La crisis del pino genera incertidumbre sobre su futuro en el monte gallego

La caída de demanda y de precios que sufrieron las coníferas en la última década está llevando a una reducción de las nuevas plantaciones. El reto se sitúa en lograr una mejora de mercado que defienda a la especie

La crisis del pino genera incertidumbre sobre su futuro en el monte gallego

Las nuevas plantaciones de pinos se reducen en los últimos años.

Con la crisis de la construcción a partir del 2008, el mercado del pino se desplomó y desde entonces nunca se llegó a recuperar por completo. Primero bajó la demanda y el precio, cerraron aserraderos y cayeron las talas en el monte. La consecuencia última de todo ese proceso es que están reduciéndose las plantaciones de pino. Las coníferas pierden superficie en los últimos años frente al eucalipto nitens, que sustituye en muchas ocasiones a masas de coníferas recién cortadas.

El escenario por el que atraviesa el pino deja incertidumbres sobre su futuro en el monte gallego. La primera cuestión a valorar es si sería de interés que las coníferas mantengan su actual presencia en el monte, donde representan casi la mitad de las talas para destino industrial.

Situación
«Me preocupa que el pino sea un perro sin dueño. Hay una polaridad mediática irreal entre eucaliptos y frondosas y se le presta una escasa atención al pino, cuando tiene un papel vital en el monte. Puede que no sea la guinda del pastel ni el chocolate, pero es el bizcocho y sin el bizcocho no hay pastel», compara Juan Picos, decano del Colegio de Ingenieros de Montes de Galicia.

El papel de la especie a la hora de diversificar tanto la superficie forestal como sus aprovechamientos es uno de los factores que destacan los agentes del sector. «El pino es clave para mantener una estructura monte – industria de aserraderos y empresas. En la actualidad, está facilitando transformaciones muy diversas, como madera aserrada, tablero o pellets para biomasa», destaca Picos.

Perspectivas
La importancia que se le reconoce a la especie choca con las dificultades para su defensa en el monte, donde los propietarios le ven en los últimos años perspectivas limitadas. El impacto de los incendios sobre el pino y la amenaza de la plaga del nematodo, por el momento limitada a la zona fronteriza con Portugal, son otros dos factores que inciden negativamente sobre las coníferas.

¿Cómo mejorar su futuro? «El aprovechamiento integral del pino, con destino para madera aserrada, trituración y otros usos debería permitir la defensa de su precio en el monte. Esa es una de las claves», señala Jacobo Feijoo, secretario general de la Asociación Sectorial Forestal Galega (Asefoga), una organización de propietarios ligada a Unións Agrarias.

Una valoración similar es compartida por Francisco Dans, director de la Asociación Forestal de Galicia. «Si el pino es una especie necesaria, que se pague. Ahora mismo, si un propietario quiere producir madera de pino de calidad, no tiene quien le haga claras de madera intermedia. No hay empresas dispuestas a pagar por la saca de esos pies para trituración», cuestiona.

Largo plazo
Las asociaciones de propietarios forestales también señalan la conveniencia de analizar las perspectivas a largo plazo.

«Cuando se corte el pino que se planta hoy, en 30 años, desconocemos cúal va a ser la salida que tendrá esa madera. Es cierto que hoy no hay mercado ni buenos precios, pero el futuro puede ser otro» -destaca el presidente de la Organización Galega de Comunidades de Montes, Alfredo Pereira.- «El pino tiene en la actualidad una presencia importante en los montes vecinales y pensamos que debe seguir teniéndola en un futuro».

Sobre la necesidad de una visión a largo plazo incide también Jacobo Feijoo, de Asefoga: «Lo primero que hay que pensar es que en un futuro no va a sobrar madera. Las perspectivas de mercado son buenas, así que no hay que tener miedo a que quede madera en el monte sin cortar».

En segundo lugar, el responsable de Asefoga apunta a un cambio de paradigma: «El uso principal que tiene hoy el pino, bien para madera maciza, bien para tableros, será menor en el futuro y cobrarán importancia nuevos destinos, como la producción de materiales innovadores, caso de los biopolímeros, o la extracción de sustancias para la industria química», señala.

«¿Que va a pasar en 30 años con el pino?» -se pregunta Jacobo Feijoo-. «Dependerá del factor mercado y del factor plagas, tanto por las plagas que puedan afectar al pino como por las plagas que puedan incidir en las especies que compiten por el espacio con las coníferas, como el eucalipto. Lo que sí es importante resaltar es que para defender el monte de las plagas, resulta de interés mantener la mayor diversidad posible», valora.

Regulación del eucalipto y coníferas

El borrador de decreto sobre el eucalipto que ha presentado la Xunta viene motivado en parte por un intento de preservar las actuales masas de pino del interior de Lugo y de la provincia de Ourense. La Administración autonómica baraja prohibir el eucalipto en todo Ourense y en 21 concellos de la provincia de Lugo, en una apuesta por conservar algunas de las principales zonas productoras de coníferas.

Desde el sector forestal se cuestiona que el apoyo al pino llegue por la vía de la prohibición. Lo que hay que hacer, dicen, es lograr que las masas de pino funcionen. Potenciar la mejora genética de las plantas, apoyar los tratamientos silvícolas para la obtención de madera de calidad y buscar vías para fortalecer la rentabilidad que obtienen los propietarios son los caminos por los que abogan los agentes consultados.

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