
Visita de técnicos y ganaderos gallegos a una explotación de ovejas y vacas que hace queso en Baja Austria
Austria es décimo en el ranking de principales productores de leche de la UE, pero la importancia del sector lechero en el país va mucho más allá de un simple dato estadístico. Es el verdadero mantenedor del paisaje y de una estructura rural que sigue organizándose en torno a pequeñas granjas familiares que transforman y valorizan la leche que producen.
Además, el país tiene la tasa más alta de Europa en cuanto a la incorporación de jóvenes al sector, con un sistema formativo público muy enfocado a la parte práctica y un buen sistema de asesoramiento público a las granjas, independiente e imparcial.
Para conocer esta realidad, un grupo de técnicos y ganaderos gallegos de explotaciones agrarias elaboradoras de productos bajo el sello de calidad Artesanía Alimentaria acaban de visitar el país alpino en un viaje organizado por la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal), perteneciente a la Consellería do Medio Rural.
Austria produce la mitad de leche que España pero mantiene más del doble de granjas, distribuidas por todo el territorio
El programa se centró en el sistema lechero, con visitas a ganaderías de vacuno, ovino y caprino, tanto ecológicas como de producción convencional, que valorizan su materia prima, así como a centros de investigación, escuelas de formación, cooperativas y empresas de transformación.
Las 8 visitas realizadas se llevaron a cabo en el estado de Baja Austria, situado al noroeste del país y una de las principales zonas agrícolas y ganaderas. Su capital es Sankt Pölten. Es el segundo estado más poblado tras Viena, a la que rodea, y el más extenso del país. Su población es de 1,7 millones de habitantes y su superficie de 19.180 km², con una densidad de población de 90 habitantes por km². Baja Austria está dividida en cuatro regiones (Weinviertel y Waldviertel al norte y Mostviertel e Industrieviertel al sur) y un total de 572 municipios.
El principal objetivo de esta visita fue conocer la realidad de explotaciones lecheras que transforman y venden su propio producto
En la parte de los productores artesanos, la expedición estuvo formada por 9 productores procedentes de las 4 provincias gallegas acogidos a la marca de calidad diferenciada Artesanía Alimentaria: Don Crisanto, de Vilalba; Gandería Quintián, de O Páramo; Xeou, de Taboada; Campo Capela, de A Capela; Kelekoi, de Lalín; Bértolos y Serranos, de Friol; A Meixoeira, de Moaña; Casa Luis, de Lourenzá; y O Rexo, de Allariz.
Objetivo del viaje: la transferencia de conocimiento
Este viaje técnico fue promovido por el jefe del Departamento de Investigación y Transferencia de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria, Pablo Lúgaro Seco, que estuvo acompañado por otros representantes de la administración autonómica, en concreto, el jefe del Departamento de Protección de la Calidad Diferenciada de Agacal, Raimundo Castaño Bascoy; el subdirector de Planificación y Dinamización del Medio Rural, Bruno Fernández; el subdirector general de Planificación de Extensión Agraria de la Consellería do Medio Rural, Juan Barral; y el director del Centro de Formación y Experimentación Agraria de Sergude, Juan Carlos Ferreras. Participaron también distintos asesores privados, como Hugo Criado (Medrar) o Pablo Carro (Animalvit), organizador de la visita.
La nueva PAC busca mejorar y fortalecer el sistema de asesoramiento a las explotaciones
Esta visita a Austria a productores de leche que transforman su materia prima se enmarca dentro del Plan de Desarrollo Rural de Galicia (PDR 2014-2020) a través de la submedida de Formación de asesores, con el objetivo de capacitar al sector del asesoramiento agrario y modernizar las zonas agrícolas y rurales, fomentando y compartiendo el conocimiento, la innovación y la digitalización, y promoviendo su adopción por parte de los agricultores.
El Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC) hace hincapié en la necesidad de crear un ecosistema de conocimiento e innovación agraria (AKIS, por sus siglas en inglés), en el que convivan tanto el asesoramiento público como el privado, mediante la mejora del acceso a la investigación, la innovación, el intercambio de conocimiento y la formación para que tenga una repercusión real sobre el sector.
La participación de los productores en esta visita técnica se llevó a cabo con fondos europeos dentro de la Intervención 7201, financiada en un 60% con fondos Feader, en un 28% por la Xunta de Galicia y en un 12% por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Campo Galego los acompañó en este viaje como medio especializado contratado para realizar una amplia cobertura del mismo. En esta primera entrega, hacemos un repaso por las principales conclusiones de vuelta a Galicia.
«En Austria, productores, técnicos y Administración funcionan como un engranaje perfecto desde hace muchos años, y eso se nota; en Galicia estamos empezando»

Puesta en común de las conclusiones del viaje por parte de los ganaderos y técnicos gallegos participantes
Resumimos a continuación las principales valoraciones que hacen los productores y técnicos que participaron en este viaje a Austria, destacando aquellos puntos fuertes del sistema productivo del país alpino y poniendo el foco en aspectos que, adaptados a la realidad gallega, podrían implementarse para ayudar al sector en ámbitos como el de la transformación y comercialización:
Pablo Carro, director de Animalvit, empresa especializada en suplementos nutricionales y asesoramiento a las granjas, también es el responsable técnico en España de European Dairy Farmers, una red de la que forman parte ganaderías de vacuno de todo el continente. Tirando de sus contactos en otros países, Pablo fue el encargado de organizar el viaje junto a su homólogo austríaco, Marco Horn, seleccionando las granjas y centros de investigación y formación a visitar en Austria.
De vuelta, apela a trasladar a la realidad de cada productor las experiencias vistas de primera mano y hacerlo “con espíritu constructivo” porque “de nada sirve quejarse de las dificultades”. “En Austria los ganaderos no se quejan del papeleo ni de las exigencias que tienen que cumplir; centran sus esfuerzos en producir y comercializar cumpliendo con todas las exigencias”, dice.
También destaca “el valor de un buen asesoramiento” y el hecho de que “en Austria existe una colaboración público-privada en una simbiosis perfecta”. “Vosotros solos vais a ir muy lentos; para avanzar es necesario pagar a buenos consultores por un buen asesoramiento”, recomienda a los productores que lo acompañaron en el viaje.
Hugo Criado, veterinario y socio fundador de Medrar, una consultoría que gestiona proyectos con fondos europeos, entre ellos el PERTE lácteo, aboga también por la colaboración y por aprovechar sinergias: “en la innovación dentro del sector lácteo hay muchos roles y ninguno es más importante que otro. Austria es un ejemplo de aplicación práctica de lo que significa la transferencia de conocimiento y el I+D+i”, asegura.
Pensando en el sector en Galicia, Hugo es optimista de cara al futuro: “lo estamos haciendo muy bien para las trabas que tenemos, aunque es cierto que no tenemos que echarle siempre la culpa a la Administración”, admite. Apuesta por la diversificación, igual que hizo Austria, y por la coexistencia de granjas más grandes enfocadas a producir leche para la industria, que basen su rentabilidad en la economía de escala y la optimización de procesos, con otras más pequeñas que transformen y valoricen directamente su leche, ya que piensa que “pueden convivir en Galicia distintos modos de producción”.
David Rouco forma parte de ese segundo modelo. Es un joven que representa la tercera generación en la quesería vilalbesa Don Crisanto, que elabora quesos bajo la Denominación de Origen San Simón da Costa. Al igual que la mayoría de las granjas visitadas en Austria, Don Crisanto también transforma su propia leche, algo que en Galicia muchas queserías surgidas en granjas pierden con el paso de los años, abandonando la producción a medida que van creciendo para centrarse solo en la elaboración y comercialización.
“Yo pienso que para una quesería es muy importante tener su propia leche. Es algo que, en nuestro caso, trataremos de mantener. Es clave tener un modelo en el que puedas cerrar el ciclo con producción, transformación y comercialización”, considera.
Don Crisanto está valorando en estos momentos la colocación de placas solares para tratar de reducir su factura eléctrica y poder comprobar que en Austria la apuesta por las energías renovables es algo generalizado en todas las granjas y empresas de transformación a ellas asociadas fue el empujón final para esta decisión, admite David.
David Rouco (Don Crisanto): Para una quesería como la nuestra es fundamental tener nuestra propia leche; trataremos de mantener ese modelo
Irea Blanco está terminando la carrera de Ingeniería Agrónoma en Lugo con la idea de dar continuidad a la granja familiar, Casa Bértolo, de Friol, una ganadería en ecológico que dio el paso también a hacer quesos, que comercializan con la marca Bértolos e Serranos. “Para mí fue muy gratificante ver el interés de los chicos y chicas de Austria por continuar en la actividad agraria y el alto grado de relevo generacional que hay en las granjas”, destaca Irea.
“Ser rural es actual”, reza el eslogan de su sudadera, convencida de que en el rural gallego hay futuro, una idea que sus padres, Concha y Xurxo, siempre le transmitieron a ella y a su hermana Ada. También destaca “el valor y la utilidad que sacan a la madera en Austria y cómo el monte forma parte también de la superficie de la granja formando un todo del que se obtiene rendimiento”.

Clientes entrando en una tienda cooperativa de productores locales, habitual en muchas localidades
Carlos Malvido, uno de los tres socios de la cooperativa A Meixoeira, una ganadería caprina de Moaña que elabora quesos y yogures, vuelve con una idea en la cabeza, la de poner en marcha una tienda de productores artesanales. «Ya hace tiempo que en la Asociación Gallega de Operadores Artesanos de Alimentación y Piensos (Agoapp), que engloba a medio centenar de productores, valoramos la posibilidad de poner en marcha un proyecto de este tipo, y fue muy interesante ver en Austria varios ejemplos que funcionan, incluso tiendas sin personal para atenderlas», destaca.
Manuel López también regresa de Austria con una idea para implantar en la granja familiar en Augaxosa (Riotorto): poner en marcha visitas a la explotación y al obrador en el que elaboran bajo su propia marca (Casa Luis) y con la leche de sus 40 vacas en producción requesón y arroz con leche que distribuyen en furgonetas propias en Galicia, Asturias y León.
«Me llamó la atención la variedad de productos que elaboran las granjas en Austria y cómo muchas de ellas reciben visitas o incluso organizan todo tipo de actividades. Distintas cabezas pueden hacer distintas cosas y ver nuevas oportunidades», reflexiona este joven de 22 años.
Casa Luis, la iniciativa puesta en marcha hace más de una década por sus padres, Balbino y Susana, también apostó por la diversificación productiva. Además de los elaborados lácteos, también ceban terneros en una explotación en Barreiros y disponen de una tienda en Lourenzá en la que comercializan tanto su carne y lácteos como productos de otros agricultores de la zona. «Es necesario que los pequeños productores contemos con más facilidades para elaborar y comercializar nuestros propios productos», reclama.

Cata de productos elaborados en uno de los centros austríacos de investigación láctea de referencia
Manuel Arias y su esposa Montse crearon Xeou! en 2019 para hacer helados con la leche de su granja, que venden en tiendas propias a lo largo del Camino de Santiago. La explotación de la que procede la materia prima, SAT Seixas, en Taboada, es una explotación grande que ordeña cerca de 300 vacas, pero después de años aumentando el ganado, Manolo decidió cambiar de estrategia. «Las granjas en Austria apostaron por valorizar su producto y no por duplicar el número de cabezas. Tengo muy claro que no vamos en el camino correcto, porque multiplicar las vacas es trabajar para la industria», dice.
«Hay otras maneras de ser rentables y de vivir con calidad de vida, como tienen en Austria», destaca. Cuando él tomó la decisión de incorporarse al sector, desde la propia Administración lo enfocaron a producir leche y a ganar volumen y tamaño como estrategia, algo que considera errado, tanto por los escasos márgenes que deja la venta de la leche a la industria como por las condiciones de superficie agraria y mano de obra disponible en la mayoría de las granjas. «Yo le diría a la Administración que se centre en formar a los nuevos jóvenes en la valorización de la leche que producen y en implicarlos para hacer que se sientan orgullosos de ello», indica.
Manuel Arias (Xeou): Tengo muy claro que no vamos en el camino correcto; multiplicar las vacas es trabajar para la industria
Chelo López forma parte junto a su esposo Julio y sus hijas Alba y Laura de la Ganadería Quintián, una granja familiar de O Páramo con unas 65 vacas en producción que vende leche pasteurizada y quesos. Pero más allá de producir alimentos, Chelo defiende la necesaria labor divulgativa de los agricultores y ganaderos. «Los productores tenemos que ser actores del cambio de mentalidad en la sociedad. Es esencial que lleguemos a las escuelas y que transmitamos el rural en positivo porque el rural tiene cosas muy buenas, muchas veces intangibles, y los que vivimos en el rural tenemos que sentirnos unos privilegiados por ello. Somos la generación que tenemos el deber y la responsabilidad de que nuestros niños valoren el rural de otra manera. También explicándoles a los consumidores que desde proyectos pequeños se pueden hacer cosas muy grandes», argumenta.
De lo visto en las distintas visitas realizadas en Austria, destaca también aspectos como el cuidado del paisaje, el apoyo que se da al modelo de granjas familiares para la transformación en las propias explotaciones y la concienciación del consumidor. «En Austria llevan muchos años trabajando eso y se ven los resultados. Nosotros, en cambio, tuvimos que salir fuera y pagar para encontrar conocimiento y tecnología y el cliente no está tan concienciado con el valor del producto local. Por lo demás, lo que destacaría es la ordenación del territorio, el cuidado del paisaje y la limpieza que se ve alrededor de todas las granjas», indica.
Chelo López (Ganadería Quintián): Es fundamental que los productores lleguemos a las escuelas. Somos la generación que tenemos la responsabilidad de transmitir el rural en positivo
Álex Moure es, junto a su mujer Susana Aguiar, socio de Kalekoi, una empresa de transformación ubicada en Lalín que vende leche, yogur y kéfir elaborados a partir de la leche de las vacas de la granja que la familia de Susana tiene en Rodeiro. «Es muy importante a la hora de encarar un proyecto de transformación adaptarse a los condicionantes que uno tiene. En Austria están muy bien organizados y muy bien adaptados a su entorno», destaca.
«Los productores en Austria tienen además grandes facilidades para desarrollar nuevos productos. Cualquier ganadero puede hacer su queso o yogur a muy bajo precio gracias a tener acceso a una serie de instalaciones públicas y a servicios de apoyo y formación», valora.
En el caso gallego, Álex recomienda «ayudarse unos productores a otros para poder atajar». «Para alguien que quiera transformar leche es muy importante antes de embarcarse en eso formarse e informarse bien y no perder esfuerzos en cosas que no son importantes o que se pueden solucionar de manera fácil preguntando para no cometer los mismos errores que otro ya cometió antes», dice.
Álex Moure (Kalekoi): Es muy importante a la hora de encarar un proyecto de transformación adaptarse a las circunstancias que uno tiene
Las subvenciones que reciben las explotaciones en Austria son más pequeñas que en Galicia, pero el dinero no lo es todo, reconoce Andrea Piñeiro, de la cooperativa Campo Capela. «Ellos tienen otras cosas que aquí no tenemos. Todos los engranajes de la cadena funcionan como una sola máquina y existe un ensamblaje perfecto entre los distintos departamentos de la administración. Eso no lo tenemos en Galicia. Muchas veces los productores no sabemos a dónde acudir y tampoco son escuchadas nuestras necesidades por parte de los organismos que toman las decisiones», se queja.
Campo Capela elabora requesón y distintos tipos de quesos con la leche de las ganaderías socias de las comarcas de Eume y Ferrolterra. Andrea, que estudió Comunicación Audiovisual, es consciente de la importancia que tiene el marketing a la hora de vender un producto, por muy bueno que este sea. «En Galicia hay un entorno más hostil a la innovación y a la apertura a nuevas ideas; a veces nos estancamos en maneras de trabajar de hace 30 o 40 años», opina.
Andrea Piñeiro (Campo Capela): En Austria funcionan a la perfección todos los engranajes de la cadena y hay permeabilidad entre los productores y los organismos que toman las decisiones
Óscar López es dueño de la ganadería Escaleira de Sarria. En su explotación está ordeñando hoy 180 vacas pero destaca que en Austria «granjas mucho más pequeñas logran ser rentables». Destaca también la diversificación productiva que hay en el país.
Óscar, que es secretario del Consejo Rector de la cooperativa Aira, también incide en la importancia que tienen en Austria cooperativas como Berglandmilch, Möm o Ennstal, que recogen y transforman la mayor parte de la leche producida en el país. «Logran pagar un buen precio a sus socios porque las cooperativas hacen quesos y los exportan. Es algo que nos falta aún en Galicia», reconoce.
Anxo Quintana, gerente de O Rexo, que cuenta con un rebaño de ovejas y elabora queso con su leche en Allariz, donde trata de poner a producir superficies agrarias abandonadas, pone el enfoque en el desarrollo endógeno de la agricultura y la ganadería austríacas. «Utilizan la agricultura para producir forrajes y cereales con los que hacer piensos propios sin depender de las compras fuera y las granjas son muy autosuficientes», destaca. También la integración del desarrollo rural y el turismo con la producción de alimentos y una manera de comercializar diferente. «El sector primario en Austria forma parte de la estrategia económica del país», concluye.

Paisaje rural en Baja Austria, donde se alternan cultivos forrajeros y de cereales
El aprovechamiento de la tierra es un aspecto en el que también incide el subdirector de Planificación y Dinamización del Medio Rural, Bruno Fernández, perteneciente a la Agencia Gallega de Desarrollo Rural (Agader), que gestiona los fondos Leader (entre otras, una línea de ayudas a la pequeña industria de transformación y comercialización de productos agrícolas con inversiones de hasta 100.000 €) y que tiene también encomendada la aplicación de los instrumentos de movilización de superficies abandonadas recogidos en la Ley de Recuperación de la Tierra Agraria de Galicia (actualmente se está trabajando en los catálogos de usos de suelos agroforestales, claves en la ordenación del territorio de carácter rústico).
Bruno Fernández (Agader): En la zona que visitamos en Austria no existe tierra abandonada, toda está aprovechada
Juan Carlos Ferreras, director del CFEA de Sergude, un centro público que ofrece el ciclo de FP de grado superior en Ganadería considera la visita a Austria «la semana profesional más productiva de los últimos años». «Me gustó mucho el énfasis que ponen en la formación del alumnado de la rama agraria, los recursos que disponen para ello y el tipo de educación práctica y multidisciplinar que reciben. Me sirvió para reafirmarme en mis convicciones sobre el papel de la formación, pero también para ver que tenemos muchas cosas que cambiar. En Galicia tenemos que replantear los CFEAS y su papel en la formación de los nuevos ganaderos», asegura.
Juan Carlos Ferreras (CFEA Sergude): A nuestra formación le falta la parte de transformación; si no cambiamos eso, solo formaremos a buenos ganaderos que seguirán produciendo leche para la industria
«A nuestra formación le falta la parte de transformación e industria alimentaria. Si no cambiamos eso, solo formaremos a buenos ganaderos que seguirán produciendo leche para la industria pero que no tendrán conocimientos para transformar su propia leche e incrementar el valor añadido de su producción», dice.

Centro de formación de la rama agraria en Pyhra, con granja propia e instalaciones de fabricación
Del modelo austríaco Juan Carlos Ferreras también considera aplicable en Galicia el sistema de acompañamiento multidisciplinar a las granjas. «Tienen un modelo de asesoramiento público que quizás podríamos imitar. A mi modo de ver, el personal de las oficinas agrarias debería hacer algo más que tramitar papeles o hacer inspecciones, deben realizar un asesoramiento activo en las granjas», defiende.
Juan Martínez Barral es el subdirector general de Extensión Agraria de la Consellería de Medio Rural. De él depende la red de Oficinas Rurales que hay en las distintas comarcas y es el encargado de implementar el sistema de asesoramiento público que está poniendo en marcha junto con el área de Formación, Investigación e Innovación Agraria de Agacal, un servicio que en Austria lleva muchos años funcionando.
«El sistema de asesoramiento por parte de la Cámara de Agricultura de cada una de las regiones es muy importante y abarca todos los aspectos, desde la tramitación de la PAC y de las ayudas para mejoras o nuevas tecnologías (robotización, energías renovables, tratamiento de purines), hasta aspectos técnicos de manejo o alimentación. Incluso cuentan con ingenieros especializados para hacer los proyectos de los nuevos establos», indica.
A Raimundo Castaño, jefe del Departamento de Protección de la Calidad Diferenciada de Agacal, le llamó la atención a apuesta de la sociedad austríaca por la producción y consumo local. «La trazabilidad y el origen son un argumento claro de venta. El consumidor apuesta por el producto regional y es difícil ver en un supermercado o en una tienda productos de fuera de Austria si se pueden producir en el país», dice. Por eso, Rai destaca la importancia de sellos como el de Artesanía Alimentaria, que gestiona Agacal, para que los pequeños productores cuenten con más facilidades para elaborar y comercializar sus productos.
Finalmente, Pablo Lúgaro, jefe del Departamento de Investigación y Transferencia de la Agencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal), el organismo público que financió y promovió el viaje, resume el sentir común tanto por parte de los productores como de los técnicos y los responsables de la administración a respecto de lo visto en Austria: «Están convencidos de las posibilidades que tiene el sector y de su importancia y hacen todo el posible para que se mantenga».
«En esta visita técnica queríamos demostrar que las pequeñas explotaciones pueden ser rentables, mostrando diferentes modelos de transformación de la producción. Y además de la sostenibilidad económica, también poner en valor el papel crucial de las pequeñas explotaciones lácteas en la sostenibilidad social y medioambiental del medio rural», concluye.