La Organización Interprofesional Láctea (InLac) organizó el pasado miércoles el III Foro de Sostenibilidad Lácteo bajo el título “El reto de la descarbonización: El sector lácteo europeo, comprometido con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático”, en el marco de la campaña “Cuenta con los productos lácteos europeos” cofinanciada con la ayuda de la UE, en el que se han desgranado algunos compromisos históricos que marcarán un antes y un después para esta actividad económica.
La directora gerente de InLac, Nuria M. Arribas, ha sido la encargada de abrir la jornada en la que ha destacado que la organización “ha puesto en marcha una exigente y ambiciosa hoja de ruta. Estamos sentando las bases hacia un futuro más sostenible del sector lácteo español”. Resaltó que cuentan con compromisos específicos que incluyen la reducción de gases de efecto invernadero y destacó algunas cifras como alcanzar una reducción de un 55 % para 2030 de los gases de efecto invernadero y un 3 % de amoniaco menos cada año.
El siguiente en intervenir fue el jefe de Unidad de Producciones Animales de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea, Carlos Martín Óvilo, quien ha afirmado que el “sector lácteo es sostenible desde un punto de vista económico, social y medioambiental”. Aun así, puso de manifiesto que en la UE, la agricultura es responsable del 11 % del total de las emisiones de gases efecto invernadero. “Dos tercios de ese porcentaje son del sector ganadero”, puntualizó. “Es un hecho, pero también hay que recordar que en los últimos treinta años las emisiones en Europa han caído en torno al 33 %”, añadió el profesional.
Los propios agricultores y la distribución son los que tienen que ser agentes activos del cambio
Uno de los motivos de esa disminución ha sido la bajada de las cifras de cabezas. “El sector lácteo ha caído un 1 % cada año, la previsión es que disminuya todos los años”, advirtió Martín y subrayó “necesitamos ganadería porque gracias a ella se produce un importante secuestro de carbono”.
Para concluir, ha destacado que la sostenibilidad fue un tema relevante, es un asunto de actualidad y seguirá estando presente en el futuro.
Visión integral
Tomás García Azcárate, economista agrario, experto en política comunitaria y miembro del Comité de Sostenibilidad Láctea de la campaña “Cuenta con los productos lácteos europeos” fue el tercero en intervenir.
“Nuestra competitividad se basa justo en nuestra sostenibilidad; si no eres el más barato tienes que ser el mejor”, indicó el economista y puso el foco en la sostenibilidad medioambiental. El sector progresa adecuadamente y está avanzando, “pero hay un problema político, hay urgencia climática”. Subrayó que la transición agroecológica se tiene que hacer con los actores. Son los propios agricultores y la distribución los que tienen que ser agentes activos del cambio. “Hay que ir lo más rápidamente posible”.
En su intervención ha hecho una crítica al plan estratégico a 2030 que se ha marcado la InLac: “Además de los compromisos concretos que asume el sector productor e industrial, que también se pudiera contar con la distribución. Me gusta el enfoque integral”.
Mesa de debate
Para finalizar, realizaron una mesa redonda con Paula de Vera, senior Policy Advisor del COPA-Cogeca; Santiago Campos (Asaja-Bruselas) y Jaume Bernis, responsable de sectores ganaderos de COAG y consejero del Grupo III del Comité Económico y Social Europeo, CESE.
La veterinaria Paula de Vera puso de manifestó que los requisitos de bienestar animal deben sustentarse en evidencia científica y considerar la viabilidad económica y social de las granjas, sin olvidar la coherencia con otras políticas de la UE, como la Política Agrícola Común (PAC) o el comercio internacional, y que la sostenibilidad de nuestras explotaciones y el respeto por las tradiciones y patrimonio cultural europeo deben ser puntos de partida en cualquier reforma de bienestar animal.
La sostenibilidad en el sector lácteo afecta a varios ámbitos
Puso el foco en la Ley de bienestar animal durante el transporte, que se centra en reducir tiempos de viaje y mejorar condiciones de los animales. “Son reglas más estrictas para la exportación y afectará a Estados miembros con distancias y orografías complicadas”. Finalmente, incidió en son necesarios avances centrados en la ciencia, con viabilidad socioeconómica, “que no se pueda pasar por encima si se quiere una proactividad mayor por parte de los ganaderos”. Además, ese análisis se tiene que centrar en la salud y el bienestar animal, “que vayan de la mano”.
Por su parte, Campos indicó que el sector agropecuario ha llegado a un punto de inflexión que se ve en las tendencias. “Vamos en el camino, la meta es la correcta, pero hay que revisar la ruta”. Explicó que la sostenibilidad en el sector lácteo y podría ser para más sectores: “Hay que avanzar en bienestar animal, con argumentos científicos y con las particularidades de cada país”.
Un punto clave para el miembro de la Asaja es la cadena de valor. “El gobierno de España ha trabajado en eso, con la directiva de prácticas comerciales desleales o la Ley de Cadena Alimentaria, que van en la dirección de fomentar una redistribución justa”.
Finalmente, Jaume ha argumentado que “evidentemente, los ganaderos somos los primeros interesados en que nuestros animales viajen con el máximo bienestar”, pero cualquier cambio debería contar, en su opinión, con un exhaustivo estudio de impacto económico, social y medioambiental de los sobrecostes de las medidas que se proponen.
Durante su intervención, hizo hincapié en los grandes lobbies que hay en Europa, “que pretenden reducir la producción de carne y el consumo”. Considera que son los que están llevando al sector a “como se encuentra ahora”.