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La Federación Rural Galega – FRUGA, tampoco se suma, al igual que el Sindicato Labrego Galego , al acuerdo para revalorizar la carne de la Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega Suprema, que presentó este viernes a Consellería de Medio Rural y que sí apoyan Unións Agrarias, industrias cárnicas, distribución y el propio consejo regulador de la IGP.
El rechazo de la Fruga viene en primer lugar por las formas en que se gestó y presentó el acuerdo: «No es de recibo que se nos convoque para firmar este protocolo el día 28, cuando nos enteramos a través de los medios de comunicación que ya fue firmado el pasado viernes la dice 25 de Marzo. Evidentemente que un protocolo de este calibre tiene que ser analizado, debatido y consensuado previamente con todos los agentes del sector».
Pero, sobre todo, el principal desacuerdo de la FRUGA viene por el propio contenido del acuerdo, pues consideran que hay «mucha indefinición en las propuestas, y al mismo tiempo no vemos clara una apuesta por la Ternera Gallega Suprema».
«Todo lo contrario -advierten-, observamos como se habla de la adaptación de las explotaciones a las necesidades de cierta industria y ciertas cadenas de distribución, sin nombrar en ningún momento se haga una apuesta clara y decidida por la defensa de las explotaciones de Suprema, que son quien realmente aportan calidad y prestigio a la esta Indicación Geográfica Protegida».
En este sentido, desde la Federación Rural Gallega reclaman que «además de aplicar la ley de la cadena alimentar, es preciso trabajar en políticas de infraestructuras agrarias que nos permitan abaratar los costes de producción, aspecto del que no se habla en ningún punto de este documento».
Por último, la Fruga critica la «indefinición en muchos aspectos del protocolo, que puede dar lugar a interpretación confusas, y argumentos que solamente hablan de la Ternera Gallega, y no nombran para nada la Suprema». «De esta forma vemos como los mataderos vuelven a ser los grandes beneficiados de las políticas de la IGP, primero con las modificaciones reglamentarias de años anteriores, y ahora parece que se abre la posibilidad de promover otros modelos alternativos para el cebo de novillos», advierten.
