La gestión del ganado en la parroquia de Boimente: 250 yeguas y 250 vacas para 1.000 hectáreas de monte comunal

La mejora de los pastos en la CMVMC Buio y Lerín, en Viveiro, fue la primera que se acometió en Galicia. Pasaron ya 38 años y el buen manejo de los animales hace que las praderas sigan productivas sin ser renovadas desde entonces

Cabalos no curro de Candaoso, no monte comunal de Boimente, antes da rapa

Caballos en el curro de Candaoso, en el monte comunal perteneciente a la parroquia de San Andrés de Boimente

En el año 1984 los vecinos de la parroquia de Boimente, en Viveiro, solicitaron una ayuda para la reparación del Curro de Candaoso, donde cada primer domingo de julio se celebra una de las tres rapa das bestas que aún quedan en la comarca de A Mariña.

Aquella actuación fue el punto de partida para la recuperación de los usos ganaderos tradicionales del monte. “Nos ofrecieron participar en el programa de mejora de pastos en comunidades de montes y fue cuando hicimos la siembra de las praderas”, explica Antonio Yáñez Rúa, uno de los siete ganaderos que quedan en la parroquia y miembro de la junta directiva de la CMVMC Buio y Lerín.

Es una de las más grandes de esta zona de A Mariña, con 1.002 hectáreas. De ellas, 300 son prados y 681 mantienen uso mixto forestal y ganadero (100 hectáreas son bosque de robles y 581 pinar pastoreado).

Los pinos están en retroceso y tenemos problemas con los eucaliptos por la competencia que ejercen sobre los pastos para el ganado

Esta zona de la costa norte gallega está orientada al Cantábrico, lo que hace que los montes de Boimente sean muy batidos por los vientos del noreste. De hecho, en terrenos de la comunidad de montes hay instalado un parque eólico con 9 aerogeneradores.

La labor del ganado en la implantación de las praderas

Vacas pacendo no monte comunal da parroquia de San Andrés de Boimente cos muíños de vento ao fondo

Vacas paciendo en el monte comunal de la parroquia de San Andrés de Boimente con los molinos de viento al fondo

Como es habitual en amplias zonas de la sierra de O Xistral, los suelos en esta zona son de turba y 21 de las hectáreas del monte comunal están ocupadas por una mina de turba. Por esta composición del terreno, los suelos son muy ácidos y con baja fertilidad inicial.

Este hecho condicionó la siembra inicial de las praderas en el otoño de 1984. La vegetación existente, de carácter acidófilo, estaba formada por sedio (agrostis curtisii) como vegetación dominante y diferentes especies de brezo, uz y tojo.

Los suelos son de turba, muy ácidos y con baja fertilidad inicial

Se hizo un desbroce inicial y luego un gradeo de discos, con alguna quema superficial, con cierto peligro por tratarse de suelos turbosos donde se corre el riesgo de que el terreno arda durante meses.

Entre las tareas que la comunidad debe hacer en el momento actual está la corrección de la acidez del suelo. «Tenemos que encalar de manera moderada, porque tratándose de suelos de turba y al tener poco aluminio, las necesidades de cal son menores que en otro tipo de suelos», explica Antonio. 

Membros da Comunidade de Montes durante a rapa das bestas do ano 2000

Miembros de la Comunidad de Montes durante la rapa del año 2000. Antonio, de pie el segundo por la izquierda

En el primer proyecto se actuó sobre unas 200 hectáreas y en una segunda fase sobre las 100 restantes. Se llevó a cabo un encalado con 4.000 kg/ha de caliza molida y se abonó el terreno con 600 kg/ha de 8-24-16. Para la fertilización del año siguiente se aplicó un abono complejo 15/15/15 con una dosis de 400kg/ha.

“Al principio, en los primeros años, carecíamos prácticamente de ganado y a causa de la baja carga de animales las praderas se fueron degradando y volviendo a estar dominadas por el agrostis, pero en la medida en que fuimos aumentando el número de animales y realizando rotaciones en el pastoreo, los pastos se fueron recuperando”, explica Antonio.

Los pastos bajo arbolado fueron hechos por el ganado a lo largo de estos 38 años

En los 38 años que llevan hechas, las praderas nunca fueron renovadas. Se mantienen productivas y en buen estado gracias a la presencia del ganado, que se encargó de esparcir las semillas del raigrás y el trébol blanco hacia otras zonas, como por ejemplo cebajo de los pinares, que hoy en día tienen también aprovechamiento ganadero. “La zona arbolada también encampiza y produce pasto porque son los propios animales los que se encargan de extender la pradera hacia la zona forestal”, asegura.

La comunidad de Boimente participa, junto a otras 10 de los ayuntamientos de Xove, Ourol, Muras, O Valadouro y Abadín, con las que comparte los montes de la Sierra de O Xistral, en el proyecto europeo Life on common Land, que estudia precisamente los beneficios del ganado en el cuidado del territorio.

Vacas y caballos

No monte comunal de Boimente hai cabalos pura raza galega e cruzados

En el monte comunal de Boimente hay caballos pura raza gallega y cruzados

En los montes de Boimente hay vacas y caballos. “Las yeguas son de la comunidad de montes y las vacas se gestionan individualmente”, explica Antonio. La comunidad es propietaria de 250 yeguas y sus crías. “Las yeguas son esenciales para mantener el matorral controlado y la calidad del pasto y nos evitan tener que hacer desbroces”, cuenta.

Las vacas, sin embargo, son de propiedad individual. “En Boimente quedamos 7 ganaderos activos, con un total de 250 vacas en el monte vecinal. Las plazas son de 20 vacas, pero hay quien cede plazas”, dice.

La carga ganadera se sitúa en 0,6 UGM por hectárea y la superficie está dividida en 7 parcelas

Con todo, una de las cláusulas establecidas para este traspaso de derechos es que ambos tienen que vivir en la parroquia. “No se pueden ceder a ganaderos de fuera de la comunidad, especialmente por el control sanitario”, detalla Antonio.

La carga ganadera se sitúa en 0,6 UGM por hectárea, adecuada al potencial del monte y a las necesidades de los comuneros. Las 300 hectáreas están divididas en 7 parcelas. “Comenzamos con 3 parcelas pero reducimos superficie para tener el monte más controlado”, argumenta.

Los beneficios del arbolado para el ganado

Piñeiral pastoreado, que serve de refuxio para o gando, que axuda a extender e implantar a pradeira

Pinar pastoreado, que sirve de refugio para el ganado, que a su vez ayuda a extender e implantar la pradera

Tanto los caballos como las vacas están todo el año fuera, excepto por enfermedad o cesárea. “El pinar es un buen protector para los animales en los días más duros del invierno porque la sensación de frío en el monte es muy elevada por culpa de la niebla”, cuenta. Pero la mayoría de los pinos son viejos y es necesario proceder a su sustitución para garantizar abrigo en los próximos años.

Es una zona batida por los vientos del noreste y con una sensación térmica baja

La Comunidad de Boimente cuenta con un plan de ordenación y gestión del monte que se encuentra en estos momentos a la espera de aprobación por parte de la Consellería de Medio Rural para poder iniciar los trabajos de tala y repoblación.

“Las vacas van poco al monte por el problema del lobo”

CMVMC Boimente (Viveiro) vaca rubia galega2 eolicos

La explotación familiar de Antonio, Yáñez y Cuadrado SC, está formada por un rebaño de vacas de raza rubia gallega y cruces con limusín. “El número de animales que podemos tener es muy dependiente de los pastos comunales, porque la competencia de los eucaliptales reduce mucho las posibilidades de acceder a fincas para cultivo y pastoreo en la zona”, lamenta.

Las vacas solo comen hierba y silo como suplemento en invierno, mientras que los becerros maman hasta los 7 meses. Una vez destetados entran a un alojamiento habilitado como cebadero hasta los 10 meses.

Los terneros entran en el cebadero desde los 7 hasta los 10 meses y el 20% de las hembras quedan para recría

“No concentro los partos, miro de tener terneros todo el año, por lo que dependiendo de la época del año y de la disponibilidad de pasto están más tiempo en el prado o entran antes al cebadero, pero las madres pacen en las fincas de alrededor para que así puedan seguir mamando hasta los 7 meses”, explica.

Instalaciones para llevar a cabo el cebo final de los terneros

Instalaciones para llevar a cabo el cebo final de los terneros

El 95% de los terneros los venden como Ternera Gallega Suprema, con un peso canal de los machos entre 220 y 260 kilos y entre 180 y 200 en las hembras. En el cebadero separan las hembras de los machos y el 20% las dejan para recría. También ceban algún macho de más edad para un carnicero local, al que se los venden con 16 meses como Añojo y un peso de unos 400 kilos canal. “Esos terneros a veces quedan más tiempo fuera en el prado”, cuenta.

Cuando tengo muchos terneros para cebar les doy hierba verde para ahorrar en concentrado

El consumo medio de concentrados por animal de Suprema, sacrificados a los 10 meses de edad, es de unos 460 kilos. “Les doy una ración diaria, no les doy a discreción, para tener más controlado el gasto. Cuando tenía muchos para cebar les daba hierba verde todos los días para ahorrar en concentrado, porque el precio del pienso se ha incrementado en 110€ por tonelada en el periodo de un año. Lo de la hierba verde me iba bien, pero había que segarla por la mañana y recogerla por la tarde para dársela, para que no se me descompongan, porque sino no asimilan el concentrado como deberían”, indica Antonio.

Ataques del lobo

Colar GPS instalado nun poldro da comunidade de montes

Collar GPS instalado en un potro de la comunidad

La sierra de O Xistral y los territorios que se encuentran en su zona de influencia es una de las zonas de Galicia con mayor presencia de lobo y donde los ataques al ganado son constantes. Además de los efectos sobre la merma de la cabaña equina, la presencia del lobo condiciona lo manejo del ganado vacuno. “Las vacas van poco al monte por el problema del lobo”, indica Antonio.

En el recuento realizado en el mes de enero echaron en falta varias yeguas y 5 potros

En colaboración con la empresa gallega Innogando el pasado mes de abril comenzaron un proyecto de investigación para la detección de los ataques del lobo en el ganado caballar en extensivo. Se colocaron 50 collares a yeguas y potros de los que, a partir de ahora, se tendrá toda la información de localización GPS y actividades en tiempo real.

En colaboración con la empresa Innogando, en el mes de abril instalaron 50 collares GPS a yeguas y potros para detectar ataques a través del movimiento de la manada

En los montes de Boimente las manadas de caballos de pura raza gallega y cruzados viven en condiciones de semilibertad. Normalmente estás manadas están separadas para evitar cruces no deseados y poder de este modo criar en pureza racial los caballos de pura raza gallega.

Un par de veces al año, en el mes de enero y en el mes de julio para la rapa, recogen todo el ganado, se hace un recuento de los animáis y de sus crías (en el recuento del mes de enero echaron en falta varias yeguas y más de 5 potros por ataques del lobo), se desparasitan, se identifican con su respectivo microchip y se mira que los animales estén en buenas condiciones para volver al monte.

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