“Las mujeres somos la vida de las aldeas”

En el Día de la Mujer Rural, titulares de explotaciones agroganaderas reivindican su trabajo y demandan medidas efectivas para seguir avanzando en la igualdad de género y de oportunidades

Mesa interxeracional organizada por Agromuralla en Lugo, que xuntou a gandeiras con Carmen Lence

Mesa intergeneracional organizada por Agromuralla en Lugo, que reunió a ganaderas con Carmen Lence

Con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, que se celebra cada año el 15 de octubre, este martes se sucedieron por toda Galicia actos conmemorativos y de reivindicación del papel femenino tanto en las explotaciones agroganaderas como en todas las actividades relacionadas con la vida rural.

La Asamblea General de la ONU estableció en 2007 esta efeméride para reconocer la contribución de la mujer rural al desarrollo agrícola, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza.

Uno de los actos, llevado a cabo por la asociación Agromuralla, reunió en Lugo a ganaderas de toda la provincia en una mesa redonda que contó también con la presencia de Carmen Lence, presidenta de Leite Río, la abogada María Álvarez Real y la maestra rural Consuelo Montes.

Todas destacaron que el papel de la mujer siempre ha sido esencial en el medio rural gallego, y lo sigue siendo hoy en día, aunque muchas veces este trabajo se realiza desde la invisibilidad. A pesar de los avances en igualdad logrados en las últimas décadas, sigue existiendo una brecha de género que relega a las mujeres al papel de cuidadoras, excluyéndolas a menudo de la toma de decisiones.

Sin avances en la Titularidad Compartida

“Fuera de Galicia, que una mujer trabaje en una granja es un exotismo; aquí es algo normal, lo ha sido siempre, lo que falta son avances en cotitularidad”, considera María Elena Fernández, que es veterinaria en explotaciones de vacuno de la comarca de Los Ancares.

La Ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias, aprobada hace más de 10 años, ha tenido efectos limitados, y en la actualidad, el número de incorporaciones es muy inferior al que se había estimado inicialmente, unas 30.000.

De las 914.872 explotaciones agrarias existentes en España, solo 1.274 están acogidas al régimen de titularidad compartida (cifras a 1 de marzo de este año), lo que equivale únicamente al 0,14 % del total de explotaciones.

Lideran el registro de titularidad compartida las comunidades de Castilla y León (595), Castilla-La Mancha (253), Extremadura (125) y Andalucía (58). En Galicia, solo 39 explotaciones están acogidas a esta figura.

Las mujeres debemos luchar con la palabra y con hechos contra los roles tradicionales en las ganaderías

Además de veterinaria, María Elena también es ganadera, ya que es socia junto a sus primas de la cooperativa Carballeira, una explotación lechera situada en Becerreá. Defiende que es necesario cambiar los roles tradicionales que se dan en muchas granjas, donde los hombres trabajan con la maquinaria y las mujeres se encargan del cuidado del ganado y tareas como ordeñar o alimentar a los animales jóvenes. “El trabajo con el tractor en mi granja lo hago yo, solo contrato la cosechadora. Las mujeres tenemos que luchar con la palabra, pero también con hechos”, dice.

Falta de relevo generacional

Lucía López Sobrado es una joven que está terminando sus estudios de Veterinaria y tiene previsto incorporarse a la explotación familiar, Ganadería Puluán, en Monforte de Lemos. “Yo no veo barreras insalvables; si nos formamos, no hay nada imposible para una mujer”, asegura. “El cambio es gradual. Lo que hoy no es habitual y llama la atención, mañana no lo será”, afirma.

Los datos de Eurostat sitúan a Galicia a la cola de la UE en cuanto a la presencia de jóvenes al frente de explotaciones. La edad media de los jefes de explotación en España es de 61 años, mientras que en Galicia se sitúa en 63,6 años. Los jóvenes menores de 40 años representan el 8% de los jefes de explotación, mientras que en el caso de las mujeres la cifra desciende casi a la mitad (4,5%).

En los últimos 20 años, en Galicia se han aprobado más de 9.000 expedientes de incorporación de jóvenes a la actividad agroganadera. El 40% de las personas incorporadas en toda la comunidad lo hicieron en la provincia de Lugo. Por género, el 60% de los incorporados eran hombres y el 40% mujeres, por lo que es necesario redirigir los fondos de la PAC con una perspectiva de género.

Dentro de España, las comunidades de la cornisa cantábrica sufren los mayores índices de envejecimiento del sector agroganadero

El Plan Estratégico de la PAC 2023-2027 establece como su Objetivo 8 “promover el empleo, el crecimiento, la igualdad de género, incluida la participación de las mujeres en la agricultura, la inclusión social y el desarrollo local en las zonas rurales”. Sin embargo, la realidad a día de hoy es que las mujeres reciben solo un tercio de las ayudas directas y de desarrollo rural (33,91%), según el Informe de Ayudas Directas y Desarrollo Rural. Análisis Edad y Sexo de los Perceptores de Ayudas 2022, elaborado por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).

Las mujeres solo perciben un tercio de las ayudas de la PAC

Aunque el número de mujeres jóvenes (menores de 40 años) que se incorporan a explotaciones agropecuarias está aumentando, sigue existiendo una importante brecha de género en la percepción de la PAC entre los jóvenes. Solo una cuarta parte (24,62%) de los perceptores de ayudas directas menores de 40 años son mujeres.

Conciliación

Público asistente ao acto de Agromuralla en Lugo

Público asistente al acto de Agromuralla en Lugo

Quiara Pardiñas tomó la decisión de cerrar su negocio de peluquería y estética y unirse a la granja de la familia de su marido, SAT O Palomar, en Láncara, cuando nació su hijo Antón. Hoy no se arrepiente de aquella decisión.

Para nada el trabajo en el campo es de segunda; todo lo contrario (Quiara Pardiñas, SAT O Palomar)

“Para nada el trabajo en el campo es de segunda; todo lo contrario. Para mí es un trabajo de primera y la mujer rural es una mujer feliz, al menos en mi caso”, asegura.

Sin embargo, considera que «el machismo es algo que está muy arraigado en la sociedad». “Aún existe machismo en el rural, pero eso tiene que ir cambiando, y ese cambio también depende de nosotras, de cómo eduquemos a nuestros hijos e hijas”, dice, destacando las ventajas de los niños criados en el rural, como la alimentación saludable que reciben y la posibilidad de jugar rodeados de naturaleza y animales.

Servicios

Chelo López, de Ganadería Quintián, en O Páramo, también cambió un trabajo de oficina en una gestoría en Sarria para incorporarse a la granja familiar y valorizar la leche que producían, transformándola en queso y otros productos, con el objetivo de que sus dos hijas puedan ser dueñas de su futuro. “Las personas del rural, y las mujeres en particular, debemos mejorar nuestra autoestima”, afirma.

La mujer siempre ha sido el motor del rural; tenemos que ganar en autoestima (Chelo López, Ganadería Quintián)

“No cambiaría el silencio por nada, pero no me gusta vender el rural como algo bucólico, porque no lo es”, asegura Chelo, quien reclama más servicios para que la gente se quede a vivir en el rural.

Éxodo rural femenino y despoblación

Carmen Lence, presidenta de Leche Río, puso énfasis en las consecuencias de que las mujeres abandonen el rural. “Dos de cada tres personas que emigran del rural son mujeres en edad fértil; es una tendencia que debemos frenar, porque si no hay mujeres jóvenes, no hay niños, y sin niños no hay futuro”, dijo.

El éxodo rural femenino provoca una fuerte masculinización de las edades activas y reproductivas en el medio rural. En estas zonas hay 111,7 hombres por cada 100 mujeres en edades comprendidas entre los 30 y los 49 años, según datos del INE de 2022.

En las zonas rurales hay 112 hombres por cada 100 mujeres en edades comprendidas entre los 30 y los 49 años

Este hecho tiene efectos directos en la caída de la natalidad y la despoblación rural, porque aunque el descenso del número de nacimientos es una tendencia en la sociedad española en general, en el medio rural las cifras son aún más alarmantes. Estas bajas tasas de natalidad inciden a su vez en la falta de relevo generacional en las explotaciones.

En los foros empresariales es uno de los pocos sitios donde las colas en los baños siempre están en el de hombres (Carmen Lence, presidenta de Leche Río)

Leche Río lanzó este martes una campaña publicitaria en las principales cadenas de televisión españolas, coincidiendo con el Día de la Mujer Rural, para dar visibilidad al trabajo en las granjas de las mujeres ganaderas, a quienes Carmen Lence definió como “empresarias de éxito”. Al mismo tiempo, aseguró que la brecha de género no es exclusiva del sector agroganadero.

“Cuando se celebra un foro empresarial, ese es siempre uno de los pocos sitios donde hay colas en el baño de hombres y no en el de mujeres”, ejemplificó. “La situación no es diferente en las ganaderías con respecto a otros sectores”, añade.

El papel de la educación

Consuelo Montes fue durante 40 años maestra en distintas zonas rurales de la provincia de Lugo, desde el valle de Lourenzá en A Mariña hasta la montaña de Pedrafita, pasando por A Pastoriza, en A Terra Chá.

Los niños del rural son más respetuosos y se ayudan más entre ellos, pero detrás de eso están sus familias (Consuelo Montes, maestra)

“Para mí siempre ha sido un trabajo muy gratificante enseñar a los niños y niñas del rural, que tienen un interés excepcional por aprender”, dice. La implicación de las familias, asegura, también es mayor. “En el rural no es necesario poner tutorías porque la relación con las familias es mucho más intensa”, afirma.

También considera que la convivencia de varias generaciones en una misma casa es “positiva y muy enriquecedora”. “Los niños del rural son más unidos, se ayudan mucho más entre ellos; tienen otros valores”, asegura.

Mónica Brey, ejemplo de innovación en el cultivo de manzana para sidra

María José Gómez xunto á produtora de mazá de sidra Mónica Brey

María José Gómez junto a la productora de manzana de sidra Mónica Brey

Coincidiendo con el Día Mundial de la Mujer Rural, la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, visitó las fincas en las que se cultiva manzana para sidra de la cooperativa Maestra, en el municipio de A Estrada. La entidad está bajo el amparo del Consello Regulador de la Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega) y cuenta con 62 hectáreas de superficie donde se producen unos 700.000 kilos de manzana certificada.

A Estrada produce alrededor de 1,5 millones de kilos de manzana para sidra al año y acumula más de 100 hectáreas dedicadas a este fin

Allí, Gómez pudo conocer la plantación de manzanas de Mónica Brey, pionera en introducir el trabajo mecanizado en la recolección de fruta y recientemente incorporada al campo con ayuda de la Xunta. Posteriormente, visitó la finca de Sidrería Peroja, donde la recolección del producto se lleva a cabo de manera manual, y cuya producción cuenta con el sello de Artesanía Alimentaria, que protege y defiende las elaboraciones artesanales y tradicionales que se producen en Galicia.

La importancia de la mujer rural en Galicia

Galicia es actualmente la comunidad española con mayor número de mujeres al frente de explotaciones. Según los datos del último Censo Agrario, correspondiente al año 2020, de las 75.451 explotaciones agroganaderas que hay en Galicia, 36.247 (48%) están dirigidas por mujeres.

Las cuatro provincias gallegas están entre las cinco españolas con mayor porcentaje de jefas de explotación: Pontevedra (54%), A Coruña (52%), Lugo (44%) y Ourense (40%); mientras que la media en toda España es del 28%.

Menor tasa de ocupación femenina

Según el informe Diagnóstico de la Igualdad de Género en el Medio Rural, elaborado por el Ministerio de Agricultura, el sector agrario ocupa casi una cuarta parte de la población empleada en el medio rural (23,6%). Sin embargo, la ocupación agraria masculina sigue siendo 7,8 puntos porcentuales superior a la femenina, aunque ha habido un notable incremento de mujeres empleadas en el sector agrario en los últimos años, en línea con lo ocurrido en otros sectores, pasando del 7,1% en 2011 al 18,8% en 2021.

Desde una perspectiva de género, las explotaciones dirigidas por mujeres tienden a ser más pequeñas, de menor dimensión económica y menos rentables, según los datos del Ministerio de Agricultura. Además, a medida que aumenta el tamaño económico de la explotación, la presencia de mujeres disminuye, un hecho que se acentúa aún más cuando se trata de mujeres jóvenes.

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