La Cooperativa de Utilización de Maquinaria Agrícola (CUMA) La Croisière es un ejemplo de buen funcionamiento de este tipo de fórmulas cooperativas en Francia, un país que fue pionero en el mundo en la creación de estas entidades al final de la Segunda Guerra Mundial.
Situada en el ayuntamiento de La Bruffière, en el departamento de La Vendée, esta CUMA presta hoy por hoy servicio integral de maquinaria agrícola a 83 explotaciones agrícolas y ganaderas, el 100% de las existentes en el ayuntamiento.
Y es que la organización y la colaboración entre los productores para reducir los costes de producción, en este caso de la maquinaria agrícola, es una de las señales de identidad de los ganaderos franceses y que les ayuda a ser más competitivos.
Durante una visita organizada por la EFA Fonteboa el pasado mes de marzo, el presidente de La Croisière, Olivier Fonteneau, explicó las claves del éxito de su modelo.
“Los costes de mecanización de nuestras explotaciones son muy bajos gracias a la CUMA, y de hecho tenemos tarifas incluso más bajas que las de las empresas de servicios agrícolas. Y todo sin ayudas públicas, porque no tenemos ayudas para la compra de maquinaria agrícola, a no ser que sean muy innovadoras para reducir el impacto medioambiental. En ese caso tenemos un 25% de subvención, pero el 95% de nuestras máquinas las compramos sin ayuda”, explica Olivier.
“El 95% de las máquinas las compramos sin ayudas públicas”
Creada en el año 2010, a partir de la fusión de las 7 CUMAS que previamente había en el ayuntamiento, esta CUMA dispone de un moderno parque de maquinaria agrícola con el que cada año cultivan unas 2.600 hectáreas de maíz y de hierba y 1.800 de cereal, colza y maíz para grano, realizando todas las labores, desde la preparación del terreno y siembra, la aplicación de fitosanitarios o la cosecha. Y es que, gracias a disponibilidad de base territorial, en Francia es común que los ganaderos de vacuno de leche o de carne también produzcan cereal, una parte del cual destinan a la venta y otra a pienso para su ganado.
El pasado año La Croisière facturó cerca de 1 millón de euros, de los que 65.000 correspondieron a ingresos por la venta de electricidad de las placas solares que tienen instaladas en los techos de las naves de maquinaria.
En cuanto al plantel, esta CUMA cuenta 4 trabajadores a tiempo completo que desempeñan los trabajos de mecánicos y de chóferes. También tienen contratada una secretaria a media jornada y un aprendiz, una vía de formación muy implantada en las empresas francesas.
¿Como se toman las decisiones?
La ley de CUMA´s francesa establece que se debe celebrar un mínimo de una asamblea general al año, pero en el caso de La Croisière tienen 4 reuniones anuales y el consejo rector, formado por 20 de los 100 socios, se junta una vez al mes. Los GAEC, el equivalente en España a las SAT o a las SC, tienen más votos en la asamblea general, según el número de socios con los que cuenten. Por último, cuentan con un comité directivo formado por 4 socios.
“Cada uno de los 20 miembros del consejo rector es responsable de un área de la CUMA y de este modo repartimos mejor el trabajo y todos nos hacemos más partícipes del buen funcionamiento de la cooperativa”, destaca el presidente.
En cuanto a la compra de maquinaria, tanto nueva como usada, en la CUMA La Croisière la decisión tiene que ser adoptada por la asamblea general. De ser aprobada, se solicita información a todos los distribuidores de maquinaria agrícola de la zona. Los presupuestos que reciban son analizados por una comisión que elabora una propuesta que es debatida y aprobada de nuevo en asamblea general. Para comprar la maquinaria recurren al préstamo con dos entidades financieras con las que mantienen acuerdos en condiciones ventajosas. “Y entre 5 y 7 años solemos devolver el dinero prestado”, añade Olivier.
Los directivos tienen una pequeña indemnización por el tiempo que le dedican la CUMA, gastos de desplazamiento y dietas. “En mi caso, son unos 800 euros al año”, aclara el presidente.
Derechos y deberes de los socios
La CUMA La Croisière está abierta a cualquier ganadero o agricultor. Para poder formar parte de ella el socio aporta el 40% de su facturación prevista con la CUMA durante un año. “Esa es la cuota de entrada, que cuando se jubila recupera junto con los intereses”, explica el presidente.
En cuanto a la facturación, el socio abona por adelantado cada trimestre su previsión de gasto en la maquinaria de la CUMA y en el cuarto trimestre del año ajustan con la facturación real, devolviendo o cobrando dinero al socio, según el caso.
Todo está regulado y por escrito para evitar conflictos
Cada máquina autopropulsada tiene un contador de horas y de kilométros y el socio paga una tarifa horaria, diferente según la máquina, que incluye los costes fijos (préstamos para la compra de la máquina, mantenimiento, seguros…) y los variables (carburante y los asalariados, en caso de que contrate el servicio con chófer). En el caso de las máquinas más eficientes (por ejemplo una picadora de maíz) se factura al socio por hectárea y no por hora.
Todo está regulado y por escrito para prevenir conflictos. Así, en caso de avería, si es debido a descuido del socio (piedras grandes en el campo que estropean una rotativa, por ejemplo) él corre con los gastos de la reparación, y de lo contrario paga a CUMA.
¿Cómo se reparten los turnos para el uso de la maquinaria?
En épocas en las que se concentra el trabajo, como el ensilado del maíz o de la hierba, el reparto de los turnos para tener el servicio de la maquinaria de la CUMA puede ser una fuente de conflicto.
En La Croisière lo resolvieron estableciendo una rotación anual: “Es decir, los primeros a los que se les ensiló el maíz en el 2017 son los últimos en ensilar la hierba en el 2018”, asegura Oliver Fonteneau.
Pero este criterio puede verse modificado o corregido por otro segundo factor. Así, explica que “en las épocas de mayor trabajo, cada semana los lunes a las 9 de la mañana nos citamos todos los socios en la CUMA para hacer un recordatorio de cómo están programados los trabajos con la maquinaria para esa semana, y si el socio llega tarde, le corre el turno que le correspondía. Y también se pueden cambiar turnos entre socios”. “Siempre hay soluciones”, subraya.
La CUMA La Croisière en imágenes:
Cooperación entre CUMAS
Otra característica de las CUMA´s en Francia es que colaboran entre ellas, incluso entre distintas regiones, para la realización de los trabajos agrícolas. “En nuestro caso tenemos un acuerdo con una CUMA de Brest, situada a 400 kilómetros, en la Bretaña, y con otras dos, una de Rennes, y otra de la región del Nord Palas de Calais. En el caso de las de Bretaña caso es la cosecha del trigo o el ensilado del maíz vamos primero hacer el trabajo a las fincas de sus socios, y luego bajan ellos a ayudarnos a nosotros, ya que el momento de la cosecha también es diferente. Así reducimos el tiempo el trabajo y no precisamos aumentar la maquinaria”, explica Olivier Fonteneau.
Las claves para que una CUMA funcione bien:
-”La clave para que una CUMA funcione bien son las cuentas claras, responsabilidad de todos los socios y confianza de unos en otros”, subraya Olivier.
-Todos los socios tienen los mismos derechos y deberes.
-El consejo de administración se renueva para incorporar gente joven. “Es preciso ir transmitiendo responsabilidades a la gente jando pensando en el futuro y en el relevo en la dirección de la CUMA”, destaca el presidente de La Croisière.
-”Quand on est cumiste, on doit être bénévole”, destaca Olivier. Es decir, cuando uno es socio de una CUMA debe estar dispuesto a colaborar y dedicarle parte de su tiempo.
-El personal asalariado no ocupa puestos directivos en la CUMA.
-El cuidado de las relaciones humanas entre todos los socios. En el caso de la CUMA La Croisière entre todos los socios elaboran su propia sidra natural y en la sala de reuniones también cuentan con una barra para tomar algo juntos al final de las asambleas.
-Las CUMAS en Francia están federadas y tienen asesores técnicos en común.
-Establecer estrategias para resolver posibles conflictos.
Francia: un país pionero en la creación de las CUMA´s
Las Cooperativas de Utilización de Maquinaria Agrícola (CUMA´s) fueron creadas en Francia en 1946 al finalizar la segunda guerra mundial. Con una economía en fuerte crisis, el entonces presidente francés, Charles de Gaulle, quiso modernizar y mecanizar el campo francés, en el que trabajaba aún la mayor parte de la población activa. Sin embargo, quería que las pequeñas granjas familiares pudiesen mecanizarse y modernizarse pero sin tener que endeudarse a la hora de adquirir maquinaria agrícola, que además necesitaban pocos días al año. Fue así como nacieron las CUMAS.
En los siguientes años este modelo se fue extendiendo a Bélgica, Italia o Portugal. Y en el año 2000 se crearon las primeras CUMA´s en España. Hoy en nuestro país existen unas 200, concentradas principalmente en Galicia, con unas 50, y las comunidades de la Cornisa Cantábrica, sobre todo en ganaderías de vacuno de leche.