Las industrias lácteas cierran las renovaciones de los contratos de leche con una leve tendencia a la baja

El aumento de los costos de alimentación animal genera preocupación en las granjas, pues los márgenes de rentabilidad quedan comprometidos. Unións Agrarias pide mayor control de Xunta y Ministerio sobre los contratos. Advierte también sobre movimientos "sospechosos" de primeros compradores intermediarios, una figura que llama a regular con mayores garantías

Las industrias lácteas cierran las renovaciones de los contratos de leche con una leve tendencia a la baja

Félix Porto y Óscar Pose, de Unións Agrarias, en rueda de prensa.

El proceso de renovación de los contratos de la leche está cerrándose estos días sin que haya buenas noticias sobre la mesa. La mayoría de las industrias o mantuvo los mismos precios del pasado año o aplicó leves bajadas, en el entorno de medio céntimo, caso de Lactalis, Reny Picot o Leche Río. Esa tendencia de precios a la baja coincide en el tiempo con un aumento de los costos de las ganaderías, sobre todo los de alimentación animal, por lo que los márgenes de las granjas se ven comprometidos.

Movimientos en primeros compradores de Lugo
Los únicos movimientos al alza en los precios, con ofertas de 1,5 – 2 céntimos por encima del mercado, llegaron de un par de primeros compradores intermediarios, principalmente en la provincia de Lugo, en la zona centro y en la zona sur de la provincia, si bien desde el punto de vista de Unións Agrarias se trata de movimientos sospechosos.

«Hemos visto en el pasado casos de determinados primeros compradores que dejaron serios impagos en las granjas, por lo que es necesario que se regule esta figura con mayores garantías para las granjas» -valora Félix Porto, secretario de Coordinación de Unións Agrarias -. «Es preciso que se les exija a los primeros compradores el depósito de avales para enfrentar posibles impagos», concluye.

Desde la organización agraria se recuerda que la gran mayoría de los primeros compradores suelen cumplir los compromisos firmados con las granjas, pero advierten también de que en estos momentos «hay cantos de sirena» de un primer comprador de Lugo, «sobradamente conocido en el sector por los impagos que acumuló en los últimos años con las ganaderías, que están a día de hoy en el juzgado».

Condicionantes por la normativa de bienestar animal
Otro movimiento de las últimas semanas que trascendió en el sector fue la decisión de Leche Río de dejar la recogida de la leche de una decena de pequeñas granjas. El cierre de la relación con estas granjas vino motivado, según explica la empresa, por cuestiones de bienestar animal, pues la certificación de bienestar que tienen las marcas de Río le impide a la empresa hacer la recogida en granjas en las que las vacas permanecen trabadas de manera permanente, sin tener salida al exterior.

Hubo conversaciones previas de Río con todas las ganaderías afectadas, por ver si podían hacer cambios en el manejo y/o en las instalaciones, pero en los casos en los que no fue posible el acuerdo, la empresa optó por dejar la recogida. Río destaca además que en todos los casos, antes del cese de la relación con las ganaderías, comprobó que las granjas habían encontrado ya otro comprador para su leche.

Preguntada Unións por estos casos, la organización agraria le restó trascendencia y señaló que entre las ganaderías de Ulega que le entregan la leche a Río no detectaron ningún incidente.

«Queremos contratos ligados a la evolución de los costos de producción y a los precios de los productos lácteos»

La principal preocupación de Unións se centra en los nuevos contratos de la leche que están cerrando las industrias, un proceso en el que pide una ágil intervención del Gobierno central y de la Xunta. «Estamos en un buen contexto del mercado lácteo, con buenos niveles de consumo en España en el 2020, y con precios al alza en la mantequilla y en la leche en polvo, por lo que no se entiende que se le impongan a las granjas contratos de la leche a la baja», explica Óscar Pose, responsable del sector lácteo de Unións, que hoy compareció en rueda de prensa junto a Félix Porto.

Unións Agrarias pide que el Ministerio de Agricultura haga cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria, que en teoría impide que las granjas puedan vender la leche por debajo de sus costos de producción. Llama también a la Xunta a intervenir, «pues lo único que nos llega de la Consellería es la propaganda de un supuesto Plan de Dinamización del Sector Lácteo», cuestiona Óscar Pose.

La organización considera que la Xunta debería condicionar las ayudas a las industrias lácteas a que se firmen en el campo contratos que cubran los costos de producción.

Desde Ulega, la organización de productores de Unións Agrarias, le propusieron este invierno a las industrias la puesta en marcha de contratos con un precio variable, ligado a la evolución de los costos de producción y a las cotizaciones de los productos lácteos industriales, pero fue imposible el acuerdo. «Sólo llegamos a pequeños acuerdos con algunas industrias, pero en la cuestión del precio, ninguna está dispuesta a negociar», critica Óscar Pose, que pide un mayor papel de la Administración como árbitro de las negociaciones.

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