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La avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), un insecto originario de China y localizado por vez primera en Galicia hace poco más de un año en ejemplares de castaño existentes en el campus de Lugo, está convirtiéndose en una amenaza creciente para la producción de castaña, dada su alta capacidad de propagación, según indica la investigadora Fina Lombardero, de la Escuela Politécnica Superior (Universidade de Santiago).
Lombardero, que en 2014 alertó de la presencia de esta avispilla asiática en Galicia, observa como la rápida expansión de este insecto, que afecta únicamente a los castaños y que puede reducir a menos de la mitad su producción de castaña, comienza a ser una amenaza preocupante ante la ausencia de medidas efectivas de control.
Las cautelas de la Administración para autorizar nuevos procesos de liberación del parasitoide Torymus sinensis, una especie también de origen asiático que se ha mostrado como antagonista de la avispilla del castaño, hacen más lentas las medidas de control para frenar la expansión de la avispilla del castaño en Galicia.
Expansión en Ourense y Lugo
Este insecto exótico originario de China se extendió de manera progresiva en las últimas décadas por todo el mundo, localizándose en Galicia en el 2014. Sin embargo, a penas un año después de esta primera identificación de la avispilla del castaño en Lugo, este insecto está presente en la actualidad en muchas localidades gallegas, sobre todo en el interior de las provincias de Ourense Lugo.
En cuanto a la velocidad de propagación o expansión de la avispilla del castaño, los estudios desarrollados en el campus de Lugo por esta investigadora perteneciente a la Unidade de Xestión Forestal Sostible (UXFS) de la USC, revelan que, en términos generales, podría indicarse que la población del insecto se multiplicó por 4 respecto al año anterior. El número de árboles atacados en el 2015 en el campus de Lugo se incrementó en un 38 % respecto al año anterior.
La alta velocidad de propagación de este insecto exótico no sorprende debido a su biología, ya que la hembra no precisa de un macho para aparearse y tiene capacidad para poner entre 100 y 200 huevos, indica esta investigadora.
