7) Alimentación intensiva en leche:

-La tendencia en los últimos años es ir a programas intensivos de alimentación de las terneras en base a leche, pasando de los 4 litros diarios en las primeras semanas y en dos tomas a entre 6 y 10 litros diarios. Y es que se ha demostrado que las terneras durante las primeras semanas de vida son más eficientes convirtiendo la leche en ganancia de peso, y además alimentándolas con más leche serán animales que producirán más leche en la primera lactación y tendrán un mejor sistema inmunitario, por lo tanto padecerán menos enfermedades.

Con la alimentación intensiva en leche el destete se suele retrasar desde las 6 a las 8 semanas, para favorecer la transición al pienso.

-Las leches en polvo maternizadas han ampliado su oferta en el mercado, con gamas con mayor contenido en sólidos (grasa, proteínas..)y, por tanto, mayor densidad energética. Por ello, y para evitar problemas en la salud de las terneras, es crucial respetar y cumplir con las indicaciones del fabricante en cuanto a las dosis de leche en polvo por agua y también en cuanto a su preparación, mezclando correctamente, de forma que haya emulsión de la leche -removerla no es suficiente- y no queden posos en el fondo.

-La temperatura a la que se le debe administrar la leche a las terneras debe estar entre 39 y 42 grados, una temperatura que se debe medir en el momento de administrarla a la última ternera, no cuando se elabora (que lógicamente tendrá que ser mayor, sobre todo en invierno).

-En caso de contar con una amamantadora, es necesario revisar periódicamente que funciona correctamente el lavado automático, así como comprobar que elabora bien la leche y medir el desarrollo de las terneras. Asimismo, es imprescindible cambiar los tubos de la amamantadora, pues se acumulan con el tiempo sólidos de la leche que son un foco de patógenos.

-La leche de vaca es un alimento excepcional para los terneros, pero se aconseja tomar unas medidas de prevención para garantizar su óptimo estado sanitario. En este sentido, si se utiliza leche de descarte de vacas en transición (con mayor contenido en sólidos) o de animales con recuentos altos de células en tanque (con menor contenido en grasa y en proteína), se aconseja pasteurizarla antes para eliminar patógenos y corregir las variaciones de concentraciones de sólidos con suplementos proteicos. Es totalmente desaconsejable darle a las terneras leche de vacas que están siendo tratadas con antibióticos.

8) Composición corporal:

-La clave de la recría es lograr ganancias altas de peso de los animales pero sin engrasamiento, pues un exceso de grasa penalizará la producción de leche y favorecerá la aparición de problemas de salud (cetosis, resistencia a la insulina…).

9) Programas sanitarios de prevención y de biocontención:

Las enfermedades más comunes en terneras y principales causas de bajas son las diarreas y las pneumonías. Contra las primeras se recomienda un plan vacunal de las vacas en preparto y una buena administración del calostro a los terneros, tanto en cantidad, temperatura como en calidad sanitaria del mismo.

En el caso de las enfermedades respiratorias es necesario un programa de prevención específico parar cada granja, pues una lesión pulmonar en esta etapa compromete claramente el rendimiento de la vaca adulta. De nuevo el manejo resulta clave, siendo muy necesario mantener una cama seca y caliente, libre de corrientes de aire pero con una buena ventilación.

10) ¿Cuando y como se decide que una novilla no se recría?

“No debemos recriar todo, sólo las terneras sanas y más desarrolladas”, subraya Carolina Tejero. Un criterio que se puede utilizar para descartar las que no vamos a recriar es realizar una revisión a los 3 meses a aquellas que estén entre un 10 y un 15% por debajo de los objetivos de peso vivo a esa edad no recriarlas, así como aquellas que presenten problemas de salud, especialmente a nivel pulmonar.

En Estados Unidos hay granjas que utilizan como criterio descartar a aquellas terneras que no llegan a los 80 kilos de peso al destete.

“Cuanto más esperemos en descartar más dinero perderemos y no lo recuperaremos en la venta para carne”, subraya Carolina Tejero.

Un programa adaptado a cada granja para mejorar su rentabilidad

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Según Juan Gómez-Vadillo, jefe de ventas agroganaderas de CLUN, el programa de recría NOVIPRO “es un programa dinámico, que se ajusta a cada granja, de forma que los técnicos de CLUN junto con los ganaderos van a tomar en conjunto las decisiones adecuadas para lograr el objetivo de una recría más rentable”.

Una alimentación específica para cada una de las fases de recría

A nivel de alimentación, el programa NOVIPRO ofrece unos productos específicos para mejorar el desarrollo de las terneras en cada una de las fases.

1) Lactancia:

Ofrece leches maternizadas de alta calidad (Tató Premium, Tató Elite y Tató Basic) de alta digestibilidad junto al pienso NOVIPRO STARTER 200, un producto texturizado y con copos de maíz, guisante y avena, entre otros, junto a levaduras vivas y probióticos para garantir el crecimiento y la salud del animal.

2) Destete:

También se ofrece un pienso específico, el NOVIPRO STARTER 50, que se debe combinar en la alimentación con forrajes de alta calidad.

3) Crecimiento:

Los objetivos de esta fase son que la ternera crezca pero no engorde de forma que a los 13 meses alcance el 55% de su peso maduro. Para ello CLUN ha desarrollado fórmulas específicas de piensos, como el NOVIPRO 23, para raciones a base de heno o silo de hierba, o el NOVIPRO CRECIMIENTO 50, para novillas que son alimentadas con forrajes de silo de maíz y paja.

Además, para aquellas ganaderías con falta de forraje o con problemas de manejo (dificultad de elaborar una ración específica para novillas) CLUN ofrece pacas completas con forrajes y piensos.

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