La huella de carbono de los forrajes ¿Cuales emiten más gases contaminantes?

La huella de carbono o de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera de las ganaderías cobrará cada vez más importancia para las ayudas de la PAC y para los consumidores. Gregorio Salcedo, jefe de Calidad e Innovación del Centro Integrado de Formación Profesional “La Granja”, en Cantabria, muestra los resultados de diversos estudios sobre que ganaderías son más contaminantes.

La huella de carbono de los forrajes ¿Cuales emiten más gases contaminantes?

El pastoreo emite más metano pero menos CO2 que los sistemas intensivos

La huella de carbono o de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera de las ganaderías cobrará cada vez más importancia tanto para percibir las ayudas de la PAC, cada vez más condicionadas a aspectos medioambientales, como para unos consumidores con creciente sensibilidad hacia productos agroalimentarios respetuosos con la naturaleza y con el bienestar animal.

En este sentido, Gregorio Salcedo, jefe del Departamento Calidad e Innovación del Centro Integrado de Formación Profesional “La Granja”, referente en la formación agroganadera en la comunidad de Cantabria, expuso en la última edición de GandAgro los resultados de diversos estudios sobre la huella de carbono en la producción de forrajes para ganaderías de vacuno.

Para ello, Gregorio Salcedo cuantificó las emisiones de tres gases de efecto invernadero que contribuyen al incremento de la temperatura global:

-El C02 o dióxido de carbono, emitido por el gasóleo quemado por los motores durante las tareas de cultivo y recolección.

-El CH4 o metano, producido en la panza de los rumiantes durante la fermentación y emitido en forma de eructo y el de los purines.

-El N20 u óxido nitroso, procedente de la descomposición de la materia orgánica, de los procesos de nitrificación y desnitrificación originados en el suelo, bien por acción directa del propio suelo o indirectamente por la aplicación de purines y fertilizantes químicos.

Autor: Gregorio Salcedo

Autor: Gregorio Salcedo

Comparación de tres sistemas de producción

Para analizar la huella de carbono de los forrajes, el investigador cántabro analizó tres sistemas de producción en ganadería de vacuno de leche a partir de la superficie dedicada a la producción de forraje:

-Un sistema de alimentación basado en pradera (siega o pastoreo) 100% de la superficie.

-Pradera (80%) y 20% de maíz del total de la SAU de la explotación

-Pradera (67%) y el 33% restante de maíz y cultivos forrajeros de invierno (principalmente raigrás italiano).

En total, en el estudio se analizaron 60 ganaderías de Cantabria, de las cuales 26 corresponden al sistema pradera, 7 en pradera más maíz y 27 en sistemas más intensivos formados por pradera, maíz y raigrás italiano.

“Los resultados mostraron que cuanto mayor es la intensificación se necesitan más imputs (laboreo, fertilizantes, recolección,..etc), y por lo tanto aumentan las emisiones de CO2 por hectárea de cultivo”, subraya Gregorio Salcedo.

Así, los resultados del estudio mostraron las siguientes emisiones de C02-eq por hectárea y año, incluyendo la mayor parte de los imputs:

-Pastoreo: 1.519 kilos.
-Hierba más maíz: 1.851 kilos.
-Sistema intensivo en base a maíz: 2.382 kilos.

“En los sistemas a pastoreo las vacas emiten más metano que los intensivos”

Como conclusiones, el jefe del Departamento Calidad e Innovación del Centro Integrado de Formación Profesional “La Granja” aseguró que:

-La menor huella de carbono por kilo de materia seca se registró en los sistemas de pradera.

-Independientemente del sistema forrajero, los ensilados de hierba y los de raigrás italiano en rotopacas, mostraron emisiones mayores por kilo de materia seca e intermedios los ensilados de maíz.

-Entre forrajes, la pradera es capaz de secuestrar más carbono que los cultivos forrajeros anuales como el maíz y el raigrás italiano, pero en el aporte de purín y los restos vegetales contribuyen en cierta medida con el secuestro de carbono. El laboreo incrementa las emisiones de CO2 y N2O.

-La suplementación con ensilado de maíz reduce las emisiones de metano a nivel ruminal. Esto es debido a su contenido en almidón que genera más ácido propiónico en panza, actuando como sumidero de metano. Dietas ricas en fibra dan lugar a más formación de acético en panza, y este favorece mayor formación de metano. Otra de las razones por las cuales, los sistemas intensivos emiten menos metano, se debe, entre otros, al tamaño de picado de la dieta, mayor aporte de concentrado (almidón), lo que favorece menor tiempo de rumia.

-Sin embargo, los sistemas más extensivos basados en pastoreo emiten menos CO2 por hectárea que los intensivos debido entre otros aspectos, a la menor carga ganadera, al secuestro de carbono, menor imputs como fertilizantes de síntesis, laboreo, gasóleo, etc… Por el contrario, por litro de leche producido es mayor.

“Podemos concluir que los sistemas extensivos basados en el pastoreo emiten menos gases de efecto invernadero por hectárea y, por lo tanto, tienen una menor huella de carbono por hectárea, aunque por kilo de carne y por litro de leche es mayor que los extensivos, imputable a la menor carga ganadera y a rendimientos más bajos”, concluye Gregorio Salcedo.

Autor: Gregorio Salcedo

Autor: Gregorio Salcedo

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