La negativa inicial de la Consellería de Medio Rural tanto a mantener el funcionamiento de los mercados de ganado como a permitir la utilización de las instalaciones de las ferias para hacer el reagrupamiento de los animales por parte de los tratantes está cambiando, a la vista del devenir de los acontecimientos y de las consecuencias que estas dos decisiones están teniendo en el sector.
Si la semana pasada el propio conselleiro José González solicitaba oficialmente al Ministerio de Agricultura la vuelta a la celebración de los mercados de ganado, reclamado también por diversas asociaciones y organizaciones agrarias, hoy mismo autorizaba habilitar un pabellón del recinto ferial de Silleda para efectuar tres concentraciones privadas de ganado por parte de tres operadores distintos.
A remolque de la situación, la Xunta está modificando sus criterios en función de las consecuencias que tuvieron sus decisiones iniciales
La suspensión sine die de los mercados de Silleda, Amio y Castro Riberas de Lea, que el conselleiro de Medio Rural se apresuró a defender en el inicio de la pandemia, sumado al cierre tanto de la hostelería como del turismo, acabaron generando problemas para la salida del ganado de las explotaciones, sobre todo de terneros pintos procedentes de las ganaderías de leche, que están siendo llevados en ocasiones incluso sin precio, y de las vacas de desvieje, para las que prácticamente no hay demanda.
Del mismo modo, la pérdida de los canales habituales establecidos para el movimiento del ganado a través de los mercados semanales trasladó la concentración de los terneros lactantes -para su clasificación en los distintos lotes por tipología y características, condición necesaria para el envío a los cebaderos- a la casa de aquellos tratantes que contaban con instalaciones autorizadas para este fin, trasladando también con ellas las aglomeraciones de personas y vehículos a estas explotaciones de trato, fuera del control de las autoridades, como ya habían advertido algunas voces autorizadas.
La concentración del ganado en las cuadras de trato provocó quejas
El cierre del mercado de Silleda derivó la concentración de los terneros hacia dos cuadras de trato existentes en las cercanías del recinto ferial de la Semana Verde, ocasionando aglomeraciones y problemas al no estar habilitadas para acoger el aumento de demanda.
De hecho, los propios vecinos denunciaron en las últimas semanas el movimento masivo de camiones hacia estas explotaciones de trato privadas y el propio alcalde de Silleda, Manuel Cuíña, llegó a poner esta situación en conocimiento de la Xunta de Galicia, pidiendo a la Consellaría de Medio Rural que permitiera la habilitación de los pabellones del recinto de la Feria Internacional de Galicia para llevar a cabo la reunión del ganado y la distribución en lotes de cara a su transporte, en el caso de los terneros con destino a los distintos cebaderos.
El alcalde de Silleda le remitió una carta al conselleiro denunciando «labores de trasiego de ganado procedente de distintos puntos de Galicia y de otras comunidades, con asistencia incluso de personal veterinario de la Xunta»
Cuiña le remitió el viernes 24 de abril una carta al conselleiro, José González, mostrando su preocupación porque a consecuencia del cierre de las ferias de ganado estaban produciéndose «labores de trasiego de ganado vacuno procedente de distintos puntos de Galicia y de otras comunidades» hacia una explotación de trato ubicada en el lugar de Vilanova, en la parroquia de Margaride, «con asistencia incluso de personal veterinario de la Xunta», denunciaba el alcalde, según publicó ‘Faro de Vigo’.
La presencia de los funcionarios tenía la finalidad de agilizar las guías necesarias para el transporte del ganado, tal como se había comprometido el conselleiro con los tratantes para que estos comenzasen a operar de nuevo tras el decreto del estado de alarma y a mover, por tanto, el ganado de las explotaciones.
Solución de carácter temporal y limitada a Silleda
Por tanto, este martes han vuelto los terneros a Silleda aún sin haber mercado, pues se habilitó el pabellón donde habitualmente se realizan las ferias para que los tratantes puedan hacer allí la concentración. Esta solución, descartada en un principio por Medio Rural, ya había sido adoptada en el año 2001 durante los meses que habían estado cerrados los mercados por culpa de la fiebre aftosa.
Esta mañana en Silleda tres operadores diferentes reunieron 800, 400 y 300 cabezas respectivamente. Los operadores encargados de suministrar a los cebadeiros recibieron el ganado aportado por diferentes tratantes, juntaron los terneros en el recinto y, una vez distribuidos por lotes, los cargaron para envío, habiendo acordado todo previamente con los transportistas.
En el año 2001 y con los mercados de ganado también cerrados por la fiebre aftosa, ya se había adoptado esta alternativa en distintos puntos de Galicia
La Feria Internacional de Silleda habilitó un pabellón para estas labores a petición de Medio Rural que, inicialmente rechazó esta alternativa confiando el movimiento de ganado a los tratantes en sus propias instalaciones, pero que finalmente y ante los problemas ocasionados decidió habilitar esta solución con carácter temporal mientras dure el estado de emergencia sanitaria decretado por la Xunta y el estado de alarma fijado por el Gobierno central.
No se autorizó ninguna operación de compra-venta in situ, sino simplemente la descarga del ganado por parte de los tratantes de la zona para su reunión, confección de lotes y carga hacia destino. Las descargas se programaron de manera escalonada para evitar aglomeraciones, manteniendo las distancias de seguridad y con los operadores, en la mayoría de los casos, equipados con medidas de protección como guantes y máscarillas.
La Xunta descarta extender este sistema a las instalaciones de Amio o Castro Riberas de Lea, ya que «se puso en marcha para dar solución a un problema puntual y no hay constancia de ningún otro en toda la comunidad»
Pero la Xunta descarta extender este sistema al resto de instalaciones donde se celebran mercados de ganado en Galicia. «La apertura del recinto ferial de la Semana Verde de Galicia fue para dar solución a un problema puntual que había en esa zona. Esta medida se mantendrá hasta que se puedan reabrir los mercados ganaderos. Cabe señalar que no hay constancia de ningún otro problema en toda la comunidad en cuanto a la posibilidad de dar salida a estos animales, siempre a través de los tratantes», argumentan desde la Consellería.
A la espera de la autorización para la reapertura, las ferias preparan medidas de distanciamiento e higiene para la celebración de los mercados
Con el paso de las semanas con las ferias de ganado cerradas la Xunta pasó de firme defensor de su suspensión a pedir formalmente su reapertura. El pasado jueves, el propio conselleiro José González realizó una consulta al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre la posibilidad de reabrir los mercados ganaderos argumentando que el proceso de desescalada en marcha debería permitir esta actividad, al igual que desde este lunes se vuelven a celebrar mercados agroalimentarios, advirtiendo que la apertura de las ferias de ganado es demandada por el sector y considerándola necesaria para dar salida a los animales que se están acumulando en las explotaciones. «Por ahora no tuvimos respuesta», aclaran desde Medio Rural.
Será necesaria la adaptación de los distintos recintos e instalaciones y del propio funcionamiento de los mercados para cumplir con las nuevas exigencias que previsiblemente se fijarán para su reapertura
Mientras no finaliza el estado de alarma la competencia sobre la apertura de los mercados ganaderos está en el Gobierno central, por lo que sería el Ministerio el encargado de autorizar su celebración durante este tiempo. Por contra, si finalizara, lo que supondría la vuelta de las competencias a la Xunta, sería la Consellería de Medio Rural la responsable de establecer las condiciones de reapertura.
Tanto en un escenario como en el otro, lo que parece claro es que la autorización de reapertura de las ferias en esta nueva fase de desescalada estará condicionada al cumplimiento de una serie de medidas de seguridad e higiene que obligarían a una adaptación de los recintos feriales y de su funcionamiento habitual.
Silleda ya trabaja en la adaptación de las instalaciones
«No tenemos confirmación ni comunicación alguna sobre cuándo se podría proceder a la reapartura, pero ya estamos trabajando en la adaptación, tanto del programa informático necesario para hacer la subasta totalmente telemática como en otra serie de medidas para que no existan grandes concentraciones de público en el recinto, estamos estudiando y valorando cómo hacerlo para estar listos en el menor tiempo posible para que una vez se autorice la celebración poder comenzar a hacer de nuevo las ferias», explica Julio Pérez Filloi, responsable de la Central Agropecuaria de Galicia.
Las principales líneas en las que están trabajando en el recinto ferial de Silleda pasarían por establecer una preinscripción previa de los animales que van a ser llevados a la feria desde algunos días antes, por ejemplo desde el viernes, para de este modo tener una previsión de asistencia. Esta decisión sería también útil como método de regular la oferta y la demanda, pues permitiría «saber con antelación el número de animales que se van a subastar y prever que no haya una oferta desmesurada en las primeras ferias que llevase a una debacle en los precios», indica Julio.
Habría una preinscripción previa de los animales unos días antes de la subasta y la puja pasaría a ser totalmente telemática
Otra posible medida pasaría por restringir la entrada del ganado únicamente al lunes, el día anterior a la celebración del mercado. «No recogeríamos animales el martes por la mañana, como hasta ahora, para que el martes solamente hubiese compradores dentro de las naves y limitar de este modo al mínimo la presencia de personas al mismo tiempo en las instalaciones», avanza.
Para hacer también que la estancia en la feria se reduzca a lo imprescindible, se acortaría el tiempo que duran las subastas, y que muchas veces ahora se alargaban durante horas, para que el tiempo de permanencia y contacto entre vendedores, compradores, operarios y veterinarios sea el menor posible.
Del mismo modo, la subasta en sí dejaría de ser presencial, pasando a comunicar a compradores y vendedores a través de una app o de comunicaciones vía whatsapp. «Queremos que no venga la gente a la feria y que podamos comunicar al vendedor el resultado de la subasta, los precios y los posibles incidencias veterinarias si las hubiese, así como recibir de vuelta su respuesta sobre la decisión de aceptación o rechazo de la oferta. Y los compradores igual, queremos que no existan las puxas en papel y que se hagan telemáticamente, del mismo modo que el papeleo sobre facturación o transferencias también sería online», explica.
«Va a ser difícil que Amio vuelva a funcionar en mayo»
Tampoco en Amio disponen de una fecha aproximada para volver a operar. El Ayuntamiento de Santiago, titular de las instalaciones, «está manteniendo reuniones diarias con la comunidad autónoma para ir avanzando pero ni la Xunta ni el Ayuntamiento pueden hacer nada aún por ahora porque la competencia para autorizar las ferias ganaderas sigue en el Gobierno central y de momento no es posible aventurar una fecha para la reapertura. Pero aunque el Gobierno autorizase estos días que se puedan volver a hacer las ferias de ganado, tampoco sería algo inmediato. El mercado de la semana que viene no sería posible porque no daría tiempo a organizarlo y en lo que resta de mes de mayo lo veo difícil porque habría que adaptarse a las nuevas circunstancias», admite Carmen Méndez Naya, gerente del mercado santiagués.
En lo que resta de mes de mayo veo difícil poder retomar la actividad porque habría que adaptarse a las nuevas circunstancias. La reapertura no va a ser en iguales condiciones
«La apertura no va a producirse en las mismas condiciones: serán necesarios equipos de protección individual, probablemente turnos de personal y usuarios para evitar aglomeraciones, medidas de higiene especiales, etc. Tienen que fijarse esas medidas por parte de las autoridades sanitarias y tiene que haber un acuerdo de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santiago para establecer esas condiciones de apertura, igual que hubo un acuerdo para decretar el cierre. Luego sería la empresa adjudicataria de la concesión y de la gestión de las instalaciones, Monfobus, la encargada de adoptar todas estas medidas de seguridad y higiene que se establezcan», explican en el Mercado Nacional de Amio.
Mesas de precios virtuales para fijar las cotizaciones
La Central Agropecuaria de Galicia mantuvo en este tiempo las mesas de cotizaciones para porcino, ovino y conejo, que seguirán funcionando de manera telemática para fijar los precios de referencia mientras no se reabran los mercados e incluso podrían adoptar este funcionamiento una vez se permita de nuevo la realización de ferias de ganado.
La Central Agropecuaria de Galicia retomó el 24 de marzo, dos semanas después de que la actividad en los mercados de ganado gallego quedase paralizada por el coronavirus, las mesas de precios del porcino por el interés mostrado por parte del sector para seguir fijando el precio semanal de animales cebados y lechones, que en las primeras mesas cotizaron a la baja.
La activación de las mesas se hizo de manera telemática, de manera que la persona responsable de las mesas en la Central contactó telefónicamente y a través de medios informáticos con los representantes de la producción y la distribución que participan de forma habitual para fijar las cotizaciones.
También el Mercado Nacional de Amio celebró una sesión telemática el pasado 1 de abril (la anterior en celebrarse había sido el 11 de marzo) de su Mesa de Precios de la Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega, en la que se acordó también una bajada generalizada de las cotizaciones en todas las categorías, tanto Suprema como Ternera. Por el contrario, la mesa de precios del ganado de abasto no se convocó desde el cierre del mercado habitual de los miércoles en el recinto ferial de Santiago.