«La igualdad para mí no es un reto, sino el único camino posible»

En su día a día, Carmen Rodríguez compatibiliza las responsabilidades como vicepresidenta de CLUN, una de las principales cooperativas agroganaderas de Galicia, con el trabajo y cuidado de sus animales en la ganadería mixta de vacuno de leche y carne. Además de su experiencia personal, Rodríguez preside la asociación Mulleres de seu, que agrupa a las ganaderas de la cooperativa, lo que le permite estar en contacto y trabajar de manera directa con las socias. Con ella abordamos la situación de la mujer en el campo gallego con motivo del Día de la Mujer.

-¿Percibes cambios reales en el campo gallego en materia de igualdad?
-Queda mucho por hacer, pero lo cierto es que la labor de grupos como el de Mulleres de por seu, otros de nuestro ámbito, como Ganadería en Femenino de Zoetis, al que nos sumamos recientemente; o iniciativas como la de la Secretaría General de Igualdad de piezas de vídeo promocionales como Semillas para la Igualdad y otras similares es fundamental y sirve para visibilizar una realidad que aún ponen de manifiesto la desigualdad. En los últimos años, esta línea de iniciativas que acabo de mencionar está abriendo el camino. Estoy convencida de que la clave es la educación, la necesidades de tirar barreras, estereotipos y clixés muy arraigados en nuestra sociedad. La igualdad, la corresponsabilidad, la inclusión, la tolerancia y otros valores esenciales nacen de la educación y se asientan con el ejemplo. La igualdad para mí no es un reto, sino el único camino posible.

-¿Cuáles te parece que fueron los más significativos?
-Ser conscientes de la desigualdad que aún existe ha servido para que desde órganos de decisión de diferentes ámbitos institucionales, empresariales, educativos o sociales se haya puesto de manifiesto la situación. Sin duda, un paso muy importante. Esta realidad, unida al trabajo de agrupaciones, asociaciones, grupos de cohesión y otros colectivos de mujeres, como el nuestro, en coordinación con estructuras de mayor dimensión, fueron permitiendo construir vías de canalización de las problemáticas actuales. Acciones formativas, intercambios con otros colectivos similares al nuestro, acuerdos con diferentes entidades para activar proyectos estratégicos (relevos, coberturas, etc.) suman. Favorecer la conciliación, el crecimiento personal y profesional y trabajar en llevar las nuevas tecnologías TIC al rural, una de las grandes materias pendientes, son fundamentales para sentar las bases de la calidad de vida en el rural que permita fijar población y animar a las generaciones más jóvenes a que apuesten por el rural como medio de vida, con el mensaje de que no sólo es posible, sino digna y con enormes posibilidades.

«La mayoría de las peticiones de las ganaderas son para obtener formación técnica especializada y para la captación en la gestión de la ganadería»

-En tu trabajo como presidenta del grupo de Mulleres de seu, ¿cuáles son las reclamaciones que os hacen las ganaderas?
-La mayoría de las peticiones que se hacen, y que intentamos canalizar desde Mulleres de seu, apuntan a la necesidad de formación técnica especializada, sobre todo en materia TIC y digitalización, también de capacitación en la gestión de las ganaderías y cuestiones administrativo-burocráticas. Por otro lado, la dedicación a ‘tiempo completo’ de nuestro trabajo y la necesidad de organizar jornadas, bajas laborales, descansos o ayudas complementarias es otra de las reivindicaciones. Desde Clun y Mulleres de seu estamos trabajando en un Plan de Sustituciones que dé respuesta a esta situación.

-Las mujeres estuvieron siempre presentes en el campo, pero fueron invisibles durante mucho tiempo. ¿Cómo estáis trabajando por el empoderamiento de las mujeres desde el grupo Mulleres de seu?
-Por ahora adquiriendo mayor peso y capacidad decisiva en los órganos de representación de la cooperativa como eje central del Plan de Igualdad en el que llevamos tiempo trabajando en Clun. El Plan de Formación integral que estamos también elaborando mano a mano desde la Cooperativa y Mulleres de seu, es de capital importancia. Y como decía antes, en un Plan de Sustituciones. La colaboración con entidades locales y autonómicas para darle respuesta real a la conciliación en el rural con guarderías, ayuda a domicilio, centros de día, cuidado y atención a nuestros mayores es vital. Y en eso estamos, en ofrecer una serie de servicios de cobertura a todas las necesidades del rural, que incidan en la digitalización, en la educación y en la atención a menores y mayores, para garantizar fijación de población, igualdad de condiciones y futuro para nuestro medio.

-El grupo lleva funcionando desde 2013, ¿ha cambiado la situación de las mujeres en este período?
-Nuestro grupo, ahora Asociación, es un ente abierto y dinámico que busca incorporar mujeres, y hombres, y trabajar en equipo para la igualdad y la corresponsabilidad real. En este sentido, tenemos que destacar el crecimiento de Mulleres de seu, en calidad y también en cantidad, en lo que destacó el gran hito de 2017 con la integración cooperativa y el nacimiento de Clun, que nos permitió sumar valor en otras zonas (Melide, Ribadeo) que antes quedaban fuera de nuestro ámbito directo de influencia. Las más de 500 socias actuales, con la entrada de un considerable número de jóvenes en los últimos años, da muestra de la buena salud de la que disfruta nuestra asociación.

-Desde enero, el grupo Mulleres de seu ha pasado a ser una asociación, ¿qué cambios traerá? ¿Por qué decidisteis dar este paso?
-Era un paso natural en la evolución y en la maduración de un grupo como nuestro que ya contaba con una experiencia notable en materia de trabajo por la igualdad y la corresponsabilidad. El posicionamiento, reconocimiento y consideración que nos fueron dando diferentes entidades como la Xunta de Galicia, con los premios de Agader o de las Medallas Emilia Pardo Bazán; o Cooperativas Agroalimentarias de España, nos situaba en un momento en el que era necesario impulsar la profesionalización. Así decidimos crear la Asociación, que conserva el modus operandi de siempre, pero que nos permitirá una estructura más sólida y mayor dimensión y continuidad desde el punto de vista formal.

-¿Qué perfil mayoritario tienen las mujeres que son socias de la cooperativa?
– La mayoría de nuestras socias están entre los 50 y los 60 años y proceden de familias de tradición ganadera. En la mayoría de los casos, nuestras socias lo son por su nexo con la ganadería familiar o de la familia política.

«Mi vínculo diario con el trabajo en la granja me permiten tener una visión integral y pragmática sobre cual debe ser el compromiso de Clun»

-En tu caso, participas activamente tanto en el ganadería como en la cooperativa, ¿cómo lo compaginas?
-En la actualidad soy responsable de una ganadería asociada a Clun. Combino mi trabajo en la granja (una de las pocas explotaciones de carácter mixto lácteo-cárnico de Galicia, con más de 130 cabezas) con labores ejecutivas y de gobernanza propias de mi cargo en Clun como vicepresidenta. Pienso que mi vínculo diario con el trabajo en la granja me permiten tener una visión integral y pragmática sobre cual debe ser el compromiso de Clun con nuestros socios y socias. Mi formación complementaria en competencias empresariales y técnicas propias del sector agrario, tanto en manejo de animales como recursos auxiliares, fitosanitarios o manipulación de alimentos, me ayudan siempre a mantener la perspectiva de los socios, de sus necesidades diarias y de los servicios que debemos ofertar desde la Cooperativa.

-Uno de los temas de actualidad en las ganaderías sigue a ser el precio de la leche. Este año en Clun han modificado las primas de la leche, ¿en qué ha consistido el cambio?
-En efecto, tenemos que hablar de la prima por actividad cooperativizada, que ya es efectiva desde finales del pasado año. Ha cambiado el sistema de pago de la leche, primando a todos aquellos socios que consumen insumos de sus vacas en Clun, obteniendo así un producto con seguridad alimentaria total y máxima calidad al poder gestionar todo el proceso productivo con una amplia gama de productos y servicios propios; y poder además trasladarle estas garantías al consumidor final.

-¿Cómo ves esta modificación como ganadera?
-Muy positiva.

-¿Qué balance haces de la integración de la cooperativa en Clun de Feiraco, Os Irmandiños y Melisanto?
-La integración del año 2017 que dio lugar al nacimiento de Clun supuso un salto cualitativo en el panorama lácteo gallego, ejemplo de que en Galicia se pueden seguir modelos europeos innovadores, competitivos y de futuro. El ejercicio 2019 para Cooperativas Lácteas Unidas, Clun, fue el de la consolidación de un modelo de integración cooperativa, inédito con esta dimensión en Galicia.

«Clun es fruto de una voluntad integradora. Pusimos en valor las sinergias de las cooperativas que se integraron, y desarrollamos un modelo de organización y gestión más eficiente y racional»

Y le siguió en 2020 el comienzo de una etapa de crecimiento que se verá confirmado en los próximos años. Pusimos en valor las sinergias de las cooperativas que se integraron, y desarrollamos un modelo de organización y gestión más eficiente y racional. Clun es fruto de una voluntad integradora. Nació en realidad ya en Acolat, la suma de cooperativas que adquirió los activos industriales de Clesa en el 2012. Nos conocimos y compartimos una forma común de trabajar y entender el cooperativismo. Ahí nació Clun. Y ahora, mirando al futuro, estamos abiertos a colaborar con aquellos proyectos que compartan la misma visión: una cooperativa que genere valor y futuro a los socios; elaborando productos de alta calidad, competitivos e innovadores para los mercados.

– ¿Cómo ves el futuro del sector lechero gallego?
-Como un sector de enormes oportunidades al que hay que garantizarle servicios, profesionalización, recursos técnicos, humanos y económicos; y calidad de vida. La pandemia puso de manifiesto, una vez más, que el sector primario es de vital importancia.

Inmersos en una crisis social y económica sin precedentes, creemos que este es un buen momento para llamar a defender y repensar un sector capital para la economía gallega, el lácteo. Galicia posee las mejores condiciones naturales para criar vacuno de leche y produce el 40% del total nacional. Esta es una de las actividades que probablemente fije más la población en el rural, pues con por lo menos dos ordeños diarios no se puede vivir muy lejos de la ganadería. Pero esta fortaleza en el primer eslabón de la cadena de valor se diluye en los siguientes, donde escasean proyectos industriales competitivos en el actual contorno globalizado. Industrias y Administración deberemos profundizar en la exploración de fórmulas colaborativas que permitan abordar proyectos industriales diferenciadores a los que individualmente les faltaría masa crítica para ser rentables. En este camino es donde estamos y hace falta trabajar.