Las algas: un nuevo recurso para estimular el crecimiento del maíz

El uso de extractos de algas marinas se está revelando como una nueva herramienta para estimular el crecimiento del maíz ante situaciones de estrés, como fitotoxicidad por uso de herbicidas o por carencias de nutrientes. Técnicos de Sapec Agro explican como funcionan los llamados bioestimulantes.

Las algas: un nuevo recurso para estimular el crecimiento del maíz

Una adecuada nutrición nos dará cultivos rentables, con rendimientos aceptables y calidad, como esta plantación de maíz con aplicación de Algas. (2016)

Son múltiples los factores que pueden provocar estrés en los cultivos. Factores como la falta de agua, las heladas, el exceso o la falta de luz durante la primavera, la contaminación por metales pesados, deficiencias nutricionales, pueden llevar a las plantas a situaciones límite que tengan una repercusión en su desarrollo y por tanto en los rendimientos de sus cosechas.

Es evidente que el uso de variedades resistentes, plantas autóctonas, y manejos del cultivo adecuados puede ayudarnos a paliar el efecto de estos factores exógenos y perjudiciales.

También está comprobado que en previsión de ocurrencia de estrés, o una vez tengamos una situación problemática por estrés en la planta, es muy recomendable el uso de productos bioestimulantes para favorecer su recuperación.

Actualmente la sobre-explotación de los suelos también está afectando a su equilibrio microbiológico y por tanto a su fertilidad, siendo necesario impulsar la biofertilización y el incremento de microorganismos como herramienta para ayudar a la absorción de nutrientes asimilables.

¿Qué son los bioestimulantes?

Según la definición que de la EBIC (European Bioestimulants Industry Council), “un bioestimulante es aquel producto que contiene sustancias y/o microorganismos cuya función cuando son aplicados a las plantas o a la rizosfera, es la de estimular la absorción de nutrientes, la eficiencia nutricional, la tolerancia al estrés abiótico y la calidad de los cultivos”.

Los bioestimulantes son sustancias que promueven el crecimiento y desarrollo de las plantas, además de mejorar su metabolismo, permitiendo que puedan ser más resistentes ante condiciones adversas.

Los bioestimulantes pueden estar compuestos a base de hormonas vegetales, de extractos de algas marinas, aminoácidos, enzimas, vitaminas, ácidos húmicos, entre otros.

A continuación se describen algunos de los bioestimulantes más usados en la agricultura.

Aminoácidos:

Es frecuente el uso de aminoácidos como solución única “curalotodo”, con la intención errónea de sustituir las aplicaciones de nutrientes. Esto se debe a que después de una aplicación de aminoácidos, las plantas muestran un desarrollo y color muy visible. Pero, no podemos creer que con ello hemos nutrido a la planta adecuadamente, ya que la planta debe estar bien abastecida de los 12 elementos minerales esenciales, pues los aminoácidos no sustituyen las funciones de cada elemento.

Con el uso correcto de aminoácidos se observan los siguientes beneficios:

  • Aumento de la resistencia de la planta en situaciones de estrés.

  • Nutrición.

  • Abastecimiento de nitrógeno.

  • Favorecimiento del desarrollo radicular.

Los aminoácidos siempre se han utilizado cuando la planta presenta cualquier problema externo (estrés hídrico, golpes de calor y/o frío, ataques de plagas y enfermedades, fitotoxicidad). Actualmente, los aminoácidos continúan utilizándose en los casos anteriores, pero además también se utilizan cuando se quiere ayudar a la planta en momentos críticos, tales como el enraizamiento, floración, cuajado, engorde, asimilación del potasio, etc.

Los aminoácidos pueden ser aplicados por el sistema de riego por goteo (fertirrigación) o por vía foliar. Las aplicaciones deben hacerse a tempranas horas del día o por la tarde, ya que los momentos de fuerte insolación en el cultivo dificultan su asimilación por vía foliar. Las dosis a aplicar y las mezclas serán dadas por el fabricante del producto.

Algas marinas:

Desde el siglo XIX las algas marinas han sido utilizadas como abono verde (o semicompostado) en casi todas las zonas agrícolas costeras y, sobre todo, isleñas (Islandia, Man, Shetland, Oarkneys, Canarias, Madeira, Zanzibar, Azores, Seychelles, Costa da Morte, Hainan, donde aseguran que su uso les exime de practicar rotación de cultivos) En algunas islas del Mar del Norte, incluso han constituido la base de la existencia de la agricultura ya que el suelo agrícola lo ha ido (y continúa) fabricando el hombre mezclando arena y limo con las macroalgas de arribazón.

El compendio de bondades agronómicas de los productos a partir de algas descritos en artículos científicos y en folletos publicitarios va a depender en gran medida del tipo de especie alga, de su estado fisiológico, del método de procesado, de extracción y aplicación.

Así pues, se considera que el uso de algas en los cultivos aporta:

A) Efecto anti-estrés: Las algas están compuestas por una serie de fitoingredientes naturales como son los Alginatos, Polifenoles, Manitol, Laminarias y Betaínas, que confieren a los cultivos una defensa natural y una mayor capacidad de recuperación frente a cualquier tipo de estrés abiótico, como son el estrés hídrico, el estrés salino, el estrés térmico, etc.

B) Efecto hormonal: Poseen diversas hormonas en su composición como son las Auxinas, Giberelinas y Citoquininas, que pese a encontrarse en pequeñas cantidades, confieren a los extractos de algas un marcado efecto que se traduce en diversos beneficios agronómicos , según el momento fenológico del cultivo en el cual sea aplicado: mejora de la germinación, estimulación del crecimiento de la raíz, incremento del contenido de clorofila, mejor cuajado, mayor engrosamiento de los frutos, etc.

C) Efecto nutricional: Al crecer el alga sobre las rocas y alimentarse de la degradación de estas por el efecto de las mareas contienen macro y micro nutrientes, y numerosas moléculas orgánicas (aminoácidos, proteínas, vitaminas, etc.), cuya absorción por parte de la planta mejora claramente su estado nutricional.

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Las algas tienen una gran diversidad de compuestos bioantioxidantes, tanto liposolubles (fosfolípidos, carotenoides, xantofilas, tocoferol) como hidrosolubles (polifenoles: Polímeros de floroglucinol o florotaninos, bromofenoles, enzimas: superóxido dismutasa, glutation reductasa, catalasas, glutation- y ascobato- peroxidasas, vitamina C) (Fujimoto, 1990) .

El elevado efecto antioxidatante de extractos algales se explica tanto por la elevada afinidad por radicales libres de compuestos específicos , como por el efecto sinérgico de su amplia gama de bioantioxidantes y por la activación que generan en los propios mecanismos de defensa de la planta (p.e.: Estímulo de síntesis de peroxidasas) (Seaweed News, 1999).

Las algas pardas son una fuente importante de nitrógeno, por su alto contenido de proteínas, a base de aminoácidos esenciales. Además contienen nitrógeno orgánico, el cual es de fácil asimilación y aporta también elementos importantes como: calcio, fósforo, potasio y magnesio. En este género de algas, se ha reportado su contenido de: materia orgánica en alto porcentaje, minerales, vitaminas, carbohidratos, lípidos y fitohormonas naturales.

De entre las especies de algas pardas más importantes que se conocen cabe destacar al alga Ascophyllum nodosum, la cual abunda, como ya hemos comentado, en las costas de Irlanda, en el Mar del Norte y también en zonas de la costa Atlántica de Galicia.

C) Regulación legal del uso de algas como fertilizante:

El 3 de Diciembre de 2015 se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Orden AAA/2564 de 27 de Noviembre que modificaba el Real Decreto 506/2013 sobre productos fertilizantes. Este RD solo contempla la utilización del alga Ascophyllum nodosum, y en el caso de los extractos de algas líquidos se establecen unos requisitos mínimos de riqueza para poder comercializarse que son los siguientes:

  • Ácido Alginico:1,5 %

  • Manitol: 0,5 %

D) Aporte a los cultivos: El uso de algas han ayudado a producir mejor y con más calidad en todo tipo de cultivos ( tomate, pimiento, fresa, etc.).

En los viñedos se les conocen importantes efectos en la mejora del cuajado , por lo que se recomienda tratar en todos los casos con extractos de algas antes de la floración mínimo 2-3 tratamiento en mezcla con las aplicaciones habituales de fitosanitarios ( se ha de comprobar que las algas usadas sea 100% de extracto de algas para que no se produzca ninguna incompatibilidad en la mezcla).

“Las algas tienen efecto positivo para estimular el crecimiento del maíz en situaciones de fitotoxidad”

También es un gran producto para, no solo la nutrición del maíz, sino también como agente recuperador en situaciones graves de estrés por fitotoxicidades por uso de herbicidas de post (muy habituales) o bloqueos en el cultivo de maíz, donde los resultados son muy visibles con el uso de las algas. Con una sola aplicación es suficiente en cultivos de maíz y cereal.

Se ha comprobado que las algas proporcionan a los cultivos, macro y micronutrientes que las plantas requieren y además sustancias naturales con efectos comparados a los reguladores de crecimiento.

A modo de resumen se indica en la siguiente tabla los principales efectos que la aplicación de algas y/o aminoácidos produce en los cultivos

Acción

Aminoácidos

Algas

Estrés hídrico (preventivo)

++

++++

Estrés osmótico (foliar)

+++

++

Estimulador radicular

+

++

Estimulador de brotes

+++

++

Mayor superficie foliar

++

+

Inducción floral

++

Cuajado de frutos

++

Retención de agua (suelo)

+

Efecto hormone-like

+

++

Mejorador de suelos

+

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