
Pablo Béjar es veterinario en la Agrupación de Defensa Sanitaria (ADS) de A Fonsagrada. En una jornada técnica, celebrada en ese municipio lucense, sobre vigilancia sanitaria de vacuno en Galicia, desarrolló una ponencia sobre las enfermedades transmitidas por mosquitos y la situación actual de las mismas. Hablamos con él en detalle para conocer más sobre estas dolencias que aparecieron en los últimos años y que podrían convertirse en endémicas.
Arrancamos la conversación por la dermatosis nodular, de actualidad tras detectarse focos en Cataluña la pasada semana.
¿Qué procedimientos estáis aplicando para prevenir la dermatosis nodular contagiosa?
Percibimos que es una situación grave. En nuestra ADS (Agrupación de Defensa Sanitaria) seguimos los protocolos que marca la UE, pero da la sensación de que son protocolos que no están diseñados para actuar de forma preventiva. Puede parecer que ahora se fía todo a la aplicación de vacunas, cuando se pudieron haber tomado medidas previas.
Y tengamos en cuenta que mosquitos, moscas y garrapatas pueden ser transmisores del vector de la enfermedad. En los sistemas extensivos, como son los mayoritarios en esta zona de la montaña lucense, la exposición es muy elevada.
Hay que insistir en la vigilancia pasiva y en el aumento de las revisiones a los animales
Por lo que estamos viendo, cuando se declara un foco en una explotación, la enfermedad ya llevaba tiempo en ella y solo se actúa ante el agravamiento de los síntomas. Por eso no podemos descartar que la Dermatosis Nodular esté ya presente en Galicia. Hay que insistir en la vigilancia pasiva y en el aumento del número de revisiones de los animales.
¿Para vuestra ADS resulta más difícil enfrentar la dermatosis por tratarse de modelos extensivos, muchos de ellos de gran volumen?
Sí. Sin duda. En los establos es más fácil aplicar medidas de protección. Se pueden aislar los corrales e impedir que nada entre o salga de ellos. En nuestro caso solo contamos con la utilización de repelentes y con la labor de vigilancia. Y es imposible controlar todos los mosquitos, moscas y garrapatas que hay en los prados.
Ahora hay que esperar a que las administraciones decidan qué se va a hacer con las vacunas. Si van a ser obligatorias, si van a estar disponibles a corto plazo, si se va a optar por una o por varias. Los ganaderos preguntan todos los días por las vacunas, ante el temor de lo que pueda venir.
Hablando de vacunas, ¿qué valoración haceis desde vuestra ADS respecto a su aplicación y eficacia?
Las vacunas tienen sus pros y sus contras. Su eficacia está suficientemente demostrada. En cambio, los posibles efectos secundarios que puedan tener todavía no han sido evaluados. No hubo tiempo. Igual que sucedió con el COVID: hay que valorar si preferimos frenar la dolencia o preferimos evitar posibles efectos secundarios.
Esta enfermedad es algo nuevo y no sabemos —o no está suficientemente investigado— lo que pueda pasar con los animales vacunados, independientemente de la aplicación de las vacunas. Pero creo que siempre es mejor confiar en las investigaciones científicas.
Insisto en que estamos ante una dolencia nueva y en la fase inicial de la misma. Las pocas certezas que tengamos hoy pueden cambiar en cuestión de días. Lo importante es seguir todos los protocolos y, sobre todo, hacer una observación constante de los rebaños.
En todo el sector bovino —tanto de carne como de leche— hay mucha preocupación. Se entiende que es algo inevitable…
Cuando se habla de enfermedades, y más si son desconocidas, siempre se dispara la preocupación. Y si, además, aparece la expresión “vaciado sanitario” los ganaderos y los operadores de ganado pueden entrar en pánico. Ojo con eso, porque una situación de miedo y alarma generalizados pueden ser tan peligrosos como la propia enfermedad. O más. Hay protocolos, hay medidas y hay margen de reacción.
Hay protocolos, hay medidas y hay margen de reacción
Una recomendación elemental es recordarles a los ganaderos que el mejor animal que pueden incorporar es el que sale de la propia granja a través de la recría. Por supuesto que en muchos casos hay que traer animales de fuera. Si ya escaseaban y eran caros, ahora se van a poner por las nubes. Pero una subida artificial de los precios a causa del pánico puede ser nociva incluso para quienes estén sacando beneficio de esta situación.
Ahora es lógico pensar que con la llegada del frío la actividad de moscas, garrapatas y mosquitos irá a menos. Pero el virus seguirá presente durante meses y puede haber rebrotes en el comienzo de la primavera. Y está por ver que haga el frío suficiente.
Tercer caso de dermatosis nodular en Cataluña e inicio de la vacunación mañana jueves
Este miércoles, la Generalitat catalana ha confirmado un tercer caso de dermatosis nodular en una granja de la provincia de Girona. Esta detección no modifica la zona de contención establecida, de 50 km. alrededor del primero foco.
En la zona de contención hay 800 ganaderías con 93.000 animales. Estaba previsto para hoy el inicio del proceso de vacunación, pero por un problema de logística, las vacunas aun no llegaron de Francia, por lo que el arranque del proceso se retrasa a mañana jueves, 9 de octubre.
Se priorizará la vacunación en el radio de 20 km. al primer foco, y se continuará después con el resto de explotaciones de la zona de contención.
La normativa de la UE solo permite vacunar de la dermatosis a las ganaderías ubicadas en las zonas de contención decretadas, tras la aparición de un primer caso en el área
La Generalitat recuerda además que, de acuerdo con la normativa de la UE, hasta la detección de un positivo y el establecimiento de la zona de contención correspondiente, está prohibida la vacunación de las ganaderías. Es decir, no se pueden vacunar de manera preventiva ganaderías de fuera de la zona de contención decretada.
Por último, el Govern insiste en pedir que por motivos de bioseguridad, se evite dentro de lo posible el acceso de personas ajenas a las explotaciones ganaderas en la zona de contención.
Recomendaciones en Galicia para prevenir la expansión de la dermatosis nodular contagiosa
EHE, lengua azul y enfermedad de Schmallenberg: cómo gestionar las enfermedades que ya están en Galicia
Pasemos a hacer balance de la actual situación sanitaria en Galicia, a partir de las enfermedades transmitidas por mosquitos. Háblanos de la situación actual
Principalmente son enfermedades víricas, es decir, causadas por virus. Eso significa que el mosquito no es el causante directo. No es más que el vehículo de transmisión del virus, el vector de contagio, eso tiene que estar claro.
Aunque en los dos últimos años se ha hablado principalmente de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), no podemos olvidar la Lengua Azul (LA), que lleva mucho tiempo presente en la cabaña gallega. Aparte de que el mosquito que transmite la EHE es el mismo que transmite la LA.
Y hay que tener en cuenta que no solo los mosquitos transmiten dolencias. También moscas, garrapatas y otros insectos pueden causar enfermedades más o menos graves. Bien sea mediante la picadura, bien mediante el consumo de las excreciones del ganado, que llevan a contagios al moverse entre los rebaños.
La enfermedad de Schmallenberg alcanza en Galicia una prevalencia del 80%. Es sorprendente; lo bueno es que no se trata de una dolencia grave
En mi ponencia hablé además de la Enfermedad de Schmallenberg (ES), que está en Galicia desde que se empezó a hablar de ella en 2011 pero que, quizá, es poco conocida y está poco investigada. Ahora se está realizando un estudio en el que colabora la USC sobre las enfermedades causadas por mosquitos y los datos de la ES son sorprendentes.
Y es que tiene una prevalencia —el número de ejemplares que padecen o padecieron la dolencia— muy elevada. En torno al 80% de todos los animales de los que se tomaron muestras. Aunque es cierto que no suele ser grave. Tiene un período de incubación corto y puede provocar abortos o malformaciones en los animales que nacen.

Pablo Béjar informó a los ganaderos de la montaña lucense sobre la Enfermedad de Schmallenberg
En resumen, LA, EHE y ES son hoy las principales dolencias transmitidas por mosquitos. Y van camino de convertirse en endémicas y tendremos que acostumbrarnos a convivir con ellas. Pero, gracias al esfuerzo de los científicos, tenemos cada vez más herramientas para hacerles frente.
– ¿Qué síntomas y qué consecuencias corresponden a estas enfermedades?
En el caso de EHE y LA la sintomatología en ejemplares adultos es bastante similar: inflamación de las mucosas nasales, sialorrea (el babeo constante), erosiones en las mucosas de la boca y llagas. Y también laminitis en las pezuñas y otros problemas podales que solo se perciben a largo plazo, cuando vemos que el animal se queda rezagado o va perdiendo los cascos.
La ES también tiene algunos de estos síntomas aunque más atenuados. Su mayor peligro está en que puede atravesar la barrera placentaria y es capaz de causar problemas en las crías, más o menos graves en función del momento de gestación en que se produzca el contagio. Salvando las diferencias, tiene síntomas semejantes a los de la Diarrea Vírica Bovina (DVB).
Las enfermedades transmitidas por mosquitos tienen muchos síntomas comunes por lo que hay que actuar en cuanto aparecen para determinar de cuál se trata.
Aquí quiero aclarar que, con los datos de prevalencia que tenemos y con los estudios que se están realizando, es muy probable que la ES haya sido la causante de malformaciones y otros problemas sanitarios que en su momento se achacaron a un mal manejo o incluso a efectos de las vacunas. Ahora ya estamos mucho más atentos a la ES.
Se ha hablado de que las vacas se vuelven agresivas cuando padecen la EHE. Yo no lo veo así. Más bien creo que el malestar que les causan los síntomas hace que estén muy incómodas y que por eso puedan parecer agresivas. Además, no es algo generalizado.
La pérdida de fertilidad o los abortos sí tienen relación con la dolencia porque lo primero que hace el animal ante una dolencia grave es defender su organismo por instinto de supervivencia y eso afecta a la gestación.
– En el momento actual ya hay diferentes tratamientos y vacunas para estas dolencias. ¿Están suficientemente testados y están resultando efectivos?
Lo primero que decimos a los afectados es que para estas dolencias víricas los antibióticos no son el tratamiento adecuado. O lo serían para las infecciones secundarias bacterianas derivadas de la dolencia. La apuesta hoy está en la prevención y la mejor herramienta son las vacunas. En el caso de nuestra ADS comprobamos que, en rebaños en los que entró el virus y las vacas estaban vacunadas, no se detectó ninguna sintomatología.
Tomando el ejemplo de la LA, hoy hay en Galicia tres serotipos circulando: el 3, el 4 y el 8. Respecto al 4, el pasado año hubo una campaña de vacunación obligatoria que abarcó toda la cabaña gallega. Pues hoy estamos viendo que de todos los casos de LA detectados no hay ninguno del serotipo 4. Y esto no pasó solo en Galicia, fue en toda España.
La vacunación obligatoria frente al serotipo 4 de Lengua Azul dio como resultado que este año no se detectara ningún nuevo caso de ese serotipo.
Con la EHE sucedió algo semejante. En nuestro municipio hicimos en abril una vacunación masiva y en lo que va de año no hubo ni un solo caso. Y eso que fue una vacunación tardía. Y eso que tenemos constancia de que el virus está circulando. Creo, pues, que la eficacia de las vacunas está demostrada.
– ¿Las zonas de montaña como A Fonsagrada son menos vulnerables a estas dolencias?
Lo primero que hay que decir es que en las zonas de montaña prácticamente todo el ganado está en sistemas extensivos y, por lo tanto, es más vulnerable a las picaduras de los mosquitos que transmiten el virus. En un estabulado se pueden usar ventiladores, mallas mosquiteras o repelentes que no se va a llevar el aire. En el sistema extensivo no es posible.

La observación diaria de los animales en las épocas de riesgo es una óptima medida de prevención
Tampoco se puede pensar que el mosquito no va a subir hasta la montaña por ser una zona más fría. Porque no es así. Por debajo de 12 ºC la actividad del mosquito desciende exponencialmente, pero los últimos veranos están teniendo aquí medias muy por encima de esa temperatura.
Hay que señalar que un calor excesivo tampoco favorece al mosquito. Como las garrapatas o las moscas, le va mejor una mezcla de calor y humedad para poder criar. Por eso estuvimos muy atentos en septiembre, cuando las temperaturas se moderaron y aparecieron lluvias y nieblas. Casi es más peligroso el final del verano y el comienzo del otoño que los meses de mayo y abril.
– Las enfermedades víricas están llegando desde el sur. ¿Tiene esto algo que ver con el cambio climático y la subida generalizada de temperaturas? ¿Debemos estar preparados para que aparezcan nuevas dolencias similares a estas?
Tenemos que ser conscientes de que el cambio climático y sus efectos ya llevan años afectando a la ganadería. Pero no es el clima lo que hace que lleguen virus. Llegan más bien por el movimiento de ganado y, una vez aquí, los vectores de contagio se adaptan al clima.
Una curiosidad es que el serotipo de EHE que llegó primero a Galicia fue el 8. Pero procedía de Túnez. Lo más lógico habría sido que llegara antes el 6, que es el predominante en Marruecos y que está más cerca. Ya sabemos que el 6 va a llegar pero afortunadamente contamos con una vacuna para aplicar en cuanto se detecte.
– Este año hay un intenso debate entre colectivos de veterinarios y administraciones por las restricciones al uso de antibióticos. ¿Están lastrando esas restricciones la lucha contra este tipo de dolencias?
Yo creo que las restricciones están justificadas por el hecho de que lo que se quiere es que los antibióticos sigan siendo efectivos en las personas. La salud de las personas tiene que prevalecer sobre cualquier otra cuestión.
Los mosquitos se ven favorecidos por la mezcla de temperaturas moderadamente altas y humedad.
Dicho esto, no debería haber problemas cuando el uso del antibiótico está justificado. Por otro lado, en el tratamiento de estas enfermedades víricas, los antibióticos solo se van a usar para mitigar efectos secundarios de las mismas, no son la parte esencial del tratamiento.
– Tratándose de A Fonsagrada, lo habitual es hablar de vacuno de carne. Pero, ¿pueden estas dolencias afectar a cabras, ovejas y cerdos en sistemas extensivos?
La LA causó los mayores daños en cuanto a patologías y mortalidad en el ganado ovino. Todos recordamos los rebaños de ovejas muertas y cargadas en camiones en el sur de España hace unos años. En el caso de las vacas, los efectos son mucho menores, pero no por eso hay que bajar la guardia.
La EHE y la LA no afectan al ganado porcino aunque esté en sistemas extensivos. Pero sí pueden padecer ES aunque no muestren síntomas. Y lo mismo sucede con los perros. Las ovejas pueden ser portadoras de EHE o incluso reservorios de la enfermedad pero no van a presentar síntomas ni a verse afectadas.

Inflamaciones y erosiones en las mucosas de los animales son síntomas comunes a las enfermedades transmitidas por mosquitos
– ¿Qué recomendaciones puede hacer a los ganaderos tanto preventivas como de actuación una vez que aparecen las enfermedades?
Como medidas preventivas, a nivel general, se debe evitar la adquisición de animales procedentes de zonas de riesgo, emplear las vacunas como método de bioseguridad y también usar repelentes e insecticidas.
Hay, además, técnicas de manejo básicas y sencillas como trasladar el ganado de unos pastos a otros con la mayor frecuencia posible. Y mantenerlo alejado de zonas donde haya una alta concentración de agua y de materia orgánica, que son los mejores hábitats para los mosquitos.
Y, por supuesto, vacunar a los animales tanto si es obligatorio como si no lo es pero los veterinarios recomiendan hacerlo. La experiencia hasta ahora demuestra que son totalmente fiables y resultan efectivas.
Es importante que el ganadero observe el rebaño. Sobre todo en las épocas de riesgo. En cuanto perciba algún síntoma o incluso un cambio en la actitud del animal, debe llamar al veterinario para que haga una valoración. En caso de confirmarse la dolencia, habrá que analizar caso por caso los pasos y tratamientos a seguir.
Quiero añadir que, después de épocas muy duras, los ganaderos productores de carne de vacuno están viviendo una época de cierta bonanza y, sobre todo, ven futuro en el sector. No vayamos a poner todo eso en riesgo por no tomar las medidas de prevención sanitaria oportunas.
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