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La importancia del periodo seco en el ciclo reproductivo de las vacas

La importancia del periodo seco en el ciclo reproductivo de las vacas

La fase de transición en vacas lecheras es un período crítico en el ciclo reproductivo de las vacas, que ocurre entre el final de la lactación y la concepción de la siguiente preñez. Durante este período, los animales experimentan cambios hormonales y metabólicos significativos, que pueden tener un impacto en la reactivación folicular y en la fertilidad.

Conviene tener en cuenta que uno de los pilares en esta fase de transición es la ingesta de materia seca. Los nutricionistas siempre ponemos el foco en la ingesta preparto, porque está íntimamente relacionada con la ingesta posparto. Es decir, una vaca que come poco antes de parir comerá poco en el posparto, acentuando el balance energético negativo. Estos animales tienen más probabilidad de tener cuadros de cetosis, mayor movilización de grasa, esfuerzo metabólico a nivel hepático y aumento del estrés oxidativo. Todo esto genera mucha inflamación.

Este balance energético negativo puede tener un impacto negativo en la salud de las vacas y su capacidad para concebir. Cuando una vaca experimenta un balance energético negativo, su cuerpo prioriza la conservación de energía para las funciones corporales esenciales, desviando energía para solventar el estatus inflamatorio que se genera tras el parto y dejando atrás otras actividades, como la producción de leche, que será menor, y la reactivación ovárica.

Por lo tanto, ¿tienen relación el periodo seco y la transición con el reproductivo de las explotaciones? La respuesta es sí.

La reactivación folicular se refiere a la producción de folículos ováricos maduros, que son necesarios para la ovulación y la concepción. Durante la fase de transición, los niveles de hormonas como la insulina, el cortisol y el estrógeno aumentan, mientras que los niveles de progesterona disminuyen.

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Estos cambios hormonales pueden afectar negativamente a la reactivación folicular y la ovulación, lo que puede disminuir la fertilidad en las vacas.

Una vez que paren, las vacas tienen que reactivar la actividad ovárica seleccionando los folículos que van a iniciar la ciclicidad, hasta llegar a un folículo dominante, gracias a los pulsos de FSH y LH procedentes del hipotálamo y a los niveles de insulina altos. Una vez que la vaca madure ese folículo dominante, ovulará y formará el cuerpo lúteo, que generará la progesterona para iniciar la dinámica folicular correcta. Esta sería la dinámica folicular correcta en una vaca que nos permitiría ciclar sin problema a partir de los 45 días.

“Las vacas que pierden mucha condición corporal tras el parto pueden tener disminuida su ciclicidad ovárica”

En situaciones con baja ingesta de materia seca posparto, con movilización grasa y cetosis, la dominancia y selección del folículo a nivel ovárico y los pulsos de LH están disminuidos. Estas vacas con bajos pulsos de LH y con bajos niveles de insulina y glucosa por el balance energético negativo dan lugar a folículos atrésicos y a ovarios que no ovulan. No hay estradiol, no hay ciclicidad, por lo que podemos relacionar este fallo del arranque de los celos de nuestra ganadería con un déficit energético del posparto.

Por lo tanto, cuando evaluamos una tasa de primera inseminación baja, alargamientos del periodo de espera voluntario por ovarios sin actividad, con folículos pequeños sin dominancia, hay que desviar la vista al lote de secas, a la ingesta de materia seca en la transición y a la condición corporal de las vacas frescas. Podríamos aventurarnos a asegurar que las vacas que pierden mucha condición corporal tras el parto pueden tener disminuida su ciclicidad ovárica.

Por lo tanto, es importante para los ganaderos y los profesionales de la salud animal monitorizar y mejorar los factores nutricionales y de manejo durante la fase de transición para maximizar la reactivación folicular y la fertilidad en las vacas lecheras. Esto puede incluir la provisión de una dieta equilibrada y adecuada, una gestión adecuada del estrés y una atención a la salud y el bienestar de las vacas.

Autor: Miguel Iglesias Naredo. Responsable Técnico de Vacuno de Leche en De Heus

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