Las nevadas de octubre del 2018 cogieron aún con hoja a las árboles caducifolias de la montaña lucense, lo que permitió que la nieve se acumulase sobre ellas, causando serios daños en sotos, robledas y bosques. Ya en aquel momento, organizaciones agrarias y alcaldes pidieron apoyos para despejar caminos y actuar en los montes, pero las medidas puestas en marcha finalmente se limitaron sólo a despejar las carreteras principales de ramas y troncos. El asunto volvió ayer al Parlamento de Galicia, aunque con escaso éxito.
Una propuesta del BNG, presentada en la Comisión de Agricultura, instaba a la Xunta a adoptar medidas para la recuperación de los montes afectados en el oriente de Lugo (A Fonsagrada, Cervantes, O Courel). “Es necesario darle cobertura a la gente que sufre los condicionamientos de la Red Natura” -valoraba el diputado Xosé Luis Rivas, ‘Mini’-. “Si queremos que la gente tome conciencia del tesoro que tienen, no puede ser que la Administración y la sociedad no lo valoren. Hubo unos daños muy serios y no se hizo nada”, criticó.
Por parte del grupo popular, la diputada Raquel Arias argumentó que la Xunta ya actuó en aquel momento en las carreteras de su competencia y señaló que en Medio Rural “no constan pérdidas de los propietarios de árboles por las nevadas”, para concluir que por parte de la Administración hay un plan fuerte de apoyo a seguros agrícolas y ganaderos.
Arias aprovechó su intervención para acusar a la oposición de un “catastrofismo irreal”. El diputado del Bloque, por su parte, acusó a Arias de no saber de que estaba hablando. “Usted no vio los árboles tronzados. Aquelo tenía que ser reparado en el momento con podas y curas”, concluyó.