Un veterinario gallego en Latinoamérica: recorrido por la producción de leche de México a Brasil

El veterinario gallego Antonio Souto trabajó como asesor en buena parte de los países del Centro y Sur de América. Conocemos con él algunas de las singularidades de la producción de leche en los distintos países

Un veterinario gallego en Latinoamérica: recorrido por la producción de leche de México a Brasil

Granja de la cooperativa Dos Pinos, en Costa Rica. / Imagen: Dos Pinos.

El veterinario gallego Antonio Souto aterrizó en México en el 2015 con la multinacional Hipra, especializada en la salud animal y en atender las necesidades del ganado vacuno de leche. “Salí de mi villa de Zas (A Coruña) para Jalisco, el principal estado productor de leche en el país mexicano y que durante algún tiempo se incluía en el conocido como Reino de Nueva Galicia”, comenta el veterinario.

La experiencia en Latinoamérica, que compartió recientemente con los asistentes a los Encuentros Ganaderos de la ADS Xundeva en Lalín, le sirvió para conocer los diferentes modelos y las particularidades de la producción de leche en países como Brasil, Perú, Colombia o Costa Rica, entre otros. Su labor como asesor, con el objetivo de divulgar la importancia de las vacunas y de la prevención en la producción de leche, le acercó de una manera directa a los productores de leche latinoamericanos.

Latinoamérica, con Brasil y México a la cabeza, es uno de los principales productores de leche a nivel mundial

De los 1.400 millones de vacas que hay en el mundo, en Latinoamérica se concentra el 28%, con unos 400 millones de cabezas de ganado vacuno. Así es que Latinoamérica aporta más del 25% de la carne de vacuno mundial y el 8,7% de la leche. Con Brasil y México a la cabeza, el continente se sitúa entre los mayores productores de leche a nivel mundial, pues se producen unos 71 millones de toneladas de leche al año.

A diferencia de Europa

Al comparar el sector de vacuno de leche en estos países latinos con la producción europea se aprecian tres grandes diferencias determinantes. “En Latinoamérica es más barato alimentar el ganado, hay disponibilidad de mano de obra y las limitaciones ambientales y legislativas aun son bastante más laxas, con respeto de las exigencias en Europa”, apunta Souto.

“En Latinoamérica es más barato alimentar el ganado, hay disponibilidad de mano de obra y las limitaciones ambientales son bastante más laxas”

La producción de leche en Latinoamérica está marcada por el alta disponibilidad de materias primas para la alimentación del ganado, gracias a las grandes tierras de cultivo que manejan y a unas condiciones climáticas idóneas. Incluso en zonas con climas extremos están logrando producciones de forrajes para alimentación del ganado de una manera competitiva.

Una de las grandes diferencias con Europa es que aún hay mano de obra. “Es fácil encontrar gente para trabajar en las granjas, así la mano de obra no es un condicionante que esté limitando el crecimiento del sector”, apunta Souto. Por lo general, se trata de una producción con un grado de tecnificación bajo o medio, aunque también hay ejemplos de grandes granjas tecnificadas en países como México o Brasil.

México

Souto inició su recorrido en Latinoamérica en México, que ocupa la decimocuarto posición en la producción mundial de leche de bovino, con un 2% del total. La producción de leche en el país se concentra en regiones húmedas como Querétaro o Jalisco. “En la región de Querétaro, con un clima semejante al gallego, hay granjas desde 100 vacas hasta ganaderías de unas 4.000 vacas, siendo estas últimas las más habituales”, explica el veterinario.

 Vistas por satélite de la granja Establo Chilchota, con unas 20.000 vacas en producción.


Vistas por satélite de la granja Establo Chilchota, con unas 20.000 vacas en producción.

Otra de las regiones con granjas de leche en el país mexicano es Torreón, una zona casi desértica donde predominan las macrogranjas con hasta 20.000 vacas. Pese a tener un clima extremo de altas temperaturas y solo contar con pozos subterráneos, en esta zona logran producir dos cosechas anuales de maíz y alfalfa y tienen materias primas procedentes de Estados Unidos para abastecer su demanda.

México, uno de los principales productores de leche del continente, cuenta con granjas de hasta 20.000 vacas en ordeño como Establo Chilchota

De hecho, allí se encuentra la granja más grande de Latinoamérica, el Establo Chilchota, que cuenta con 20.000 vacas en ordeño. “Esta granja es ya una factoría con una facturación que ronda los 70 millones de euros”, explica. Este tipo de macrogranjas resultan también objetivo en un país aquejado desde hace años por la violencia extrema. Precisamente el propietario del Establo Chilchota sufrió un intento de asesinato en un tiroteo en su vehículo cuando viajaba con su familia. 

En el país conviven también granjas ligadas a grupos religiosos como los menonitas, con una destacada producción de quesos.

En el país conviven también granjas ligadas a grupos religiosos como los menonitas, con una destacada producción de quesos.

Brasil

Hablar de ganadería de vacuno en Latinoamérica es hablar de Brasil, ya que se sitúa como el principal país del continente en número de vacas, con 219 millones, lo que le hace tener también la segunda posición a nivel mundial, solo por detrás de la India, donde se contabilizan 301 millones de vacas. 

Brasil cuenta con unos 219 millones de vacas y tiene una producción de leche de 33,4 millones de toneladas de leche al año

Brasil cuenta con una producción de 33,4 millones de toneladas de leche al año, que se concentra en los estados de Sao Paulo, Paraná, Santa Catalina y Río Grande del Sur, todos ellos con un clima suave, donde las temperaturas máximas en verano se sitúan en los 20 grados y las mínimas en invierno no bajan de los 9 grados.

Como en el caso de México, en estos estados las granjas van desde las 150 vacas en producción hasta casos como la Fazenda Colorado, situada en Sao Paulo, un ejemplo de granja tecnificada en Latinoamérica, con casi 20.000 vacas en ordeño y con una sala rotativa de 90 puntos. En esta explotación las vacas están en camas de arena y tienen una alimentación en base a forrajes y maíz. “Esta es una granja de grandes dimensiones, pero con un manejo muy semejante al que se puede hacer en las granjas europeas”, comenta el veterinario.

Apostaron por introducir razas de vacas de la India para conseguir vacas más adaptadas. Son frecuentes los rebaños de vacas Girolando, un cruce de Holsteins y Gyr

Brasil es uno de los países donde los productores de leche han procurado razas de vacas adaptadas a sus condiciones climáticas, en vez de producir solo con vacas Holstein, como venía siendo habitual. Importaron toros de raza Gyr, procedentes de la India, para cruzarlos con vacas Holstein, lo que dio lugar a las conocidas como vacas Girolando. Se trata de una raza de vacas de poco tamaño y con una producción láctea que se sitúa en los 20 litros.

Vaca de la raza Girolando, habitual en los rebaños de Brasil.

Vaca de la raza Girolando, habitual en los rebaños de Brasil.

Perú

La producción de leche en Perú se concentra sobre todo en la zona costera y en las montañas, con muy pocas granjas en las regiones más interiores y donde predomina la selva, ya que allí las condiciones climáticas tropicales dificultan la actividad. “Algunas de las granjas de vacuno están casi literalmente encima de la playa”, comenta el veterinario.

Una granja que ordeña 1.000 vacas puede ingresar al año 250.000 euros vendiendo el estiércol para explotaciones de huerta

Con una potente industria de huerta, el estiércol es la segunda fuente de ingresos de las ganaderías de vacuno de leche peruanas. “Una granja que ordeña 1.000 vacas puede ingresar al año 250.000 euros vendiendo el estiércol para la huerta”, concreta Souto. De hecho, muchas de las explotaciones hortícolas cuentan con una granja propia para poder disponer del estiércol de manera directa, ya que el país carece de industrias de fertilizantes, lo que hace incrementar los precios y motiva que los productores opten por las granjas como solución.

El estiércol es una fuente de ingresos más en las granjas en el Perú, por lo que la mayor parte de las ganaderías tienen estas camas calientes.

El estiércol es una fuente de ingresos más en las granjas en el Perú, por lo que la mayor parte de las ganaderías tienen estas camas calientes.

La producción de leche en este país está sujeta a la importación de materias primas para la alimentación del ganado, ya que casi no disponen de tierra para el cultivo. Las granjas cuentan con amplios espacios para el ganado al aire libre.

Colombia

Colombia produce unos 7 millones de toneladas de leche al año, cifra muy semejante a la de España. Las cuatro regiones colombianas con producción de leche son Antioquía, Sabana de Bogotá, Eje Cafetero y Nariño. “Las granjas están situadas en estas regiones donde el clima les permite producir leche”, comenta el veterinario.

El clima en estas zonas es suave y tienen mucho pasto, así la producción de leche se centra en el pastoreo y casi no existen ganaderías estabuladas. Es habitual que el ordeño se haga en el propio prado en el que las vacas están pastando, mediante sistemas de ordeño móviles, conocidos en el país como “ ordeño en potrero”. El tanque se lleva en el remolque del tractor y cuentan con un motor de baterías o gasóleo para poder realizar el ordeño. “Este tipo de granjas son un ejemplo de adaptación al medio”, comenta el veterinario.

 

En Colombia la mayor parte de las ganaderías ordeñan las vacas en el prado, con salas de ordeño móviles.

En Colombia la mayor parte de las ganaderías ordeñan las vacas en el prado, con salas de ordeño móviles.

Colombia es otro de los países donde han apostado por el cruce de razas para lograr animales mejor adaptados a su clima y condicionantes. Optaron por cruces de Jersey y Holstein, conocidas como Jerhol. Resulta una raza de vaca con la que optimizar el pastoreo. “Las Jerhol le permiten tener 3 animales por hectárea frente a un animal por hectárea que tendrían con Holstein”, detalla Souto. Son vacas con producciones máximas de 24 litros y con un 4% de grasa y que están muy adaptadas al clima de Colombia.

Vaca de raza Jerhol, cruce de Jersey y Holstein, muy presente en las ganaderías de Colombia.

Vaca de raza Jerhol, cruce de Jersey y Holstein, muy presente en las ganaderías de Colombia.

Costa Rica

Es otro de los países donde la producción de leche está muy condicionada por el clima. Las granjas ubicadas en las zonas más bajas, donde el clima es tropical, suelen tener que hacer frente a retos como el estrés por calor. Mientras, en las zonas más altas, el clima es más suave y predominan las granjas de alto rendimiento y producción. “La geografía y el clima determina el tipo de granjas que hay en el país”, comenta el veterinario.

En el país es muy habitual las granjas invernadero, ya que en vez de cubierta, las vacas se encuentran en naves que emplean plástico.

En el país es muy habitual las granjas invernadero, ya que en vez de cubierta, las vacas se encuentran en naves que emplean plástico.

Costa Rica cuenta con unas 130.000 vacas en ordeño y con una sola cooperativa en el país, Dos Pinos, que recoge prácticamente el 90% de la leche. “Es una cooperativa muy tecnificada y profesionalizada que tiene servicios veterinarios de calidad de la leche desde hace más de 20 años y que mima mucho al productor y la imagen de sus productores”, explica Souto. 

Desde la cooperativa llevan mucho tiempo mimando la producción de leche e involucrando también a la sociedad y a las nuevas generaciones con iniciativas como visitas educativas a las granjas. “Producir leche en Costa Rica es muy prestigioso socialmente y está muy bien pagado”, apunta el veterinario.

“Producir leche en Costa Rica es muy prestigioso socialmente y está muy bien pagado”

El precio medio del litro de la leche en Costa Rica se sitúa en los 0,5 euros para el productor, mientras que el consumidor suele pagar por él en torno a 1,10 euros.

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Consumo y precio de la leche

Latinoamérica cuenta con una gran población, de unos 626 millones de habitantes, con un crecimiento en auge que hace prever que en 50 años llegarán a los 800 millones. Este crecimiento de la población tiene consecuencias directas en el sector, ya que influye directamente en las necesidades internas del mercado y sigue permitiendo una disponibilidad de mano de obra para el sector.

“Hay un gran número de países latinos a los que le queda el reto de incrementar el consumo de leche y esto va a ser determinante para la evolución del sector”

En buena parte de los mercados latinos aún se consume una baja cantidad de leche y derivados, en muchos de ellos ese consumo se sitúa lejos de los 150 litros de leche por persona al año que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Solo en Uruguay, Argentina y Costa Rica se alcanza esa cifra. Hay casos como el de Brasil, donde se alcanza ese consumo recomendado, pero la gran dualidad del país apunta que en las clases acomodadas se supera ampliamente ese consumo, mientras que la población de menos recursos está lejos de ese consumo mínimo. “Hay un gran número de países latinos a los que le queda el reto de incrementar el consumo de leche y esto va a ser determinante para la evolución del sector”, señala Souto.

Hay un déficit de producción en todo el continente lo que provoca un gran mercado de exportaciones e importaciones entre los distintos países de Latinoamérica. “Se exporta leche de Argentina, de Chile o Uruguay a Brasil. A pesar de que la producción de leche se va incrementando año a año es un mercado que va a permanecer con estas dinámicas, puesto que su producción no consigue abastecer su demanda”. Así, se prevé que en los próximos años la producción de leche de los países latinos no compita con Europa, ya que el propio consumo interno absorberá esta producción sin tener que buscar sitio en el mercado internacional.

El precio medio que se paga al productor oscila entre los 0,30 euros por litro en Argentina y los 0,50 de Costa Rica

En cuanto al precio medio que el productor recibe por la leche en Lationamérica, varía de los 0,30 euros por litro que se manejan en Argentina, los 0,31 de Colombia y Uruguay o los 0,35 euros de México y Brasil. Entre los mejor pagados se encuentran Perú, que alcanza los 0,39 euros y destaca Costa Rica, donde es habitual que el litro de leche se sitúe en los 0,5 euros.

El consumidor paga de media 1,09 euros por el litro de leche en Costa Rica, unos 0,9 euros en el Perú, unos 0,89 euros en México o 0,79 euros en el Uruguay, mientras que en Brasil, Colombia y Argentina el precio en los mercados se encuentra alrededor de los 60 céntimos por litro.

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