Las granjas gallegas cobran la leche 3,7 céntimos por debajo de Asturias

En Galicia, los ganaderos cobran la leche a un promedio de 28,7 céntimos, el precio más bajo de toda España, que mantiene una media de 31 céntimos. Para explicar ese diferencial, las industrias suelen aludir a dos factores: los costes de transporte de la leche desde Galicia a los grandes centros de consumo (Madrid y Levante) y las mayores primas de cantidad que perciben las explotaciones de otras comunidades, con un volumen medio de producción por encima del gallego. Estos argumentos, sin embargo, no ayudan a entender por qué en Asturias se pagan 3,4 céntimos más por litro de leche que en Galicia.

Para el sector productor no es comprensible que a un lado del río Eo se abonen 28,7 céntimos y a otro lado del Eo 32,4. Asturias comparte con Galicia una posición geográfica similar, distante de los grandes centros de consumo, y las explotaciones asturianas tienen incluso un promedio de producción de leche inferior al gallego, con lo cual la explicación de las primas de cantidad tampoco sirve.

Desde el sector cooperativo, se suele apuntar a una tercera vía de interpretación, el peso cooperativo de la transformación láctea en Asturias, de la mano de Central Lechera Asturiana (Clas). Los socios de Clas se benefician de unas condiciones de precios y contratos que la propia industria del grupo (Capsa) le niega a las granjas de otras comunidades.

El Sindicato Labrego demanda que Capsa y Reny Picot dejen de pagar parte de las entregas a precios de leche en polvo

En Galicia, Capsa, propietaria de Larsa, le paga a las explotaciones un 20% de la recogida a precios de leche en polvo, algo que no hace en Asturias. Otra industria asturiana, como Reny Picot, le llega a abonar a parte de las granjas gallegas el 40% de las entregas a precios de leche en polvo. Cortar esas prácticas es uno de los objetivos que marcan organizaciones como el Sindicato Labrego para la ronda de negociaciones que se emprenderán con las industrias lácteas a partir de la próxima semana.

Primeros compradores
Otro factor que distorsiona los precios en Galicia es el de los primeros compradores intermediarios, que en un contexto como el actual, hacen negocio comprando la leche barata y vendiéndosela a las industrias a mayor precio. “Es preciso regular los primeros compradores que no le aportan valor añadido a la leche para sacarlos del mercado”, valora el secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García. A mayores, García cuestiona a las industrias que evitan mayores compromisos de abastecimiento con los ganaderos. “No es comprensible que una marca como Danone, que presume de calidad, esté comprándole la leche a Río”, cuestiona.

«No es comprensible que una marca como Danone, que presume de calidad, esté comprándole la leche a Río» (Roberto García, Unións Agrarias)

El Sindicato Labrego Galego (SLG) también critica a los primeros compradores, que cataloga como una herramienta de las industrias para bajar los precios, y demanda mayores iniciativas por parte de la Xunta para cambiar la situación. “Precisamos que en Galicia haya mesas de interlocución para cambiar las cosas. Tenemos granjas cobrando la leche a 24 céntimos y no vemos que la Administración haga nada para solucionarlo”, subraya Isabel Vilalba, del SLG.

El sector enfrenta este invierno el reto de acercar los precios gallegos al promedio estatal de 31 céntimos. La hoja de ruta marcada para ese objetivo pasa en primer lugar por negociar con las industrias para lograr que le trasladen a las granjas los aumentos de precio comprometidos por las cadenas de distribución, así como otras posibles mejoras a mayores.

El sector enfrenta este invierno el reto de acercar los precios gallegos a la media estatal

Aumentos de producción
Los últimos datos de producción del Fega, a mes de noviembre, revelan que en lo que va de campaña, desde el 1 de abril, tras el fin del sistema de cuotas, la producción aumentó en España alrededor del 2,5 %, con fuertes incrementos en especial en los últimos meses. En octubre, las entregas aumentaron un 4,5 % y en noviembre un 5 %. El Ministerio de Agricultura achaca esos aumentos a un contexto de bajos precios de la leche, que obliga a las granjas a aumentar la producción para diluir los costes fijos. Los aumentos de la producción se benefician también de un escenario de bajos precios de alimentación animal, si bien Agricultura entiende que mayores bajadas en el precio de la leche llevarían a una caída de las entregas, según señala en el primer informe trimestral del acuerdo lácteo.

La lógica de las explotaciones de aumentar la producción para mantener ingresos es entendible desde una perspectiva individual, pero en el conjunto, los aumentos de producción en época de crisis de precios parecen una idea cuestionable. A nivel europeo, son varias las coordinadoras de organizaciones agrarias que abogan por una regulación pública de la producción láctea al menos en momentos de crisis.

Los aumentos de producción en época de crisis son cuestionados en toda Europa por varias coordinadoras agrarias

Deslocalización
Los aumentos de producción en Galicia son similares al promedio estatal, a pesar del contexto gallego de precios sensiblemente más bajos. Las organizaciones agrarias temen que las industrias promuevan una deslocalización de la producción, incentivando mayores incrementos de entregas en otras comunidades próximas a los centros de consumo, en detrimento de Galicia.

Actualmente, Galicia continúa entregando más del 38% de la leche producida en España, si bien esta campaña bajó algunas décimas su peso en el total español. “Es preciso un pacto de autorregulación entre industrias y ganaderos para que los aumentos de producción se hagan de manera ordenada, manteniendo el peso de Galicia en las entregas de leche a nivel estatal”, valora Roberto García, de Unións Agrarias.