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La Diputación de Lugo impulsa un proyecto para la recuperación, conservación y aprovechamiento económico sostenible de los sotos existentes en el territorio conformado por la Reserva de la Biosfera Ancares Lucenses y Montes de Cervantes, Navia y Becerreá.
Esta iniciativa, según explica la Diputada de Promoción del Territorio y Turismo, Pilar García Porto, responde “al compromiso y el trabajo” que desarrolla el organismo provincial “para generar riqueza y empleo sostenible en el medio rural lucense, y fijar así población, aprovechando para ello los recursos naturales propios, una política que la Diputación refuerza en el actual contexto de crisis sanitaria provocada por la Covid-19 dentro de su apuesta por el sector primario como motor económico”. De hecho, la recuperación y puesta en valor de los bosques de castaños y la modernización de la producción “suponen una fuente de ingresos complementaria para las explotaciones agroganaderas, pero además favorecen la ordenación del territorio y la prevención de los incendios forestales, así como la biodiversidad y la conservación de hábitats protegidos”, explicó García Puerto.
El proyecto fue aprobado en el seno de los órganos Rector y de participación de la Reserva de la Biosfera de los Ancares Lucenses , que preside la Diputación y en el que están representados los tres ayuntamientos que conforman este espacio natural -Navia de Suarna, Cervantes y Becerreá- y el tejido asociativo de la zona a través de una decena de colectivos.
El trabajo fue desarrollado de hecho en colaboración con la cooperativa ancaresa A Carqueixa, miembro del órgano de participación de la Reserva, y consistió en tres líneas de actuación: la elaboración de un mapa de los bosques de frondosas autóctonas, que, según las labores desarrolladas, representan el 28% de la Reserva con 15.000 hectáreas; la elaboración de un mapa de las masas de castaños, que, con cerca de 5.000 hectáreas, suponen el 9% de este espacio declarado con esta distinción por la UNESCO en 2006 natural protegido, de los cuales más de 1.000 hectáreas están catalogadas como monte comunal de titularidad municipal; y la identificación de la verdadera propiedad de los montes comunales de los sotos de Vilor, en Navia, y Vilaver, en Cervantes, lo que proporcionó la seguridad jurídica que hace posible ahora su explotación y conservación.
Solución a la incertidumbre sobre la titularidad de los sotos
Los sotos son un tipo de bosque que precisa de una gestión activa para mantenerse en buen estado. Son necesarios cuidados, como la poda, los injertos, la limpieza y los tratamientos fitosanitarios que garanticen su conservación y la producción de frutos y madera.
La explotación económica de los sotos está en la actualidad limitada por diversas causas sociales, como el abandono progresivo del rural; y medioambientales, como las plagas; pero, en muchos casos, también por motivos administrativos, como la incertidumbre jurídica sobre la titularidad de los castaños. En este punto, es en el que el proyecto de la Diputación puso el foco, pues estos problemas sobre la propiedad de los terrenos coartan el enorme potencial productivo y económico de los mismos. Hay que tener en cuenta que, según datos de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Castaña de Galicia, cada hectárea de castaños en esta zona puede llega a producir unos 3.000 kilos de castañas de rendimiento medio anual.
La clasificación errónea en el registro catastral rústico de un soto como superficie comunal dificulta que los verdaderos propietarios puedan gestionarlos e incluso optar a ayudas públicas para afrontar los trabajos de conservación. Esta gestión forestal es además necesaria para cumplir con las exigencias europeas de protección disteis hábitats de bosque Castanea sativa, catalogados en la normativa europea como de interés comunitario.
Con el objetivo de ayudar a solucionar este problema sobre la propiedad de los sotos, la Diputación de Lugo puso en marcha este proyecto de recuperación, conservación y aprovechamiento sostenible de los castañares, que se centró en los sotos situados en montes comunales, ya que con frecuencia estos corresponden con errores en la catalogación de los terrenos en el registro catastral, aunque tradicionalmente son mantenidos y explotados por el vecindario.
Cartografía, juntas vecinales y trabajo de campo
Los sotos de Vilor y Vilaver fueron escogidos para esclarecer su verdadera propiedad por la disposición de los vecinos y vecinas a resolver el conflicto y colectivizar la gestión, de forma que permita dinamizar los procesos de restauración de los castaños y la posterior comercialización conjunta de la producción de los mismos.
Para identificar la titularidad de los castaños se realizó un riguroso trabajo de elaboración cartográfica georeferenciando fotos aéreas retintadas del año 1956 que fueron recogidas por el Catastro y que están disponibles para su descarga en el Archivo Digital de Galicia.
Posteriormente, esta cartografía fue puesta en común y contrastada la titularidad de cada finca en las numerosas reuniones realizadas con los vecinos y vecinas de las respectivas zonas, unos encuentros que, además de para este objetivo, sirvieron para reforzar los lazos de comunidad de la aldea y reafirmar su identidad.
Una vez que fue contrastada la cartografía en estas juntas vecinales, se realizó un trabajo de campo para el reconocimiento de fincas dudosas, que llevó consigo un levantamiento topográfico con los propietarios.
Fruto del trabajo de elaboración cartográfica, las reuniones con los vecinos y los levantamientos topográficos, se determinó la relación de propietarios de fincas incluidas nos terrenos clasificados cómo comunales. Así, de las 45,56 hectáreas de superficie que suma el total de la propiedad analizada en el Souto de Vilaver, cerca del 50% se corresponde con superficie efectiva de castaño (22,64has.), y el número de propietarios es de 14. En el caso de Souto de Vilor, la superficie efectiva de castaño asciende a 16,44 hectáreas, lo que supone el 68% de la superficie analizada (21,19has.) Tras el análisis de la propiedad, se concluyó que la propiedad de este territorio se distribuye entre 8 vecinos.
A partir de la identificación de los titulares de los sotos que se llevó a cabo gracias a este proyecto de la Diputación de Lugo se sentaron las bases para poder realizar la gestión de los terrenos, lo que redundará en la posibilidad de acometer trabajos de recuperación y mejora de la producción de castaña, que ya se está comercializando en la zona de forma conjunta y bajo certificación ecológica a través de la cooperativa A Carqueixa.
Líneas de futuro
Con este impulso de la Diputación de Lugo para la recuperación de los sotos se abren nuevas posibilidades de futuro para el aprovechamiento económico de estos recursos naturales por el vecindario en el territorio de la Reserva de la Biosfera de los Ancares. Así, es posible la creación de agrupaciones de propietarios de sotos para la gestión conjunta de los mismos y el acceso a ayudas públicas para la conservación y explotación. Además, con la base jurídica definida, se pueden iniciar procesos de modernización que incrementen la productividad de los sotos a través de herramientas tecnológicas para el seguimiento de los tratamientos fitosanitarios aplicados a cada árbol o para predecir o cuantificar la cantidad de castaña que producen por variedad y calibre.
