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Desde el 1 de enero de este año los ganaderos de España deberán dejar de esparcir el purín mediante cisternas con sistema de plato, abanico o cañón, si quieren cobrar las ayudas de la PAC.
El objetivo es reducir las emisiones de amoníaco a la atmósfera, un gas contaminante que en un 28% procede de purines y de estiércoles ganaderos aplicados a la tierra de forma incorrecta.
Y es que la Comisión Europea ya ha advertido a España de que ha sobrepasado sus límites de emisiones y de que se expone a una sanción. Así, según los datos del propio Gobierno “las emisiones de NH3 en 2015 por las actividades agrícolas aumentaron en un +4,6% consecuencia del efecto combinado de dos elementos relacionados: aumento de la cabaña porcina (+.9% en 2015) y el derivado incremento de la cantidad de estiércoles animales aplicados a campo como fertilizantes orgánicos (+5.4%)”.
Sin embargo, la nueva norma del Ministerio de Agricultura ha causado gran malestar en el sector debido a que obligará a los productores a realizar importantes inversiones y a que en muchos casos la pendiente y el tamaño de las fincas hacen inviable aplicar sistemas alternativos.
De momento sólo Asturias ha establecido excepciones al Real Decreto del Ministerio y otras como Galicia han anunciado también alegaciones al considerar que la norma es de difícil aplicación en la Comunidad.
En este sentido, Fernando Miranda Sotillos, director general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente aclara en esta entrevista los puntos clave de la nueva normativa sobre esparcido de purines.
¿Cuáles son los principales sectores ganaderos que emiten emisiones contaminantes por amoniaco en España?
Según los últimos datos disponibles, podemos concluir que los sectores ganaderos que más contribuyen a las emisiones de amoniaco dentro de la ganadería española son por este orden el porcino, el bovino (leche + carne), y el aviar (puesta y carne). Unos datos que se pueden consultar en el Inventario Nacional de Contaminantes Atmosféricos que cada año publica este Ministerio.
Estas emisiones de amoniaco se producen en el propio alojamiento de los animales, durante el almacenamiento de los purines o estiércoles, y también como consecuencia de su aplicación al campo, siendo más fácil de adoptar medidas en esta última fase de la aplicación.
El sector del vacuno de leche se defiende argumentando que ha mantenido estable la cabaña ganadera, y por tanto las emisiones de amoniaco. Critica que está pagando el incremento de emisiones contaminantes provocadas por el sector porcino, que si ha incrementado notablemente su cabaña ganadera en España en los últimos años. ¿Cuál es la valoración del Ministerio al respecto?
Tal y como se puede comprobar en el informe correspondiente sobre las emisiones de amoniaco del Inventario Nacional, a pesar de que se ha producido un incremento del censo del sector porcino durante estos últimos años, las emisiones no han aumentado en la misma proporción, esto es debido a la adopción de medidas de reducción en el sector porcino que han contribuido a que los niveles de emisión no hayan aumentado en la misma proporción.
No obstante, España sobrepasa las emisiones de amoniaco asignadas en la Unión Europea, siendo necesario disminuirlas en los próximos años, lo que hace necesario aplicar las medidas de reducción más eficaces y con menor coste a todos los sectores y, especialmente, durante la aplicación de los purines y estiércoles al campo, momento en el que se produce, aproximadamente, un 30% de las emisiones totales.
¿Tiene previsto el Ministerio modificar la normativa sobre purines para permitir también técnicas avaladas para reducir las emisiones contaminantes de amoniaco, como son el esparcido mediante cisterna de plato, abanico o cañón de purines previamente acidificados o que inmediatamente después del esparcido son enterrados mediante un arado de discos?
La modificación en la aplicación de los purines se ha incluido dentro de la normativa publicada para la aplicación en España de la Política Agrícola Común y de momento no se considera necesario su modificación. La utilización del sistema de abanico o cañón se considera como el sistema de referencia más contaminante, no debiéndose utilizar más que en los casos extremos en los que no pueda utilizarse otra tecnología, situación ya contemplada en el propio apartado 2 del Anexo II de dicha normativa, pudiendo las comunidades autónomas establecer excepciones.
“La aplicación de purín mediante sistema de abanico o cañón sólo se podrá realizar en los casos extremos”
Los compromisos de reducción de emisiones de amoniaco se basan en el empleo de las Mejores Técnicas Disponibles (MTD), para la reducción de las emisiones de amoniaco. En ese sentido, recientemente este Ministerio publicó una “Guía de las Mejores Técnicas Disponibles para reducir el impacto ambiental de la ganadería”, que fue presentada el 23 de noviembre de 2017, en la IV Jornada de Ganadería y Medio Ambiente y que también se encuentra en la página web del Ministerio. En dicha guía se hace referencia a las MTD correspondientes a la aplicación del estiércol al campo. Por otra parte, la acidificación del purín es una tecnología que también se puede utilizar, además de los sistemas de aplicación por bandas, inyección o enterrado, por lo que son sistemas complementarios, no sustitutivos.
¿Va a haber una prórroga para que los ganaderos puedan adaptarse a estos cambios normativos durante 2018? ¿Hasta cuándo se extenderá la prórroga?
De acuerdo con los datos disponibles, España ha sobrepasado el techo de emisiones de amoniaco que tiene asignado en el marco de la normativa comunitaria sobre calidad del aire.
La publicación de la Directiva 2016/2284 obligará a España a reducir su techo de emisiones un 16% para el amoniaco en el año 2030. Por ello, la adopción de medidas es urgente e inevitable.
Se ha optado por aplicar una primera medida con efectos a partir de 2018 que consiste en que los purines o estiércoles líquidos se esparzan en las superficies agrícolas de forma localizada en el suelo, en lugar de hacerlo en forma de abanico o mediante cañones.
Hay que tener en cuenta que la aplicación de estiércoles líquidos y purines en campo supone el 28% de las emisiones totales de amoniaco y que, con su aplicación localizada en el suelo, se pueden reducir sus emisiones en un 30%-70% si se entierra.
“Las excepciones son para que durante este 2018 el sector se adapte a los cambios”
Se trata de la medida más eficaz en términos de coste beneficio que se puede aplicar a corto plazo. La medida es conocida desde hace tiempo por el sector, sobre todo por la parte más especializada.
Para el año 2018 las CCAA pueden establecer excepciones en la aplicación de esta medida, de manera que los ganaderos o las empresas de servicios con cubas sin aplicador localizado, puedan tener tiempo para reemplazar los implementos.
Además, al aplicar las excepciones, las comunidades deben aprovechar para divulgar la necesidad de aplicar este tipo de prácticas compatibles con el clima y el medio ambiente.
En cualquier caso y visto todo lo explicado anteriormente, esta flexibilidad no puede dejar de ser una excepción en 2018, con vistas a que a finales de este año se haya producido el cambio.
Las ayudas anunciadas por la ministra para ayudar al cumplimiento de la normativa ¿Cuando está previsto que se concreten y que se financiará?
Durante el primer cuatrimestre de este año se publicará un Plan RENOVE específico para la sustitución de los dispositivos de abanico o cañones por equipos localizadores del producto en el suelo. El objetivo de este plan es reducir las emisiones de amoniaco de la actividad agrícola y, de esta forma, facilitar el cumplimiento de la Directiva sobre Techos Nacionales de Emisiones (Directiva 2001/81/CE, enmendada por la Directiva 2016/2284), así como el Protocolo de Gotemburgo del Convenio de Ginebra.
