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Las explotaciones ganaderas gallegas no podrán, un año más, sembrar en 2016 más del 75% de su superficie disponible con maíz forrajero, un cultivo esencial para el autoabastecimiento de forrajes, y por lo tanto para la reducción de costes de producción de la leche, para la mayoría de las explotaciones lácteas de Galicia.
En la presentación en rueda de prensa de las ayudas de la PAC para 2016 la conselleira del Medio Rural destacó como unas de las novedades que “se evita tener que dejar de cultivar superficie de maíz para dejarla a barbecho”. Sin embargo, se refería a la Superficie de Interés Ecológico (SIE), -que en realidad no afecta a la superficie de maíz- pero no a la otra pata de las ayudas del pago verde de la PAC: la diversificación de cultivos, donde, al igual que el pasado año la Xunta mantiene las mismas limitaciones, ya que el período de control será de mayo a julio, justo en el momento de cultivo del maíz forrajero.
El pago verde exige que los productores con más de 10 hectáreas siembren al menos dos cultivos -3 si el productor tiene más de 30 hectáreas-, sin que ninguno de ellos supere el 75% de la superficie. Quedan exentas las explotaciones que tengan las tres cuartas partes de sus tierras con praderas.
Así consta en la Orden publicada en el Diario Oficial de Galicia por la que la Consellería de Medio Rural regula las ayudas de la PAC. Y así informó a Consellería de Medio Rural a Campo Gallego, subrayando que “al igual que el año pasado el porcentaje máximo de tierra de cultivo que pueden tener a maíz -las explotaciones con más de 30 hectáreas de superficie- es del 75%”.
El Ministerio asegura que “las Comunidades pueden ajustar el período de control a sus condiciones agroclimáticas”
Desde Medio Rural aseguran que el período en el que hay que cumplir con la diversificación de cultivos “se establece en base a las directrices de la Comisión Europea”. Sin embargo, en el Real Decreto 1172/2015, de 29 de diciembre, por el que el Ministerio de Agricultura regula las ayudas de la PAC y traspone la legislación de la Comisión Europea a España establece que “el período en el que se llevará a cabo la verificación del número de cultivos y su porcentaje irá de mayo a julio, de forma que mayoritariamente los cultivos se encuentren en el terreno durante este período. No obstante, las Comunidades Autónomas podrán ajustar el dicho período habida cuenta las condiciones agroclimáticas de su región”.
Este fue el caso de Asturias, donde el Gobierno regional adaptó la aplicación del período de control para no penalizar el cultivo de maíz forrajero. “Asturias parece que estableció un período de control de 15 de enero a 15 de mayo, con lo cual los ganaderos, retrasando la siembra para la segunda quincena de mayo -con un maíz de ciclo más corto-, no tienen que cumplir con el máximo de 75%”, asegura Javier Iglesias, responsable de ganadería de Unións Agrarias.
Javier Iglesias (UUAA): “En Asturias el período de control es de 15 de enero a 15 de mayo, con lo que no hay limitaciones al maíz forrajero”
Sobre la modificación de la Orden de la Consellería a través de una corrección de errores para contemplar en Galicia la misma posibilidad que en Asturias, Javier Iglesias lo vé “difícil, porque ahora ya no da tiempo”.
La limitación del cultivo de maíz forrajero afectará a las explotaciones lácteas más dimensionadas y supondrá un perjuicio de 180 euros por hectárea
Según los cálculos de la Xunta correspondientes al pasado año, el pago verde en Galicia afectaría a 3.000 explotaciones, mientras que 35.000 perceptores de la PAC quedarían exentos de cumplir con los deberes del greening, unas cifras que no deberían variar sustancialmente este año al mantenerse las mismas condiciones para la diversificación de cultivos.
Para Javier Iglesias “las más afectadas serán las explotaciones lácteas más dimensionadas”. En este sentido, al limitar la superficie de maíz que se puede plantar en las parcelas afectadas por la norma de diversificación de cultivos, se reduce la productividad por hectárea de estas superficies.
Según resultados del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo, el maíz es el cultivo de verano más productivo, con un rendimiento anual medio de 13 toneladas de materia seca, mientras que cualquier otro cultivo forrajero de verano (incluidos el girasol o el sorgo) no supera las 7-8 toneladas de materia seca por hectárea y año. Esto provoca una pérdida de rendimiento unitario de algo más del 10%, respecto de la situación en la que toda la parcela está ocupada por maíz. Debido a lo cual, si el ganadero se ve obligado a comprar fuera de la explotación a forraje que le falta, tendría que hacer un gasto extra de entre 170 y 200 euros/ha para mantener el «estatus quo» alimentario de la explotación.
Autor: CIAM-Ingacal
