Limagrain (LG) presentó el pasado día 19 de septiembre en el ayuntamiento coruñés de de Boqueixón los resultados de su campo de ensayo de variedades de maíz forrajero adaptadas a las condiciones de Galicia.
El evento, al que acudieron tanto técnicos como representantes de empresas distribuidoras, contó también con la presencia de Alejandro Solsona, jefe de producto maíz de LG para España.
El campo de ensayo, uno de los que LG tiene en Galicia, se realizó en una finca de la ganadería SAT Candesa y en él se probaron 60 variedades, con dos repeticiones, tanto de variedades ya comercializadas como de otras que aún están en fase de experimentación. La densidad de siembra fue la misma para todas las variedades: 90.000 plantas por hectárea.
Pablo Amado, delegado comercial de Limagrain Ibérica, explica que «testamos desde ciclos 200 cortos hasta ciclos 700, prácticamente todo el catálogo comercial de Limagrain de maíz forrajero y todas las variedades precomerciales que estamos ensayando y que está previsto que se lancen en los próximos años».
Este ensayo fue sembrado el 27 de mayo, 25 días más tarde que el año pasado, debido a las lluvias de la primavera, por lo que la maduración del maíz está retrasada respecto a un año normal. Acaban de cosechar los ciclos inferiores a 300, mientes que los más largos tienen que esperar unos días para ser picados, siempre que la climatología lo permita.
«Una vez cosechadas por separado, todas las variedades serán pesadas y analizadas en laboratorios de referencia, y en función de los resultados tanto a nivel de producción, de resistencia a la sequía, de digestibilidad y de sanidad vegetal, las lanzaremos al mercado o no», precisa el representante de LG. Precisamente, la empresa de semillas dispone en Santa Comba (A Coruña), de un campo de ensayo para testar en exclusiva la resistencia de sus variedades a las enfermedades fúngicas, fundamentalmente el Helminthosporium y la roya parda.
Variedades más demandadas
Por su parte, Gustavo García, jefe regional de LG para Galicia, Asturias, Cantabria y Norte de Portugal, destaca que cada vez cobra más importancia la digestibilidad de los forrajes: «Es importante los litros de leche por hectárea que logramos con el maíz pero también su digestibiliidad. Cada vez tenemos vacas de más altas producciones a las que tenemos que alimentarlas con muchos kilos de forraje, pero muy digestibles para responder a estas necesidades, y así mejorar también los resultados económicos de las explotaciones».
En cuanto a las variedades más demandadas en esta campaña asegura que fueron el LG 31455/Lineade y la Bowen. «Debido a las siembras tardías que hubo que hacer, este año sobraron ciclos largos y muy cortos y se pidió mucho ciclo 300 y 200», reconoce.
Ya dentro de las variedades testadas en este campo de ensayo, he aquí un resumen de las más destacadas:
-LG 31276: Una variedad muy rústica y adaptada a la zona, con alta demanda.
-LG 31265: Un ciclo 260 con mayor potencial productivo que el LG 31276 y que resiste muy bien la alta densidad. Por ejemplo, en la Terra Chá en regadío se usa mucho.
-LG 31279: Variedad lanzada el año pasado también en el mismo ciclo 260 , y que también da muy buenas producciones y calidades, así como digestibilidad de la fibra.
-LG 31301 y LG 31331: Son ciclos 280, que destacan por su altura y volumen y precocidad. Para siembras tardías como este año fueron variedades que dieron margen para sembrar cuando los ciclos 300 ya eran muy largos.
-Bowen y la LG 31455/Lineade. Variedades de ciclos 400 con producciones muy altas, gran resistencia a enfermedades y stay green muy alto. Doble aptitud tanto para silo como para grano, que destacan también por su alta digestibilidad.
-LG 31662: Una variedad nueva en ciclo 500 que lanzaron este año.
– LG 31630: Un ciclo 600, una variedad muy frondosa, con mucha hoja y muy buena espiga, y que destaca por alta producción, sanidad, y más proteína, con entre medio y un punto más que las otras variedades.