Lesiones podales en ganado vacuno, causas y prevención

Resumen de la intervención de Francisco Javier Blanco, profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en el encuentro organizado por el Clube de Xóvenes Gandeiros de Galicia

Lesiones podales en ganado vacuno, causas y prevención

Francisco Javier Blanco, en su intervención en el Encontro.

El estado de las pezuñas condiciona el futuro productivo de los animales en la explotación. Un descuido de la podología puede terminar en animales que se deben sacrificar prematuramente, por lo que la atención y tratamiento rápido de posibles problemas es obligatorio.

Resumimos a continuación la intervención de Francisco Javier Blanco, profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en el III Encontro da Mocidade Gandeira, organizado por el Clube de Xóvenes Gandeiros de Galicia. “Entre las grandes causas de baja de un animal en la granja figuran los problemas de pezuñas”, destaca Francisco Javier Blanco.

«El 75% de las lesiones se produce en las pezuñas laterales, que son las que aguantan mayor peso»

Prevención
La primera cuestión a considerar es la función que cumplen las pezuñas, que es la de proporcionarle estabilidad al animal. En ese cometido son fundamentales las pezuñas externas, que aguantan un mayor peso, lo que lleva a que hasta un 75% de las lesiones se produzcan en las pezuñas laterales.

Cuando sea necesario proceder a un arreglo funcional de los cascos, hay que evitar recortar las pezuñas exteriores, ya que se podría desestabilizar al animal. “En ocasiones, el ganadero o personal técnico que efectúa el recorte no está instruido convenientemente e ignora el impacto de lo que hace”, advierte el profesor de Veterinaria.

«Es un error esperar a una visita programada para tratar un animal, pues el problema se agravará»

Otra cuestión de importancia es el tiempo de reacción. La rapidez en detectar y tratar una lesión es directamente proporcional a las posibilidades de curación. “Si es sólo la parte inferior del casco la que está un poco afectada es muy distinto de si está afectado el corion, tejido vivo que produce la queratina y está unido al hueso. Peor incluso es si la infección ya ha llegado al hueso. En ese caso, estamos ante una vaca de desecho”, resume Francisco Javier Blanco.

“En cuanto el ganadero detecta un problema, tiene que actuar de forma ágil. Es un error esperar a una visita ya programada del veterinario o del podólogo porque el problema inicial probablemente se agravará”, valora el profesor de la Universidad Complutense.

Asistentes al encuentro del Clube, el pasado sábado en Lugo.

Asistentes al encuentro del Clube, el pasado sábado en Lugo.

Para una ágil detección de problemas, la observación de las vacas es la mejor vía. Aquellas que estén en posturas anómalas, encogidas cuando están de pie, de puntillas, o con las patas hacia afuera o hacia adentro, es probable que tengan lesiones en las pezuñas.

Factores
Las causas primarias de las lesiones podales que padecen los animales hay que buscarlas en múltiples factores, como la nutrición, las instalaciones, la propia genética de la vaca y sus cambios hormonales o el manejo del ganadero. Entre los más importantes, figuran los siguientes:

Nutrición. La dieta del animal puede generar un deterioro de la calidad del casco conocido como laminitis, que se plasma en pezuñas achatadas o en forma de babucha, en las que con frecuencia se cierra el hueco interdigital o en las que se forman suelas dobles.

«Un excesivo consumo de cereal puede provocar laminitis. En esos casos hay que retocar la dieta conjuntamente con el nutrólogo»

Una alimentación con un escesivo consumo de cereal tiende a provocar acidosis ruminal, es decir, una bajada del Ph en el rumen por debajo de 5,5. Si el Ph baja por debajo de esa cifra, se produce una muerte de bacterias en el rumen, lo que produce diseminación de toxinas por la sangre. Pueden entonces producirse obstrucciones en los vasos sanguíneos del corion. Esa alteración en la microcirculación del casco desencadena patologías secundarias como úlceras de suela o afecciones en la línea blanca de la pezuña.

Alrededor de un 40% de las patologías del pie se deben a problemas generados por la alteración en la circulación sanguínea de la pezuña, según estima Francisco Javier Blanco. En ocasiones se produce una reiteración de los episodios de laminitis que se denomina acidosis crónica o laminitis subclínica. En esos casos, se recomienda retocar la dieta, conjuntamente con el nutrólogo, para reducir el almidón.

Instalaciones. Las características de la estabulación o si hay pastoreo son factores a tener en cuenta. Un suelo de hormigón perforado producirá un sobreerosión, en tanto que el uso de camas de goma producirá una falta de desgaste.

En casos de falta de desgaste, las vacas tenderán a presentar pezuñas muy largas, lo que lleva a mayores impactos sobre el talón y a lesiones, pues el bulbo del talón es una parte del casco que no cuenta con la dureza ni la protección de la suela. Será preciso, por tanto, recortar las pezuñas para estabilizar la pisada del animal.

Si el animal tiene que permanecer mucho tiempo de pie, por ejemplo en espera del ordeño, o si tiene que andar mucho o está en contacto con suelos húmedos, es habitual que presente también enfermedades en el corion, la parte que separa la suela de los tejidos vivos.

Problemas ambientales. Un ejemplo claro son los parques de novillas caracterizados por la acumulación de barro. En ese ambiente, es frecuente la aparición de dermatitis e infecciones, que además se caracterizan por ser contagiosas. Es conveniente mantener una correcta higiene de las pezuñas para evitar problemas.

Estado corporal del animal. Un elemento clave para prevenir lesiones de pezuñas es la almohadilla digital, que se sitúa entre la pezuña y las estructuras vivas de la parte inferior del casco, tales como tendones y vasos sanguíneos. La almohadilla grasa , como su nombre indica, tiene la misión de amortiguar el impacto que sufren las estructuras vivas. Si la almohadilla disminuye su contenido graso, es más probable la aparición de cojeras.

Las vacas delgadas son propensas a sufrir este problema. Conviene también prestar especial atención a vacas muy productivas y al estado de los animales en los primeros meses tras el parto.

Conclusión
Como conclusión, Francisco Javier Blanco subrayó que siempre tiene que existir un especialista que valore de forma periódica la salud podal de las vacas y que proceda al arreglo funcional en los casos necesarios.

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