La planta de Clea en Rábade tiene una orden de cierre por ilegalidad urbanística

El Concello de Rábade decretó en septiembre la inmediata paralización de la actividad de la industria láctea, si bien la instalación prosigue su trabajo habitual. La empresa niega incumplimientos

La planta de Clea en Rábade tiene una orden de cierre por ilegalidad urbanística

Planta de Clea en Rábade.

La industria láctea Clea, ubicada en Rábade y propiedad de la familia Herrero, se enfrenta a una situación complicada, después de que el Concello de Rábade decretase en septiembre pasado la inmediata paralización de la actividad de la planta por diversas irregularidades urbanísticas. La empresa, sin embargo, niega que haya incumplimientos y sostiene que espera solucionar los problemas legales, en tanto prosigue con su actividad habitual.

Los problemas de la planta se remontan al inicio de la actividad de Clea en Rábade, cuando en 2013 el Concello dictó una resolución en la que ordenaba la «inmediata suspensión de las obras» de la planta de Clea por carecer de licencia de obra municipal. Asimismo, el Concello advertía a la empresa de que en el caso de no solicitar licencia o de no serle concedida, se ordenaría la «demolición» de las obras «a costa del interesado».

Los problemas urbanísticos de Clea se iniciaron en 2013, cuando el Concello ordenó la paralización de las obras por falta de licencia

La industria, sin embargo, culminó las obras sin licencia y prosiguió su actividad sin mayores problemas hasta que en septiembre del 2015, dos años después, una denuncia urbanística contra la planta forzó al Concello a emitir un decreto por el que ordenaba la «inmediata paralización de la actividad» de la industria láctea.

El decreto municipal precisa que la instalación no está amparada «por la preceptiva licencia de actividad y/o de obras» y acuerda trasladar el caso a la Consellería de Medio Ambiente e Infraestructuras para que emprenda un expediente de reposición de la legalidad urbanística.

Las perspectivas urbanísticas para la planta son complicadas. De acuerdo con el Plan General municipal del 2008, el terreno en el que se ubicaba la instalación era suelo urbanizable delimitado de uso industrial, si bien la anulación del Plan General por una reciente sentencia del Tribunal Supremo deja esos terrenos como suelo urbanizable no programado.

Valoraciones de Clea

Consultada Clea sobre el caso, la industria niega la mayor y asegura disponer de licencia de actividad, «anterior al año 2000». En cuanto a la falta de licencia de obras en el 2013, Clea precisa que sólo hizo ampliaciones volumétricas en altura sobre una planta ya existente, pero que no aumentó la superficie de la instalación.

«Movemos 700.000 litros diarios y la planta no perjudica a nadie», sostienen desde Clea

La industria limita sus problemas urbanísticos a la anulación del Plan General del 2008, que deja su planta asentada sobre un suelo urbanizable no programado, en la práctica sobre un suelo rústico. Clea asegura que está en conversaciones con las administraciones para buscar una solución que consolide la actividad industrial de la planta y señala que hay otras empresas en el polígono de Rábade en situación similar.

La empresa critica la denuncia urbanística cursada contra su instalación, que fue presentada por el ‘Sindicato colectivo independiente de empleados contra la corrupción’. Esa denuncia forzó al Ayuntamiento a decretar en septiembre del 2015 la inmediata paralización de la actividad de la planta.

Continuación de la actividad
Clea, sin embargo, prosigue desde entonces su actividad sin mayores problemas, pues ni Concello ni Xunta han emprendido nuevas acciones contra la instalación.

La industria, de matriz asturiana, propiedad de la familia Herrero, también gestora de Industrias Lácteas del Cantábrico, defiende el funcionamiento de la instalación: «La planta no perjudica a nadie y la recogida de leche es muy importante, sobre todo con la situación complicada que atraviesa el sector», advierten desde Clea. «Movemos 700.000 litros de leche diarios, tanto nuestros como de otras empresas que operan en la planta», señalan en alusión a Leche Pascual e Iparlat.

La industria recuerda además que tiene previstas inversiones en la instalación de Rábade, para los que recibió este año una subvención de 831.700 euros por parte de Medio Rural. Entre las actuaciones previstas, figura el montaje de una torre de leche en polvo.

Las irregularidades urbanísticas de la planta de Clea han trascendido ahora, semanas después de que otra industria del sector, Leche Río, recibiese una orden de demolición de la planta Ceao II, dictada por el Tribunal Supremo. Río está también en conversaciones con las administraciones para buscar una solución al problema.

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