El Clúster da Madeira e o Deseño de Galicia (CMD) distinguió, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Construcción Sostenible, las Cabañas de Broña, en Outes (A Coruña). La entidad celebró un acto simbólico de reconocimiento a estos apartamentos turísticos por su “perfecta integración con el entorno y por emplear la madera con una gran sensibilidad, tanto en el interior como en el exterior”, argumentan desde el Clúster.
Los propios arquitectos encargados de su construcción, Francisco Liñares y Alfonso Salgado, explicaron que el proyecto apuesta por la conservación y puesta en valor de los elementos existentes. Así, en las construcciones se emplearon materiales reciclados en entramado de vigas, acabados interiores y exteriores o en elementos estructurales.
La madera, una aliada contra el cambio climático
En el acto, el presidente del CMD, José Manuel Iglesias, destacó la obra como “un ejemplo de la sensibilidad y el compromiso de los arquitectos con la madera, así como por su conocimiento del material sabiéndolo adaptar a la perfección a los diferentes elementos”, concretó.
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Construcción Sostenible, Iglesias quiso destacar una serie de características de la madera que la convierten en una gran aliada en la lucha contra el cambio climático.
En este sentido, indicó que un mayor uso de los productos de madera estimula la expansión de los montes y la reducción de los gases de efecto invernadero.
El 15% de la madera procedente de edificios y demoliciones se podría volver a utilizar como madera de aserradero
El uso de la madera en la construcción permite ahorrar energía a lo largo de la vida útil del edificio, ya que su estructura celular proporciona un gran aislamiento térmico: 15 veces mejor que el hormigón, 400 veces mejor que el acero y 1.770 veces mejor que el aluminio. Las estimaciones que manejan los expertos apuntan a que las emisiones de CO2 generadas por la construcción de una casa de hormigón y acero permitirían la construcción de la misma casa en madera y calentarla durante 27 años.
Además, el 15% de la madera procedente de edificios y demoliciones se podría volver a utilizar como madera de aserradero y un 36% podría reciclarse en tableros. Mientras, otro buen porcentaje podría generar energía limpia.
Camino de la bioeconomía
En el marco del encuentro, se puso de relieve la importancia de caminar hacia la bioeconomía, tal y como indican los diferentes foros internacionales en esta materia. El futuro se encuentra en revalorizar los terrenos forestales y dar una viabilidad económica a través de un sector forestal potente, a través de una bioeconomía que reemplace la economía fósil.
En el acto, además del presidente del Clúster también participó el alcalde de Outes, Manuel González, así como los arquitectos responsables de la obra.