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La iniciativa “¿Quién es el jefe? La marca de los consumidores” se presentó este jueves en Santiago de Compostela en un acto en el que participaron Annaïck Locqueneux, la coordinadora en el Estado Español de “ C’ est qui le patron?”, el proyecto originario en Francia; Laurent Chabanne, cofundador del mismo, e Isabel Vilalba Seivane, secretaria general del Sindicato Labrego Galego, una organización que junto a la COAG está apoyando este proyecto.
“¿Quién es el jefe? La marca de los consumidores” busca una alianza entre consumidores y productores, de forma que los primeros deciden que características deben reunir los productos alimentarios en cuanto a calidad, bienestar animal o sostenibilidad, así como garantizarle a los productores unas rentas dignas. Posteriormente, se ponen en contacto con la industria y con la distribución que se pueden unir al proyecto pero siempre con la condición de que el ganadero reciba la remuneración acordada y el consumidor pague el precio fijado. Los márgenes en el medio de la cadena -industria láctea o de otro alimento y distribución- se acuerdan libremente entre ellos.
La idea en España es comenzar con productos de alimentación básicos como la leche o los huevos. Todas las condiciones (tipo de productos, condiciones que deben cumplir, precios…etc) las deciden los consumidores votando a través de la web https://lamarcadelosconsumidores.es/votacion-de-los-productos/ De momento, ya participaron más de 5.500 personas, en una votación que se prevé que se cierre en las próximas semanas.
“Queremos empezar en España lo antes posible, si puede ser antes del verano mejor. De momento estamos haciendo presentaciones entre los productores, como la que hicimos hoy en Santiago a ganaderos y consumidores, y ya hay interés tanto de la distribución como de industrias agroalimentarias, entre ellas cooperativas lácteas gallegas, por participar en esta iniciativa revolucionaria en la que el consumidor realmente tiene el poder y decide como debe ser el producto”, destacó Annaïck Locqueneux.
En Francia los ganaderos reciben un precio base de 0,39 euros el litro de leche y el consumidor lo paga a 0,99 euros
Esta iniciativa nació en Francia a raíz de la crisis de precios de la leche de los años 2015 y 2016 y en este momento ya abarca unos 20 productos, desde la leche, al queso o los huevos, que el año pasado fueron comprados por 8 millones de franceses.
“En el caso de los ganaderos de vacuno de leche, los consumidores exigen medidas de bienestar animal como que las vacas pasten entre 3 y 6 meses, que la alimentación no contenga transgénicos ni aceite de palma, o que los forrajes sean producidos a menos de 100 kilómetros. Y por supuesto que los ganaderos reciban un precio justo que les permita tener unos ingresos dignos y tener días libres. Así, se acordó un precio base de 0,39 céntimos por litro de leche, más calidades, y a la distribución le exigimos que durante 3 años el precio de venta sea de 0,99 euros el litro”, explicó Laurent Chabanne, cofundador de “ C´ est qui le patron? La marque des consonmateurs”.
¿Está funcionando la iniciativa en el mercado francés? “Al inicio nuestro objetivo era conseguir vender unos 5 millones de litros de leche, que ya nos parecía muy ambicioso, y en el primer año, el 2017, logramos vender 35 millones de litros, y el pasado 2018 las ventas fueron de 100 millones de litros bajo nuestra marca de C´ est qui le patron”, destaca.
“Reconozco que es poco y es mucho al mismo tiempo, pero ayudó a que la sociedad tomara consciencia de la necesidad de que los productores reciban un precio justo y ayudó a que suban los precios de la leche, pues la iniciativa fue imitada por otros agentes del sector”, añade Laurent. De momento, son ya 155 las ganaderías de vacuno de leche de Francia que venden su producto a través de la marca “ C´ est qui le patron? La marque des consonmateurs”.
Por ultimo, Isabel Vilalba Seivane, secretaria general del Sindicato Labrego Galego, destacó que “desde el SLG apoyamos esta iniciativa “porque encaja con nuestra reivindicación de conseguir cadenas de valor sostenibles en el campo y en la mesa, de apostar por la transparencia y por la alimentación de cercanía y porque aboga por una remuneración justa y estable para las personas productoras de alimentos”.
