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El balance del año agrario se cierra con tres preocupaciones principales sobre la mesa, según explica Lorenzo Ramos, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (Upa), la matriz estatal de Unións Agrarias. Ramos destaca como asuntos pendientes la reforma de la PAC, la falta de precios justos en el campo y la imagen pública que arrastra la ganadería en sectores urbanos.
El primer frente abierto es la reforma de la PAC, que se está debatiendo a nivel europeo. Ramos defiende la necesidad de un presupuesto fuerte de la Política Agraria Común (PAC) para mantener la actividad agrícola y ganadera. En segundo término, el secretario general de Upa advierte de que se deberá hacer una nueva distribución de los fondos que vienen para España, pues Lorenzo Ramos calcula que habrá que retirarle las ayudas a alrededor de 300.000 propietarios de tierras que no tienen actividad agraria real. “Las ayudas tienen que ir dirigidas a los verdaderos agricultores y a incentivar la incorporación de gente joven”, aboga.
Otro asunto que preocupa en el campo son las periódicas crisis de precios, que en los últimos años arrastraron sectores como el lácteo o ahora el del aceite. Ramos pone deberes a nivel de la Comisión Europea y del Gobierno de España, pues considera que no se está haciendo lo suficiente para modificar las prácticas de la gran distribución, que por su poder monopolístico, presiona los precios a la baja a lo largo de toda la cadena de formación de precios.
La última gran cuestión que preocupa en el campo es la imagen pública que se tiene de la agricultura y de la ganadería en ámbitos urbanos. “En la cumbre climática que hubo estos días en Madrid, nos encontramos con que los telediarios de las grandes cadenas de televisión difundieron noticias culpando a la ganadería del cambio climático, cuando la realidad es que la ganadería es responsable en España del 11,6% de las emisiones, cifras muy interiores a las de industria, producción de energía o al transporte”, expuso. “Tenemos que defender el papel de la ganadería en la producción de alimentos y en la lucha contra lo que ahora se llama la España vaciada”, concluyó.
