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Santiago acoge hoy la constitución de la marca Pino de Galicia, un sello de garantía que nace para posicionar la madera gallega de coníferas en la vanguardia europea. El lanzamiento de la marca, impulsada por la Fundación Arume, permitirá certificar ante los consumidores el origen, calidad y sostenibilidad de los productos amparados por Pino de Galicia. El objetivo último de la marca se sitúa en ofrecerle información útil a los consumidores, en la línea en la que ya venían trabajando las grandes potencias forestales europeas.
La marca Pino de Galicia nace con la participación inicial de más de 50 empresas de toda la cadena de la madera, desde rematantes (profesionales encargados de la tala en monte) hasta aserraderos, industrias de segunda transformación y mayoristas.
Con la creación del sello de garantía, se busca impulsar la competitividad de las empresas gallegas de la madera, en especial en las gamas de producto que logran mayor valor añadido. El objetivo de Pino de Galicia es contribuir a revalorizar la madera de coníferas desde el monte hasta el mercado final, para lo cual se apuesta por la calidad y por estandarizar las clasificaciones de la madera.
Bioeconomía
En la actualidad, la madera de coníferas atraviesa por una situación de alta demanda en los mercados internacionales, una tendencia que se espera que continúe en los próximos años, pues la perspectiva es la de que la demanda supere a la oferta. La madera de coníferas, por sus características técnicas y por sus cualidades de material renovable, reciclable y reutilizable, se presenta cómo una de las materias primas estrella en la búsqueda de una economía neutra climaticamente.
Ese es un escenario del que ya se están beneficiando los propietarios y las empresas gallegas, que están asistiendo en los últimos meses a una revalorización tanto de los pinos en monte como de la madera y de los productos transformados elaborados a partir de pino. El lanzamiento de la marca Pino de Galicia, que llegará al mercado en los primeros meses del 2022, se produce, pues, en un momento óptimo, alineándose con la estrategia de los propietarios forestales y de las industrias de posicionar la madera gallega de coníferas como una referencia de calidad y sostenibilidad en el mercado.
Reglamento técnico
Para lograr que el mercado identifique los productos de ‘Pino de Galicia’ y los asocie a una calidad objetiva, la Fundación Arume, promotora de la marca de garantía, definió un reglamento que establece exigencias y controles rigurosos desde el monte hasta la industria.
En primer lugar, ‘Pino de Galicia’ sólo puede proceder de montes sometidos a una certificación forestal (FSC o PEFC), un sistema reconocido a nivel internacional que garantiza la sostenibilidad ambiental y social de los aprovechamientos.
La materia prima identificada con la marca Pino de Galicia podrá ser madera de pino del país (Pinus pinaster), de pino insigne (Pinus radiata) o de pino silvestre (Pinus sylvestris). La marca ampara tanto madera en rollo, antes del aserrado, como productos rematados de primera y segunda transformación.
El empleo de la marca le será autorizado a los rematantes, aserraderos, industrias y mayoristas que se adhieran a Pino de Galicia y que comprometan la adecuada trazabilidad de los productos identificados con el sello de garantía.
Tanto la materia prima (madera en rollo) como los productos amparados por la marca de garantía Pino de Galicia se catalogan en función de un baremo de calidades. En el etiquetado de los productos finales amparados por Pino de Galicia figurará la especie de conífera, así como la calidad, el fabricante, la fecha de fabricación y el logo de la marca de garantía, entre otros datos.
