El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció hoy en el pleno del Parlamento de Galicia que el Gobierno gallego va a apoyar la creación de una planta de transformación de purín y otros residuos ganaderos en biometano y fertilizantes orgánicos, en la que participan Reganosa, Repsol y Naturgy con la sociedad semipública Impulsa Galicia.
El titular del Ejecutivo autonómico informó de este nuevo proyecto de economía circular en su intervención del Pleno del Parlamento gallego, donde garantizó el “apoyo total” de la Xunta a esta planta que, según concretó, “contará con una inversión de 146 millones de euros y creará 600 puestos de trabajo, entre directos e indirectos”.
Además, se prevé que podrá generar cada año más de 300 gigavatios hora de energía limpia y “ayudar así a solucionar los problemas de residuos que tienen nuestros ganaderos”, puso en valor el presidente. En todo caso, desde el sector ganadero se viene advirtiendo en los últimos años que más que un problema de gestión del purín lo que hay es falta de base territorial para las explotaciones ganaderas, de ordenación de usos del suelo y de concentración de la actividad ganadera en unas pocas comarcas. Como muestra, en los últimos años el abandono y la forestación ilegal de tierras agrarias llevaron a que Galicia solo cuente con un 25% de superficie agraria útil, cuando en la media europea este porcentaje supera el 60%.
Ante este nuevo proyecto, Rueda consideró imprescindible el apoyo del Gobierno central, a través de los fondos europeos, ya que mostró su preocupación por los 24.600 millones de euros que aún se tienen sin ejecutar de los PERTE y que suponen el 80% del total. Por eso, pidió el respaldo de los grupos parlamentarios de la oposición para que el Ejecutivo de España “mire los ojos y le dé apoyo” a este proyecto con objeto de que salga adelante y se puedan crear estos puestos de trabajo.
Más detalles del proyecto
El proyecto consiste en desplegar progresivamente por el territorio una red de plantas que valoricen los excedentes de purines bovinos, porcinos y avícolas mezclados con una cantidad menor de FORS (fracción orgánica de recogida separada) y RIO (residuos industriales orgánicos) del sector agroalimentario para producción de energía renovable. Así queda recogido en el memorando de entendimiento que recientemente han suscrito Reganosa, Repsol y Naturgy con Impulsa, la sociedad mixta promovida por la Xunta de Galicia con el objetivo de acompañar iniciativas empresariales que incidan en la dinamización, el progreso y la transformación de la economía gallega a través de un modelo verde y digital.
En una fase inicial, las tres energéticas planean construir una primera planta de digestión anaerobia que produzca gas renovable y cinco plantas de pretratamiento asociadas a esta para deshidratar el excedente de purín bovino. La planta de generación de gas renovable se emplazaría en Meirama (Cerceda), zona de transición justa, mientras que las cinco plantas de pretratamiento se repartirían, en una primera fase, por municipios de la misma provincia coruñesa y de Lugo, de acuerdo con una distribución fundamentada en el mapa gallego de explotaciones ganaderas, optimizando así la logística entre ambos tipos de instalaciones.
Con una inversión aproximada de 146 millones de euros, en esta primera fase se tratarían anualmente 1.240.000 toneladas de purines excedentarios y se producirían, amén de fertilizantes orgánicos y CO2 neutro, unos 300 gigavatios hora (GWh) de biometano que se inyectarían a la red de gas natural. Este gas renovable se utilizaría para descarbonizar distintos sectores, como el del transporte, el residencial y el industrial, pudiéndose emplear en los procesos de la refinería de Repsol en A Coruña.
Ampliación a toda Galicia
Completada esta fase inicial, la intención de los promotores es ampliar el proyecto de economía circular en el futuro a toda Galicia, implantando una red centralizada de tratamiento de los excedentes de deyecciones ganaderas. En este sistema se garantizará la disponibilidad para los ganaderos del purín necesario para abonar sus tierras de manera sostenible, así como la viabilidad económica de sus explotaciones. Los cálculos de los promotores determinan que podrían valorizarse alrededor de 6 millones de toneladas de residuos cada año. Redondeando, el biometano producido (1 TWh anual) equivaldría a un 7 % del gas natural de importación que ahora se demanda en Galicia, con lo que la comunidad avanzaría sustancialmente en su autonomía energética y en el consumo de renovables. El proyecto ha sido presentado a cuatro ministerios del Gobierno central (Economía, Transición Ecológica, Agricultura e Industria) con el objetivo de encajarlo en los fondos Next Generation, tanto por su componente de circularidad como por el hecho de que proporciona una fuente de energía verde y autóctona a partir de los excedentes de las deyecciones ganaderas.