“La prohibición de nuevas plantaciones de eucalipto debe mantenerse”

La Asociación de Silvicultores Costa Norte agrupa a 200 propietarios forestales de los municipios coruñeses de Ortigueira y Mañón, que suman en conjunto una superficie de 2.200 hectáreas.

Para mejorar la rentabilidad para el propietario, a la hora de realizar las cortas, la asociación agrupa la superficie en cotos redondos aptos para el aprovechamiento forestal mecanizado, y todo el monte está certificado.

Costa Norte asesora a los propietarios sobre la gestión de su superficie forestal: qué tipo de especies son propicias en cada parcela, cómo pueden realizar la plantación, etc. Además, imparten cursos y charlas de formación sobre distintos aspectos, como legislación, certificación, manejo de plantaciones, abonado u otros que inciden directamente en la rentabilidad del monte.

Costa Norte asesora a sus socios sobre la gestión de sus montes y la venta en conjunto de madera

Otra de las funciones del colectivo es la negociación de contratos entre los propietarios y las empresas madereras para la venta y la certificación de las cortas.

Tienen acuerdos de comercialización con Ence, pero también apoyan que se instale en Palas de Rei la nueva factoría propuesta por Altri y le han enviado una carta al ministro de Industria apoyando el proyecto.   

Han enviado una carta al Ministerio de Industria pidiéndole que apoye el proyecto de Altri y sea un “aliado activo” en el proceso

Sara Vale Pena es la presidenta de la asociación Costa Norte. Con familia en Mañón, aunque criada en Asturias, regresó a Galicia a los 23 años y, tras casarse con un agente forestal, empezó a interesarse por los montes. Comenzaron poniendo a producir los de la familia y, tras años invirtiendo sus ahorros en compra de parcelas forestales, disponen hoy de más de 50 hectáreas, dedicadas principalmente a eucalipto.

Defensora del asociacionismo entre propietarios como forma de superar hándicaps como el minifundio o el envejecimiento de la población, reclama mayor protagonismo de la mujer en la toma de decisiones sobre la gestión de los montes.

– ¿Cuántos socios tiene la asociación y qué funciones realiza?
– Somos cerca de 200 socios. Velamos por los intereses forestales, económicos y sociales de nuestros asociados, incluyendo formación y asesoramiento (charlas, jornadas, visitas…) en temas como implantación, especies, abonado (analizamos el suelo), plagas y enfermedades, legislación, catastro, PXOMs, etc.

– ¿Cuánta superficie sumáis y cuáles son las especies predominantes?
– Pasamos de las 2.200 hectáreas. La especie predominante hasta ahora era el Eucalipto globulus, aunque ahora empieza a predominar el E. nitens, por las plagas y enfermedades, pero ya empezamos a detectar enfermedades en el nitens y, con la banda marrón, en el Pinus radiata . Cada vez es más complicado el asesoramiento debido al cambio climático, por lo que apostamos por investigar con distintas especies e híbridos.

Por eso estamos haciendo alguna plantación experimental con varias clases de eucalipto de Ence, Mañente, Navigator y Altri, para ver cómo evolucionan y a qué conclusiones llegamos. Es una iniciativa que vino a visitar el Instituto Raiz, de Portugal, ligado a Navigator, y que también tiene seguimiento de Ence.

– ¿Cómo realizáis el aprovechamiento y las cortas?
– Los aprovechamientos se hacen juntando varias parcelas o del mismo propietario o de distintos propietarios, pues tenemos que mecanizar la corta, ya no hay equipos a mano. Hay que programar las cortas para que el equipo se mueva la distancia mínima posible y también dejamos montes de reserva o apoyo, para poder mover el equipo cuando las condiciones climáticas son adversas, para que pueda seguir trabajando. Nos gusta tener trabajo todo el año para el equipo o equipos que realizan las cortas.

– ¿Realizáis algún tipo de gestión y venta en conjunto o agrupamiento de la superficie forestal?
– Somos una asociación sin ánimo de lucro, bajo el amparo de la ley de 2002 española, sin actividad económica. Nadie cobra sueldos, salvo gastos ordinarios del funcionamiento.

Como asociación, no podemos realizar ventas conjuntas. Nosotros acompañamos en todo momento al propietario que realiza una venta individual a la empresa bajo las condiciones conveniadas con la asociación, hacemos los contratos, certificaciones, comunicación de modelos selvícolas, permisos de corta, etc. La empresa se dirige a la asociación y viceversa, se trata de darles servicios a los socios.

Promovemos permutas y compraventas para aumentar la superficie media

No realizamos “gestiones conjuntas” como figura legislada, pero si se analiza nuestra política, nos agrupamos para cortar, para plantar, para limpiar, etc. Promovemos permutas y compraventas para aumentar la superficie media, entonces, desde ese punto de vista, sí gestionamos conjuntamente.

Por eso no nos movemos de nuestro territorio, siempre crecemos alrededor de un socio. Tenemos gente que nos llama de otros lugares, pero no vamos, no somos conseguidores de madera, si tenemos madera, vendemos, si no, nos dedicamos a otras cosas.

– El pequeño tamaño de las parcelas supone un hándicap para obtener rentabilidad del monte. ¿El asociacionismo puede ser una solución?
– Sí, es un gran inconveniente. En Mañón la superficie media es de 900 m2, en Ortigueira llegamos a 2.000 m2, menos de lo que publica el Plan Forestal de media en A Coruña. Es evidente que o nos agrupamos y mecanizamos o no hay ninguna rentabilidad, y menos si tenemos que pagar a una empresa de servicios forestales posteriormente a la corta.

O nos agrupamos y mecanizamos o no hay ninguna rentabilidad en el monte

El asociacionismo nació para que hubiera una asociación por ayuntamiento, agrupar a los propietarios, así rebajar el coste de los aprovechamientos y que nos pagaran más por la materia prima, que es de una calidad excelente.

Con el tiempo, esa idea inicial se desvirtuó y las asociaciones parecen comercializadoras de madera, no buscan cambiar la estructura de las parcelas, el beneficio total para el propietario y la profesionalización de los mismos. Esa línea es en la que debemos actuar las asociaciones para que haya relevo generacional y no haya abandono.

– ¿Existe abandono del monte?
– No tenemos parcelas abandonadas. Los que viven en el rural cuidan sus montes y los que viven fuera también los cuidan, directamente o a través de empresas. En esta zona, aún no se ha ido el último camión y ya tenemos la planta en el monte. En casi quince años que llevo en el mundo forestal, he visto muy pocas parcelas abandonadas, en algún caso por ejemplo, producto de herencias no resueltas.

En esta zona no hay parcelas abandonadas, aún no se ha ido el último camión de madera y ya tenemos la planta en el monte

Pero la gente joven no vive en el rural, y más teniendo niños, porque antes hubo una política de concentración de servicios; ellos se van cerca de los colegios, el médico, la farmacia, el transporte público…

– ¿Son útiles las actuales figuras legales, como las agrupaciones de gestión conjunta o las Sofor, para contrarrestar el minifundio y lograr una mejor gestión?
– Ninguna de las figuras actuales legisladas para agrupar se adapta a la realidad de esta zona, donde no existe abandono. O no nos convienen fiscalmente, como la SOFOR y sus condiciones como miembros de la sociedad, o no son claras en sus principios y en la forma de ejecutarlas.  Aún nadie me ha resuelto las dudas sobre la “gestión conjunta”. Aquí no hay abandono y tenemos que tener mínimo un 10% para hacer una concentración parcelaria o una gestión conjunta.

Ninguna de las figuras actuales legisladas se adapta a la realidad del monte o no nos convienen fiscalmente a los propietarios

Muchas veces esta movilización y gestión activa de los montes que hacemos desde la asociación no se percibe ni catastral ni documentalmente porque tiene un coste muy elevado. Cuando se realiza una agrupación, existe una obligatoriedad del notario de medir las parcelas tanto individualmente como en su conjunto, y en un ejemplo de 299 parcelas que concentraban 50 hectáreas, el coste de todo el proceso de registro ascendía a 300.000 euros. Desde la asociación, preferimos invertir ese dinero en la compra de monte y gestionarlo de forma agrupada, a pesar de no estar documentado.

– ¿Hay opiniones que consideran que el eucalipto es la especie ideal para los propietarios absentistas? ¿Estás de acuerdo?
– Esa idea sólo la puede tener una persona no consciente de nuestro clima. Ya le dije a algún conselleiro que con nuestro clima, a veces, hay que limpiar el entorno de la planta de eucalipto el primer año hasta seis veces para que subsista en el medio de los helechos y otras especies. Por eso parece que no limpiamos el monte. Entonces, si somos absentistas ¿qué producción y rentabilidad vamos a tener, después de una gran inversión?

El eucalipto es más rentable por crecimiento (si vigilamos su estado sanitario) y porque requiere menos selvicultura que, por ejemplo, pino o castaño, que requieren podas de formación, claras, clareos, etc.

Tenemos el Pino radiata y el castaño con enfermedades como tinta, chancro, avispilla, banda marrón… Nadie sabe lo que nos cuesta una planta de castaño de 2 savias, además de pelear con el corzo, jabalí, etc.

– Desde hace años apostáis por la certificación forestal, ¿qué os aporta?
– Antes nos ayudaba a concienciar a los propietarios de la necesidad de cumplir toda la legislación, demostrar y certificar que nuestra madera procedía de bosques con gestión sostenible y nos pagaban más.

A partir del año que viene no se certificará el monte como hasta ahora

A partir de 2025 sólo nos va a servir de punto de apoyo, necesario, para el Reglamento EUDR que entra en vigor, para decir que nuestra madera, no el árbol, es un “producto pertinente” y no procede de “deforestación”, pero no certificará nada del monte como ahora, no sé qué pasará con el plus que nos pagan por estar certificada.

– ¿Cuál es el principal destino de la madera que cortáis? ¿Tenéis algún tipo de acuerdo estable con Ence o trabajáis con distintos compradores?
– El principal destino es para pasta de celulosa. Tenemos convenios estables con Ence y también tuvimos alguno con Greenalia. No trabajamos con distintos compradores, exceptuando cuando tenemos que cortar un pinar. Siempre trabajamos con un único comprador para los montes buenos, malos y regulares. Y sin intermediarios, siempre directamente a la empresa grande.

La estrategia de subastar lotes me parece discriminar a los socios

Los socios somos todos iguales, lo que difiere es el monte. Establecemos un precio base y a partir de ahí, dependiendo del coste de aprovechamiento y el volumen de madera, subimos o bajamos precios.

La estrategia de subastar lotes me parece discriminar a los socios, además las empresas siempre se ponen de acuerdo en precios y éstos varían según su demanda.

– ¿Cómo está actualmente la situación del mercado en cuanto a demanda y precios? ¿Esperáis una mejoría de cara a 2025?
– La demanda de madera ha aumentado, pero varía según esté la demanda mundial de celulosa y su cotización en los mercados internacionales. Los precios, en fin, como siempre los productores de materias primas son los que pierden, no nos repercuten las ganancias de las industrias.

Los productores no asesorados lo tienen difícil, pues no son conscientes de lo que tienen en el monte

Los productores no asesorados lo tienen difícil pues no son conscientes de lo que tienen en el monte, les hablan de precio por tonelada, pero si les dices que controlas los camiones, ya no compran a tonelada. Además, juegan con el precio con IVA. Salvo en los autónomos, que es el 21% y un impuesto, el IVA del 12% es una compensación del Estado al productor por IVA soportado no repercutido, no forma parte del precio de la madera.

En cuanto a los precios para el 2025, hablan de mejoría, pero soy escéptica. Aquí hay un dicho entre los madereros: “no hay más que correr la voz de que la madera subió de precio para que la gente la venda”.