Limitar o no los rendimientos de los viñedos en las Denominaciones de Origen: El caso de Rías Baixas

Como cada vendimia, y al igual que en otras denominaciones de origen, algunos viticultores y sindicatos como Unións Agrarias, cuestionan el sistema de control de los rendimientos en la Denominación de Origen Rías Baixas. Hablamos con las distintas partes...

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Limitar o no los rendimientos de los viñedos en las Denominaciones de Origen: El caso de Rías Baixas

Vendimiando en Rías Baixas

Como cada vendimia en la que se prevé una buena cosecha, vuelve a saltar al debate el sistema de control de los rendimientos del viñedo, en este caso en la Denominación de Origen Rías Baixas. Actualmente el límite establecido por el Consejo Regulador para toda la DO es de un máximo de 12.000 kilos por hectárea en el caso de la variedad Albariño.

Si el viticultor o la bodega produce más tendría que destruir esa uva, algo que hay casos en los que no sucede y es comercializada a menor precio, perjudicando al conjunto de la DO. Hablamos con las distintas partes para conocer sus posturas.

La primera persona con la que hablamos es con un viticultor que se puso en contacto con Campo Galego para denunciar lo que considera “una situación injusta”. Bajo condición del anonimato explica que “cuento con unas 7 hectáreas de viñedo amparadas por la DO Rías Baixas, pero en un año como este tengo una producción de 14.000 kilos por hectárea, por lo que tendría que perder unos 10.000 kilos, bajo el falso argumento del Consejo Regulador de que es de mala calidad por exceder la producción”.

Reconoce que “por esa uva de Albariño excedente hay bodegas privadas, tanto gallegas cómo foráneas, que me ofrecen comprarla en B, a 0,50 o 0,80 e incluso a 1 euro el kilo, según la necesidad que tenga de ella”.

Este viticultor reconoce que esta situación “no es fácil, pero creo que no es justo que se nos impida compensar un año bueno, como este, en el que la calidad de la uva es excelente, vendiendo y aprovechando toda la producción para paliar los años malos”. “Es una situación que nos afecta a muchos viticultores pero que no se quiere cambiar desde el Consejo Regulador”, añade.

Consejo Regulador: “Vender uva por fuera estando en la DO es tirar piedras contra el propio tejado”

Sin embargo, para Ramón Huidobro, secretario del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas estas ventas en B “son denunciables y sancionables”. “Una DO es un club privado en el que un viticultor o una bodega se adhiere libre y voluntariamente, acatando las normas y los límites de producción, y si se vende uva por fuera a menor precio se está haciendo competencia a todos los productores, tirando hacia abajo los precios y, en definitiva, tirando piedras contra el propio tejado”, advierte.

Recuerda además, que los límites de producción en Rías Baixas ya se incrementaron a lo largo de los últimos años, el último en el año 2009 cuando subió en 1.000 kilos por hectárea al entender que con la mayor profesionalización del sector la producción media también había subido. De esta forma, en este momento los topes de producción están fijados en 12.000 kg por hectárea para la variedad Albariño, la predominante en la DO; 10.000 kilos para el Caíño Tinto y 12.500 kilogramos por hectárea para el resto de variedades, como Treixadura o la Loureiro.

Para determinar los rendimientos, el Consejo Regular envía en el mes de junio a cada viticultor y bodega las normas de vendimia aprobadas previamente por el Pleno, y junto a ellas la ficha del viticultor, con su nombre y viñasinscritas, junto al máximo total de uva que puede producir en función de las variedades que tiene plantadas. “En la Denominación de Origen Rías Baixas tenemos nada menos que unas 22.000 parcelas de viñedo inscritas, por lo que hacer una estimación por parcela sería muy difícil. Por tanto, simplificamos calculando para cada viticultor el rendimiento máximo global que puede tener, en función de la superficie y de las variedades de vid que tiene, por lo que ya sabe con antelación a que atenerse y hacer podas en verde en caso de que vea que se excede”, explica Ramón Huidobro.

 Una sanción que puede ir ata los 30.000 euros

Además, el secretario del Consejo Regulador recuerda que el reglamento de la D.O. Rías Baixas “permite la posibilidad de ampliar hasta un 25% sobre ese rendimientos establecidos, siempre y cuando se solicite al Pleno del Consejo Regulador antes del inicio de la vendimia; es decir, en el mes de agosto como muy tarde”, asegura.

Es algo que ya se aprobó en la campaña de 2010, con una ampliación del 7%, y también en la vendimia del año 2011, de esta vez con un incremento excepcional de los rendimientos máximos del 11%. En este sentido, Ramón Huidobro reconoce que “el lunes de esta semana recibimos un escrito de un representante de los productores solicitando que se ampliasen los rendimientos, pero no lo admitimos porque estaba fuera de plazo”. “De lo contrario, con la vendimia ya empezada, perjudicaríamos a todos aquellos que sí respetaron los límites máximos de producción”, añade.

En cuanto a las sanciones, el secretario del Consejo Regulador es claro: “Según la Ley de la Viña y del Vino 24/2003, cuando un viticultor está acogido a una DO o a una IGP las exigencias son mayores y un exceso de rendimiento sería una sanción grave, con una multa de entre 2.000 y 30.000 euros, según la cantidad vendida por encima de los límites”. Y para la bodega supondría la descalificación de todo el depósito de vino en el que haya entrado mosto de esas partidas irregulares, además de la correspondiente sanción.

De 800 sanciones en el 2011 por exceso de producción a poco más de 20 el pasado año

Por este motivo de excesos de rendimiento ya se incoaron expedientes en Rías Baixas. Así, el Consejo Regulador remitió en el año 2010 más de 200 expedientes a la Consellería de Medio Rural, la administración encargada de imponer las sanciones, y unos 800 en el año 2011, pidiendo eso si que la Xunta aminorara las sanciones. “A partir de entonces los excesos de rendimiento no se volvieron a dar con esa magnitud y en la pasada campaña fueron poco más de 20 los expedientes que le enviamos a la Xunta”, precisa.

En todo caso, Ramón Huidobro subraya que “la filosofía de limitar los rendimientos no es otra que la de garantizar la calidad de la uva y unos precios dignos para los viticultores limitando la oferta de uva”. “Y eso se notó, porque si en el 2014 la uva de Albariño en la DO Rías Baixas llegó a pagarse a 0,90 euros el kilo, gracias a que fuimos controlando la oferta para acompasarla al incremento de la demanda, el precio fue subiendo y el año pasado llegamos a 1,30 euros el kilo, y este año ya se habla de que se va a pagar un poco más”, destaca el secretario del Consejo Regulador.

En este sentido, advierte de que “vender el excedente de uva por fuera de la DO y a menor precio es denunciable y sancionable, nos perjudica a todos y a la larga también al propio viticultor”.

Unións Agrarias: “Hay que cambiar el sistema por el que se establecen los rendimientos máximos”

José Ramón González, secretario de Agricultura de Unións Agrarias y representante de los productores en el Consejo Regulador de la DO. Rías Baixas concuerda en que “es denunciable quien venda uva en B estando dentro de la DO, porque está reventando los precios y perjudicando a todos los viticultores”.

Sin embargo, difiere del secretario del Consejo Regulador en cuanto al sistema por el que se fijan los rendimientos máximos pues considera que “establecer el mismo rendimiento por hectárea para toda la DO es injusto, porque los rendimientos varían mucho según el tipo de terreno, el sistema de conducción o la densidad de plantas, y lo llevamos diciendo 15 años”. “Si hay uva en Rías Baixas que queda fuera es porque el mecanismo de control no funciona”, añade.

En este sentido, propone que “el Consejo Regulador realice un estudio estadístico previo a la vendimia con un muestreo amplio para delimitar rendimientos por subzonas y contemplar las distintas excepciones que pueda haber”.

En lo que va de año las ventas de los vinos de Rías Baixas crecen un 10,25%

La Denominación de Origen Rías Baixas incrementó en lo que va de año sus ventas un 10,25% en relación al mismo período de 2017, lo que confirma el buen momento que están viviendo sus vinos.

Por otra parte, este fin de semana las bodegas acogidas a la denominación apuran la recta final de la vendimia. Hasta este viernes se declararon en las 183 bodegas inscritas unos 29 millones de kilos de uva, sobre una previsión de alrededor de 36 millones de kilos.

La uva presenta un buen estado fitosanitario, con un adecuado equilibrio entre acidez y grado

En palabras del director técnico del Consejo Regulador, Agustín Lago, “la uva presenta un buen estado fitosanitario, con un adecuado equilibrio entre acidez y grado. La vendimia se está realizando de forma gradual y ordenada y, en principio, se están cumpliendo las previsiones del Informe de Estimación de Cosecha 2018, siempre a la espera de las condiciones meteorológicas de los próximos días”, añade.

En este sentido, Lago indica que “la mayor incertidumbre se encuentra en el volumen final, ya que esta época ha sido muy seca. La lluvia habría venido muy bien para ganar volumen e incluso para favorecer la maduración final de la uva”, concreta el director técnico del Consejo Regulador.

En cuanto a la propia campaña, Agustín Lago explica que “comenzó el 8 de septiembre, algo antes de lo previsto, dadas las altas temperaturas registradas a principios de este mes”. La recogida se inició, como viene siendo habitual, en las subzonas de O Rosal y Condado do Tea. A mayores, se vendimiaron uvas tempranas para la elaboración de espumosos en Ribeira do Ulla. Esta semana se ha generalizado en todo el territorio de la Denominación de Origen. Las primeras variedades en ser recogidas fueron las blancas y, hacia finales de esta campaña, se dará paso a las tintas.

Apoyo de 25 auditores

El Consejo Regulador cuenta para esta campaña con el apoyo de 25 auditores, que se responsabilizan del seguimiento de la vendimia en las bodegas, los viñedos y los transportes. Su trabajo consiste en velar por el adecuado cumplimiento de los estándares marcados por la Norma ISO/IEC 17065 en la que el Consejo Regulador está certificado por el ENAC. Dicha normativa implica, entre otros aspectos, la certificación del origen de la uva y la trazabilidad del producto.

En la actual campaña de vendimia están implicadas 183 bodegas, 5.293 viticultores, así como 4.045 hectáreas repartidas entre 21.607 parcelas.

 

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