El sector crítico de unos 60 compradores de terneros de recría seguirá sin acudir a la subasta del próximo martes de la Central Agropecuaria de Galicia ABANCA al no ofrecer esta semana la Xunta de Galicia una solución al conflicto que mantienen con la directiva del mercado de Silleda, que persiste en la obligación de que la subasta se haga únicamente de manera digital a través de su aplicación.
“A pesar de que en la reunión que mantuvimos este pasado martes con el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, en la que le pedimos que las propuestas de solución nos las trasladaran lo antes posible, para darnos tiempo a nosotros, y sobre todo a los ganaderos, de organizarnos para poder volver a Silleda, la única respuesta que tuvimos por parte de la Xunta fue una llamada este viernes a las 7 de la tarde en la que nos pedía que primero volvamos a comprar en Silleda y luego ya se irá viendo que hay que reformar, cuando nosotros pedimos lo contrario: primero cambios – principalmente la adecuación de las instalaciones para los terneros al volumen de ganado que se mueve, y mientras tanto que se pueda seguir utilizando la subasta en papel- y luego volveremos al mercado. En definitiva, no se nos ofreció ninguna solución”, explica Marisol López Núñez, representante de la Asociación Gallega de Empresarios del Ganado.
En la misma línea se manifiesta José Manuel García, que habla en nombre de los compradores de recría que se oponen a la total digitalización, y hace un llamamiento a que “los ganaderos no envíen el ganado a Silleda porque nosotros no vamos subastar, y corren el riesgo de malvenderlos o de que vayan devueltos, como ocurrió en las dos últimas semanas”.
El conflicto entre la directiva de la Central Agropecuaria de Galicia y un grupo de compradores está llevando a que una parte de los terneros de recría se estén derivando hacia el mercado de Amio, así como para la venta directa en las explotaciones o en las llamadas “cortes de trato”.
En la semana que entra habrá que esperar si la Xunta propone medidas que desactiven el conflicto, ante la incapacidad de llegar a acuerdos entre los tratantes críticos y la directiva de Silleda, y que como acaba afectando esta situación a los ganaderos, los principales perjudicados, en un momento en el que después de muchos años los precios de los terneros estaban alcanzando por fin buenas cotizaciones.