En los hogares españoles se compró más carne durante el 2023 y en concreto, más carne de pollo y de cerdo, según se extrae del último informe elaborado por el Ministerio de Agricultura sobre los hábitos de consumo en el pasado año. La compra de carne se incrementó en un 6% durante 2023 y también aumentó la facturación (14%), puesto que el precio medio de la carne aumentó en un 7%.
La compra de carne sigue siendo el alimento que más gasto supone en los hogares, que destinan casi el 20% del presupuesto de alimentación y bebidas para la compra de carne. Así, cada español gastó 342 euros para comprar carne a lo largo del año y consumió de media 41 kilos, algo más de 2 kilos más de carne por persona en comparación con el 2022.
El consumo de carne sigue siendo mayoritariamente de carne fresca (72%) e incluso se ha incrementado en un 8% con respeto a 2022. Más del 25% de la carne que se come en los hogares españoles es transformada y apenas un 3% es congelada, aunque en el último año se incrementó el porcentaje de carne congelada en un 23%.
Se come más carne de pollo y cerdo
El pollo es la carne fresca que más se consume en los hogares españoles, ya que representa el 40%. Además, en el último año la demanda de carne de pollo se ha incrementado en un 15%. También sigue siendo el tipo de carne fresca con más crecimiento en facturación, con un 21% con respeto del 2022.
En el último año también ha ganado presencia en los hogares la carne de cerdo (+7%) y es la segunda carne que más se consume (30%). La carne de vacuno se sitúa como el tercer tipo con mayor proporción de compras, pero ya se consume en mucha menor cantidad, apenas representa un 13% de la carne que se compra en los hogares españoles. Aunque se ha incrementado su consumo con respecto a 2022, este incremento fue solo 1,6% del volumen. Galicia, junto con Navarra, País Vasco,Castilla León y Madrid son de las comunidades donde más carne fresca de vacuno se consume y se compra.
En los hogares se consume cada vez menos carne de conejo y cordero. En el último año, los españoles compraron un 7% menos de carne de conejo y un 5% menos de carne de ovino o caprino. Son carnes con un precio superior, por lo que se mantiene mayor proporción en valor.