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La movilización ganadera ante las industrias lácteas en demanda de una subida del precio de la leche en el campo vivió hoy su segundo episodio en Outeiro de Rei (Lugo). Fue ante la planta de Larsa, donde cientos de productores se congregaron y cortaron la Nacional VI con una hoguera a base de heno y neumáticos.
Las granjas, apretadas por el aumento de costes de producción, sobre todo de piensos, energía y combustible, quieren que ese aumento de costes se traslade al precio de la leche en el campo.
Es una ambición que desde Unións Agrarias, convocante del acto, ven más que factible: «Primero, porque los productos lácteos industriales se revalorizaron de manera importante en el último año, lo que repercute en mayores ingresos para las industrias» -expone Félix Porto, responsable de Acción Externa de la organización-. «Y en segundo lugar porque la leche está subiendo en las cadenas de supermercados. Hay cadenas de la distribución que están subiendo 6 céntimos las marcas blancas para que ese aumento de precio llegue al campo, pero no está llegando», cuestiona.
Unións Agrarias considera que Lactalis y Larsa tienen que «mover ficha», al ser las dos principales industrias de Galicia por volumen de recogida, con alrededor del 35% del total de la leche, «Larsa es además propiedad de una cooperativa asturiana» -señala Porto en alusión a Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), participada de manera mayoritaria por Central Lechera Asturiana-. «No puede ser que Capsa presuma de beneficios históricos en el 2020 mientras en Galicia tienen que cerrar granjas proveedoras porque se ven contra las cuerdas por la subida de los costos de producción», critica.
La organización agraria considera que el precio medio de la leche en Galicia tiene que acercarse al promedio europeo, que se sitúa en los 38 céntimos, de cara a compensar el aumento de los costos de producción, que se agravará previsiblemente en los primeros meses del 2022, con nuevos encarecimientos de los piensos y de los fertilizantes. «Si las industrias no mueven ficha, haremos una campaña de boicot de los productos de Larsa y de Lactalis en los supemercados», anuncia Porto.
Las previsiones del sector apuntan a que las por ahora tímidas protestas ganaderas podrían endurecerse en próximas semanas, a medida que nuevas subidas de piensos e insumos vayan afectando a las granjas.
Una segunda vía de acción que emprenderá Unións serán las denuncias ante la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura. Unións avanzó hoy que denunciará tanto a Larsa como a Lactalis ante la AICA. «Son industrias que están comprando la leche por debajo de los costos de producción, algo que está prohibido por ley, así que en caso de que el Ministerio no tomara medidas, las siguientes movilizaciones serían ante el Ministerio», advirtió Félix Porto.
Larsa, consultada por Campo Galego a finales de octubre sobre la situación de precios de la leche, había indicado que en el último año subió los precios en el campo alrededor de un céntimo, por la indexación de parte de la leche a los precios internacionales de la grasa y de la proteína láctea. Esa subida de los precios de los productos lácteos industriales continuó en las últimas semanas, hasta el punto de que Capsa ya anunció que el precio medio que le pagará a las granjas en noviembre subirá otro céntimo más, según avanzó TVE y pudo confirmar después Campo Galego con la industria.
Es una subida que, en todo caso, el sector considera insuficiente, dada la progresiva subida de los costos de producción. Tras las movilizaciones ante Lactalis y Larsa, el calendario de protestas está por ahora en pausa en Galicia, si bien se esperan nuevas acciones en las próximas semanas. A la movilización de hoy en Outeiro de Rei, convocada por Unións, asistieron también representantes de Agromuralla, Sindicato Labrego y Asaga, con lo cual se espera que las próximas movilizaciones tengan un carácter unitario.
