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La Dirección de Vacuno de Carne del Sindicato Labrego se concentró hoy ante la Consellería de Medio Rural en demanda de ayudas para las ganaderías. La organización agraria recuerda que las alrededor de 20.000 granjas de carne que hay censadas en Galicia vienen sufriendo desde hace meses una seria caída de los precios de los becerros, derivada de las restricciones a la hostelería por el coronavirus.
El Sindicato Labrego señala que el problema ya fue abordado en la reunión del Consello Agrario del pasado 16 de junio, «pero tres meses después la Xunta sigue sin adoptar ninguna medida de apoyo al sector», cuestionan.
En abril, mayo y junio, los precios medios cayeron alrededor de 50 céntimos de promedio, sin que apenas se recuperaran en los meses de verano, según explica la organización agraria. «Entendemos que el cierre y las restricciones de la hostelaría influyó en la bajada de la demanda y, por tanto, en el precio de la carne, pero también es cierto que el consumo de carne de los hogares aumentó un 33% durante el cierre de la hostelería, por lo que pensamos que industria y distribución aprovecharon esta coyuntura para bajar los precios más de lo razonable», critica el Sindicato Labrego.
Las medidas propuestas por la organización agraria para apoyar a las granjas pasan por ayudas directas, bien por becerro sacrificado vinculado la vaca nodriza, bien un pago por granja o por vaca nodriza. De cara al futuro, la organización pide además medidas de ordenación del sector y apoyo a la venta directa del productor al consumidor.
Preocupación por el decreto de nutrición sostenible de los cultivos
El coordinador de vacuno de carne del Sindicato Labrego, Brais Álvarez, manifestó también hoy su preocupación por el decreto sobre fertilización sostenible que prepara el Ministerio. Álvarez pidió que la Consellería se pronuncie sobre el borrador del decreto, pues considera que la mayoría de las ganaderías de carne de Galicia «no tienen viabilidad técnica ni económica para adaptarse al decreto».
El proyecto ministerial quiere prohibir la aplicación de purín por el sistema de plato, pero desde el Sindicato Labrego consideran absurdo que se les quiera imponer la inyección de purín o sistemas similares a granjas que trabajan principalmente con pastos, con frecuencia en zonas de orografía complicada.
