“La tracción animal moderna se está convirtiendo en una herramienta para la agricultura de precisión”

Conocemos con la ayuda de João Rodrigues, veterinario y presidente de la Asociación Portuguesa de Tracción Animal, distintas experiencias a nivel europeo de recuperación del uso de animales de tiro en trabajos en viñedo, huerta y saca de madeira en los montes

João Rodrigues, veterinario e presidente da Associação Portuguesa de Tracção Animal (Aptran), traballando cun burro

João Rodrigues, veterinario y presidente de la Asociación Portuguesa de Tracción Animal, trabajando con un burro

Con la llegada de la mecanización agrícola la utilización de caballos, burros, mulas o vacas para tirar del carro o del arado fue perdiendo importancia hasta haberse convertido en residual a día de hoy en la mayoría de países desarrollados. Pero la recuperación de la tracción animal está resurgiendo en Europa para trabajos específicos en los ámbitos hortícola, vitivinícola o forestal.

João Rodrigues preside la Asociación Portuguesa de Tracción Animal (Aptran) y defendió en unas jornadas celebradas en el Muvicla la utilidad de los animales para la realización de determinadas tareas agrícolas o incluso otras labores en el ámbito urbano, como la recogida de basura dentro de los cascos históricos. En determinados contextos, defendió, el uso de animales es más eficiente que la utilización de vehículos a motor.

Agricultura respetuosa con el suelo y el medio ambiente

La tracción animal ha llegado a día de hoy relegada en muchos casos a trabajos a pequeña escala en el ámbito de la agricultura de autoconsumo familiar o en zonas de difícil acceso y mecanización, como áreas de montaña o parcelas de pequeño tamaño.

Pero la tracción animal está recuperándose en la actualidad como una herramienta de agricultura de precisión en sectores profesionales como el de la huerta, explicó João, sobre todo en trabajos intermedios (eliminación de hierbas, aporcado, etc) que es necesario realizar entre el momento de la siembra y el de la cosecha.

Esta tracción animal moderna lleva aparejado el desarrollo de nueva maquinaria específica y adaptada a los trabajos a realizar en una fusión entre nueva tecnología en los aperos y sistema de tiro tradicional. En EEUU, por ejemplo, donde la comunidad amish sigue empleando exclusivamente tracción animal, han adaptado maquinaria actual como rotoempacadoras o sembradoras para que funcionen con tracción animal.

Valor añadido en el mundo del vino

En viñedos de zonas como Priorato, Penedés ou Ribera de Duero hai adegas que traballan con animais. Foto APTRAN

En viñedos de zonas como Priorato, Penedés o Ribera de Duero hay bodegas que usan animales. Foto: APTRAN

En Europa la reintroducción de la tracción animal está avanzando sobre todo en el mundo del viñedo, pero también en la gestión forestal o en otros ámbitos relacionados con el medio ambiente. “Cuando hoy hablamos de la importancia de conservar el paisaje en lugares como Portugal o Galicia, estamos hablando de una configuración agrícola creada por la tracción animal”, evidencia.

“En la viticultura se está reintroduciendo la tracción animal porque se ha comenzado a dar una importancia vital al suelo. En Francia ya se han dado cuenta de que trabajando el suelo con tracción animal mejora”, asegura João. En España, en zonas de Ribera de Duero o de Cataluña, también hay bodegas que están realizando trabajos con animales en los viñedos.

Bodegas de Francia, Ribera de Duero o Cataluña realizan trabajos con caballos en los viñedos

Es una manera de vender una producción más natural y sostenible, apreciada y demandada por el consumidor, y de poder trasladar este hecho diferencial al precio de los vinos, pero también una manera de evitar problemas de compactación del suelo, lo que permite el desarrollo de la microbiota, algo que acaba siendo beneficioso para las vides.

Trabajos dentro de las masas forestales

trabalhos florestais (bosque) no âmbito do Laboratório Rural, na Paisagem Protegida do Corno de Bico, em Paredes de Coura (créditos: João Pedro Marnoto / APTRAN).

Trabajos forestales en el paisaje protegido del Corno de Bico, en Paredes de Coura. Foto: João Pedro Marnoto/APTRAN

En países de Centroeuropa está extendido el uso de caballos de tiro para la realización de trabajos en los montes, sobre todo tareas de gestión forestal intermedia como podas y clareos donde es difícil poder entrar con otro tipo de maquinaria forestal convencional.

“En Bélgica se usa la tracción animal dentro de la mancha forestal para retirar la madera del monte en podas y entresacas hasta zonas de carga a donde pueden llegar los camiones a cargar. Es un trabajo combinado de caballos para la retirada con maquinaria forestal para el transporte posterior desde la zona exterior del monte”, explica João.

Luxemburgo tiene una legislación que fomenta que en el interior de los montes se emplee tracción animal

Además de la versatilidad que aportan los animales en el monte, en este tipo de actuaciones se busca la coherencia. “No tendría lógica que los trabajos de conservación en determinados bosques con valores naturales se hicieran con maquinaria contaminante”, considera.

Por eso, la utilización de tracción animal está ganando terreno en los trabajos de recuperación ambiental, como sucedió en la retirada de pinos en zonas de turbera de la Sierra de O Xistral dentro del proyecto Life In Comon Land, en las que se emplearon caballos para evitar la entrada de maquinaria pesada al monte.

Dificultad para conseguir buenos animales para trabajar

Pero el descenso producido en las últimas décadas en lugares como Galicia en el uso de burros, mulas o caballos en el campo agrícola hace que sea difícil encontrar animales adaptados. “Hoy es difícil conseguir animales con buenas aptitudes para el trabajo, porque se tiró por líneas genéticas de producción de carne y se perdió gran parte del acervo genético que había”, reconoce João. “Las razas de tiro grandes están en Europa. Allí nunca hubo una quiebra como existió aquí, por eso somos muy dependientes hoy de la llegada de animales de Europa”, afirma.

Hoy es difícil conseguir animales con buenas aptitudes para el trabajo, porque se tiró por líneas genéticas de producción de carne y se perdió gran parte del acervo genético que había

A la hora de introducir animales de tiro en una explotación, el presidente de la Asociación Portuguesa de Tracción Animal recomienda analizar primero qué potencia necesitamos en función del trabajo a realizar y adaptar de este modo el tipo de ganado a esas necesidades. Por ejemplo, burros para trabajo en la huerta, mulas para trabajar en viñedo o caballos para arrastre de madera en el monte.

Es necesario fomentar al mismo tiempo el conocimiento del manejo del suelo y de los animales. “Francia tiene una escuela nacional de burros horticultores para formar a nuevos agricultores”, ejemplifica.

La tracción animal se abre paso en la agenda europea

“Poco a poco los équidos de trabajo están entrando en la agenda europea. Hay un interés renovado por las opciones tradicionales y va ganando terreno el reconocimiento del papel de los pequeños agricultores en la soberanía alimentaria”, considera João.

Pero al mismo tiempo que mejora la consideración social hacia los productores, las opiniones animalistas más radicales, procedentes en la mayor parte de los casos de entornos urbanos, están en contra del uso de burros, caballos o mulas para la tracción agrícola, lo que ejerce un cierto contrapeso y un papel de freno a nivel de los avances en la legislación comunitaria.

Hay un interés renovado por las opciones tradicionales y gana terreno el reconocimiento de los pequeños agricultores, pero las opciones animalistas radicales se oponen al uso de animales en la agricultura

Fuera de los ámbitos agrícolas, la tracción animal se está recuperando para la promoción del turismo (paseos), así como también para determinadas labores en entornos urbanos singulares. “En villas y ciudades europeas la recogida de la basura en cascos históricos patrimoniales se hace con animales, al igual que el riego de maceteros, para lo cual es más eficiente un caballo que parar y arrancar un vehículo a motor cada 20 metros”, razona el veterinario de la Aptran, que asesora también a agricultores en España en la recuperación de la tracción animal.

“Se ha perdido mucho conocimiento sobre el suelo y las técnicas agrícolas a medida que ha ido aumentando la potencia dos tractores”

Tracción Animal burro agricultura de montaña Foto APTRAN

Tracción animal con burro en una zona de agricultura de montaña. Foto: APTRAN

La tracción animal perdió importancia en Europa y en EEUU sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial. “Pero fuera de nuestra burbuja del mundo occidental la tracción animal sigue siendo fundamental para la alimentación de la población”, recuerda João. Según los cálculos de la FAO, hay 115 millones de équidos de trabajo en el mundo, la mayor parte de ellos en países en vías de desarrollo.

Fuera de nuestra burbuja del mundo occidental, la tracción animal sigue siendo fundamental para la alimentación de la población mundial

“Estamos en una situación energética muy complicada porque partimos de unos combustibles fósiles que van a escasear en un futuro a corto plazo. Si no hubiese guerra en Ucrania tendríamos el mismo problema, pero el conflicto lo acelera todo. Vamos a tener que hacer cambios en todos los sectores, también en el agrícola”, defiende.

La tracción animal es una energía limpia y renovable pero no encaja en el modelo económico actual, porque no se produce, almacena y distribuye

“Las máquinas lo han invadido todo en el campo y hoy hay una gran animadversión al trabajo manual que hace que tengamos una exageración de maquinaria, porque la gente que se quedó en el campo ve en eso un símbolo de su estatus social. Pero se ha perdido mucho conocimiento sobre el suelo a medida que se aumentó la potencia de las máquinas y los agricultores de hoy son en muchos casos únicamente tractoristas”, argumenta.

Tenemos una exageración de la maquinaria porque la gente que se quedó en el campo ve en eso un símbolo de su estatus social

Este sobredimensionamiento del parque de maquinaria es notable en lugares como Galicia, donde la media resultante entre el número de tractores y la SAU es de unos 10 caballos de potencia por hectárea de tierra trabajada, cuando en países como Francia esta cifra se sitúa en 3,5 caballos por hectárea, casi tres veces menos que en Galicia.

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