El director de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria, Martín Alemparte, acompañado por el delegado territorial de la Xunta en Lugo, Javier Arias, mantuvieron una reunión de trabajo con el presidente del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Faba de Lourenzá, José Cuadrado, para analizar la situación del sector. La Xunta propone una serie de medidas de apoyo al sector, entre las que no incluye una ayuda directa que permita salvar la campaña 2024 a las personas productoras, que vienen de padecer pérdidas de hasta el 80% de la cosecha, debido a la climatología y las enfermedades fúngicas.
En esta reunión, la Consellería de Medio Rural se comprometió a llevar a cabo distintas acciones promocionales orientadas a impulsar el consumo de este producto con sello de calidad diferenciada. Esta actividad se complementará favoreciendo la identificación de la IGP Faba de Lourenzá en los puntos de venta, para que los consumidores puedan reconocerla y distinguirla de otras marcas.
En este sentido, se recogieron también las demandas del sector, que reclaman una reforma del Plan Estratégico de la Política Agraria Común (Pepac) en este campo. Sin embargo, desde Medio Rural recuerdan que “los mecanismos de modificación del Pepac y la reglamentación básica de la Unión Europea son de difícil cambio a instancias de los estados miembros”.
Por otra parte, la Consellería anuncia que a través del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo, dependiente de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria, se pondrán en marcha dos líneas de trabajo centradas en esta producción. En primer lugar, se analizará la eficacia de los actuales tratamientos fitosanitarios que emplea este sector. Se ahondará también en la búsqueda de nuevos tratamientos para abordar las consecuencias que están teniendo la afección de los hongos y el cambio de las condiciones climáticas en la IGP Faba de Lourenzá. A mayores, se estudiará la salida comercial de la faba aplastada, que actualmente no está amparada por esta indicación geográfica protegida.
Por último, se abordó la petición del Consejo Regulador de modificar el pliego de condiciones técnicas de esta IGP, con el objetivo de mejorar la comercialización de este producto para que redunde en una mayor rentabilidad económica para los productores de faba certificada.
“Lo más urgente sería establecer una línea de ayuda directa”
Estas medidas propuestas por la Consellería de Medio Rural recogen parte de las reivindicaciones de los productores de faba de la comarca de A Mariña, pero no contemplan la princiapl demanda: Apoyo económico para afrontar la fuerte caída de ingresos de la campaña pasada.
“Lo más urgente sería establecer una línea de ayuda directa, como parece que sí que va a haber en Asturias”, explica el coordinador del Sindicato Labrego Galego en la comarca de A Mariña, Antonio Vilariño. “Es imprescindible que la que la Consellaría atienda a la preocupación y siente con el sector, pero hasta ahora la conselleira está actuando cómo si no supierra lo que pasa. Las pérdidas en esta cosecha fueron gravísimas, la gente puede desistir de seguir produciendo si no ve una garantía de que por parte de la Administración se tome en serio al sector y se valoran sus potencialidades”, añade.
Producción de faba en A Mariña
Aunque se denominan “fabas de Lourenzá”, se trata de una producción que engloba el territorio de A Mariña. De hecho se estima que se produce en Galicia el 30% de toda la leguminosa que hay en el Estado español, y la mayoría está en A Mariña. La zona de producción, almacenamiento y envasado de la alubia abarca el territorio de la Mariña Luguesa -A Mariña Occidental, A Mariña Central y A Mariña Oriental-, que engloba los ayuntamientos de Alfoz, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ourol, A Pontenova, Ribadeo, Trabada, O Valadouro, O Vicedo, Viveiro y Xove. En el mercado de Lourenzá se venden alrededor de 600.000 kg anuales de faba.