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La ganadería Cesares SC, situada de la parroquia de Vilacoba, en el ayuntamiento coruñés de Lousame, es un ejemplo de como el cooperativismo es fundamental para mantener la actividad del vacuno de leche en comarcas con poco peso de este sector, como es la del Barbanza.
Fundada hace más de 45 años, fue una de las primeras en la zona en apostar por la raza Holstein pura para la producción de leche y también de las pioneras en formar parte de Feiraco. “Mis padres empezaron en Feiraco desde un principio y desde el comienzo fueron socios cooperativistas de pleno derecho”, destaca Carlos Ces Ares, hijo y continuador de la tradición ganadera familiar.
“La ventaja más grande de estar en Feiraco es la seguridad de que nos recogen y nos colocan la leche, sin preocuparnos de tener que buscar otra industria si las cosas van mal”, resume este ganadero. Además, recuerda que en el caso del ayuntamiento de Lousame la cooperativa ayuda a mantener las explotaciones de vacuno de leche: “Estamos lejos de las grandes industrias lácteas y no somos unos clientes apetecibles, por lo que la mayoría estamos en Feiraco”.
Una apuesta por el cooperativismo que lo lleva a valorar muy positivamente la integración en una cooperativa de segundo grado junto a Melisanto y Os Irmandiños: “Es el camino para que darle estabilidad a los ganaderos, ganar poder de negociación y que el valor añadido de la transformación industrial de la leche quede aquí” asegura.
“La integración de las cooperativas es el camino para darle estabilidad a los ganaderos”
En el caso de su ganadería, junto a la venta de leche, también compra a Feiraco los piensos y los abonos y utiliza el servicio de análisis de tierras. Cesares SC forma parte también de la ADS O Cruceiro, por lo que los servicios veterinarios los tienen contratados con esta entidad.
En cuanto a la maquinaria, esta ganadería también busca formas de cooperación con otras explotaciones de la zona. “Pienso que una de las claves es racionalizar el gasto en maquinaria, sobre todo en aquella que vas a utilizar pocas veces, por lo que junto con otra ganadería de la zona compramos en común una fresadora, una sulfatadora, una rotoempacadora y un pisón para el silo”, explica Carlos. “El hecho de comprarla entre dos -destaca- hace que sea la maqinaria más rentable”.
Una ración barata con menos pienso y más forraje para adaptarse al punto actual
La ganadería Cesares SC cuenta en este momento con unos 110 animales, de los que 62 son vacas en ordeño, 20 son novillas de recría que están en el Rancho Las Nieves, en Zaragoza, y el resto son vacas secas.
En el año 2014 esta explotación realizó una ampliación de los establos para aumentar el rebaño, pero la realidad tras el fin de las cuotas cambió sus previsiones. “Sigo aumentando el rebaño porque aún tengo cubículos y cornadizas libres, pero para no sobrepasarme en la producción ajusté la ración para producir menos leche por vaca”, explica Carlos.
El contrato firmado con Feiraco le permite un aumento de la producción del 10% con respecto a la cantidad referenciada en 2015, y la leche producida a mayores se destinaría la intervención.
Para regular la producción y aumentar vacas al mismo tiempo este ganadero redujo la ración de 12,5 a 9 kilos de pienso por vaca y día. Una bajada que se compensó en la ración con un incremento de los forrajes propios hasta los 30 kilos de silo de maíz, 11 kilos de silo de hierba y, cuando dispone de él, también utiliza grano de maíz húmedo. “Abaraté la ración para bajar producción sin perder dinero y el día que quiera producir más podría aumentar los kilos de concentrado”, asegura.
La disponibilidad de carro mezclador propio, de tipo arrastrado, le permite abaratar los costes de alimentación y suministrarle la ración en condiciones óptimas, sin calentamientos y minimizando las pérdidas. “Hago el carro a las nueve de la mañana, al acabar de ordeñar, y a las seis y media, antes del ordeño, y aunque se trata de una maquinaria algo vieja, está adaptada a la explotación y su coste es muy pequeño”, destaca Carlos.
“El próximo año espero poder seguir aumentando la producción un 10%”
Con esta alimentación, la lactancia por vaca es año en ganadería Cesar SC es de 10.527, con una producción anual que ronda los 650.000 kilos. En cuanto a las calidades, el promedio de grasa es de 3,92 y la de proteína 3,26. “La grasa la pagan bien y procuramos hacer una ración que potencie nuestros animales en eso, algo que se nota sobre todo cuando metemos grano de maíz húmedo”, explica Carlos.
El precio que recibe en este momento es de 27,9 euros por litro, calidades incluidas, más IVA, una retribución que reconoce que “podría ser mejor, pero también tenemos que mirar el contexto en el que estamos y como están los precios en otros países”. Para el próximo año, junto a una recuperación de las cotizaciones, también espera poder seguir en la línea de incrementar la producción un 10% con respecto a la de este año.
Base territorial y manejo de las vacas secas y de las novillas en pastoreo
En cuanto a la base territorial, ganadería Cesares SC maneja un total de 25 hectáreas, de las que 12 son en propiedad, sobre todo en la parroquia de Vilacoba, y 13 hectáreas son cedidas por particulares a cambio de mantenerlas limpios y productivas. En cuanto a estas últimas, una parte importante se encuentran cerca de Noia, en la parroquia de Portobravo, al lado del mar pero hasta 8 kilómetros de distancia de su explotación. “El desplazamiento y el pequeño tamaño de las fincas se ve compensado por su alta productividad, sobre todo en maíz forrajero”, subraya este ganadero.
“El pastoreo para las secas es la mejor prevención de complicaciones en el parto o en el postparto”
Una parte importante de las parcelas ubicadas cerca de la explotación, sobre todo las de mayor pendiente, son aprovechadas para pastoreo de las novillas y de las vacas secas. Para Carlos las ventajas de este sistema, en el que esta parte del rebaño está pastando entre las diez de la mañana y las seis de la tarde, son irrefutables sobre todo desde el punto de vista sanitario: “Las vacas necesitan movilidad, principalmente antes del parto, para no coger grasa, y el pastoreo es la mejor prevención de complicaciones en el parto o en el postparto”. De hecho, destaca que con este sistema “hace diez años que las vacas no tienen problemas de cuajares”.
A esto añade la reducción de los costes de alimentación de las secas, que comen 8 kilos de la ración de las vacas en producción más hierba seca y hierba verde durante los alrededor de dos meses que pasan en pastoreo antes del parto.
Temor a los efectos negativos del proyecto de un macrovertedero de residuos industriales
Por último, Carlos Ces sitúa como una amenaza para la continuidad de la ganadería en la zona el proyecto de instalación de un macrovertedero de residuos industriales en el ayuntamiento, en el monte Culou. “Es una zona alta donde se cargan los manantiales de muchas de las aldeas del ayuntamiento, por lo que muchos vecinos podríamos ver afectado nuestro suministro de agua por filtraciones de substancias tóxicas”, explica. “Pienso que el ayuntamiento de Lousame debería ser más conocido por la calidad de su leche y de su carne, y no por convertirse en un centro de tratamiento de basura”, concluye.
