La recuperación de olivos autóctonos acerca nuevas posibilidades al sector agrario gallego

Los resultados de la investigación del grupo Vior, perteneciente al Csic, identifican veinte variedades de olivos autóctonos únicas en el mundo. Su recuperación supone la reaparición de un recurso agrario con gran futuro y trayectoria productiva en Galicia

Publicidade
La recuperación de olivos autóctonos acerca nuevas posibilidades al sector agrario gallego

Muestra de algunos olivos recuperados con el nombre de su variedad

El grupo de Viticultura, Oliveira y Rosa (Vior), perteneciente al Csic, finaliza la primera fase de la línea de investigación sobre la recuperación, descripción y reconocimiento de antiguas variedades autóctonas de olivos de Galicia. La Fundación Juana de Vega financió la totalidad del proyecto, hasta el momento. Los resultados se materializaron en la identificación de 20 variedades autóctonas únicas en el mundo. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas inició el proceso de registro de 11 de ellas, de gran interés comercial, y proseguirán con la certificación de varios clones de cada una.

Resultados y potencial futuro

 La diversidad natural gallega amplía horizontes a partir de los resultados obtenidos por el grupo Vior, abriendo un nuevo campo de trabajo con futuro. El presidente de la Fundación Juana de Vega, Enrique Sáez, afirmó que “hoy se comenzó a recuperar algo que con el tiempo se fue perdiendo: una gama de variedades autóctonas de olivo que ahora hace falta poner en valor”.

La jefa del grupo de investigación, María del Carmen Martínez, anunció que “la diferenciación de estas variedades, desconocidas hasta el momento, contribuye a ampliar la diversidad del patrimonio agrario común”. De este modo, “Galicia pasa a ser, junto con Portugal, una de las zonas olivareras más occidentales del continente europeo”, expuso.

“Se trata de variedades únicas y diferentes que producen aceites de diferentes calidades, que hasta ahora estaban desaparecidas”, informa la jefa del grupo de investigación. “A partir de una subida de impuestos del Conde Duque de Olivares, en Galicia se cortaron muchos pies, pero quedaron repartidos por todo el territorio ejemplares de estas variedades”, detalla Martínez.

Con este proyecto de investigación el grupo Vior recorrió todo Galicia, “encontrando olivos centenarios mezcladas en montes de castaños y en espacios muy plurales”, relata la jefa del grupo. Estos olivos no tenían nombre, estaban sin registrar, “sólo se conservaban por tradición oral los nombres de ‘brava galega’ y ‘mansa galega’”, aunque en ambas denominaciones se albergaban variedades diferentes por la hoja, el fruto o el perfil de ADN, entre otras”, amplía. Esto llevó a la necesidad de “darles un nombre, una descripción y registrarlas; requisitos indispensables si se quiere proceder a su plantación en un futuro”, explica Martínez.

Paralelamente, para acercar estos resultados a la sociedad y a los productores, lo que hicieron desde el grupo investigador fue “multiplicar planta de algunas de estas variedades para transferírsela a cinco viveros, a partir de la colaboración de la Asociación de Viveristas del Noroeste (Asvinor) y de la Asociación de Productores de Aceite y Aceituna de Galicia (Apaag)”, avanza Martínez.

A pesar de que estos olivos estaban repartidos por todo el territorio, existen zonas de mayor protagonismo como “Quiroga, la zona del Ulla, Ourense, Verín, Tui, e incluso la zona del Ribeiro”, especifica la investigadora. La manera de abordar este trabajo fue “ir recogiendo muestras por todo Galicia, haciendo descripciones botánicas, y estableciendo una serie de códigos registrados”, comenta la jefa del grupo.

Los retos más próximos que se acercan la esta línea de trabajo pasan por la multiplicación a gran escala de las variedades descritas o a su adaptación a diferentes zonas de Galicia. Además, esto puede suponer la semilla de una Denominación de Origen de aceite gallego debido a que “tenemos todos los ingredientes para conseguirla”, comenta Martínez.

Pola su parte, el delegado del Csic en Galicia, Javier Rey, destaca “su convicción de que los aceites gallegos tienen un futuro inmejorable y que, además de promover el consumo de kilómetro cero, tienen una altísima calidad”. A este respecto, la investigadora hace hincapié de nuevo en la “diversidad, y en los toques aromáticos propios de Galicia” que pudo identificar en un par de pruebas realizadas.

Inicios y próximas colaboraciones

 Este proyecto parte del 2012. Inicialmente el grupo de investigación del Csic estaba enfocado al aceite de semilla de uva hasta que, una colaboración con la empresa desaparecida Invatia Research cambió el foco de investigación al olivo. Este cambio dio lugar a apertura de una nueva línea de trabajo centrada en la recuperación de variedades autóctonas.

En el 2017, la colaboración de la Fundación Juana de Vega consolidó el proyecto de ‘Apoyo a la consolidación en el mercado de aceites gallegos de calidad, mediante lo uso de variedades de olivo autóctonas’. El interés del proyecto motivó recién la apertura de conversaciones con la Xunta de Galicia para el establecimiento de campos de ensayo que permitan una caracterización agronómica de las diferentes variedades, así como la multiplicación de la planta a cara descubierta a trasladarla al sector productivo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información